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Latinoam�rica
 

Chile: democratizar la democracia

Eduardo Andrade Bone

Despu�s de m�s de 16 a�os de gobiernos post dictadura, Chile a�n vive en el laberinto de una democracia restringida, ama�ada por la Constituci�n del 80, que fuera elaborada por el r�gimen militar y los pol�ticos de la extrema derecha que se pusieron a su disposici�n, y que hoy, a trav�s de la UDI y RN han pretendido vestirse con el traje de la democracia.

Pero el problema de la democracia en Chile, no es una cuesti�n inherente tan solo al papel que juega la extrema derecha en el pa�s, sino que atraviesa a la propia Concertaci�n de partidos por la democracia, los que con su conducta han asumido una suerte de impunidad con el pinochetismo, con respecto a lo que es la enferma y debilitada democracia neoliberal chilena, en donde no cabe la participaci�n de la ciudadan�a y menos el ejercicio de la soberan�a popular.

En Chile, los diversos partidos que forman parte de los dos bloques pol�ticos en el poder, Concertaci�n de Partidos por la Democracia y Alianza por Chile, se encuentran en pleno proceso de renovaci�n de directivas. Bueno, a trav�s de la prensa, hemos podido constatar las graves falencias que tiene el propio ejercicio democr�tico en estas diversas agrupaciones pol�ticas.

La propia prensa a trav�s de las opiniones vertidas a los medios de comunicaci�n, por los l�deres de las diversas tendencias existentes en los partidos pol�ticos, en su
lucha por el poder dentro de estas organizaciones, podemos apreciar como las c�pulas, las camarillas y las conductas pol�ticas mafiosas, es lo que impera en el accionar pol�ticos de los dos grandes bloques en el poder. Vale decir, que las opiniones de los simpatizantes, de los militantes, de las estructuras intermedias y de las bases, no tienen una mayor injerencia en el dise�o de las pol�ticas de estos partidos, lo que refleja una grave carencia en el ejercicio democr�tico de quienes se siente identificados con cada una de las posiciones o principios pol�ticos que dicen sostener estas organizaciones y de quienes se dicen ser dem�cratas.

Por ejemplo, recientemente la UDI fue acusada por unos de sus l�deres, de ser una organizaci�n que no desarrollada la democracia interna y que todo lo deciden los amigos y la camarilla que dirige el partido. En RN nacional, tambi�n surgen dos sectores que luchan por el poder interno, pero en donde sus militantes, no juegan ning�n papel en la elecci�n de sus respectivas directivas.

En la Democracia Cristiana, hay una fuerte pugna por la lucha por el poder, en donde un sector exige la elecci�n universal para elegir la nueva directiva, y el otro sector propone que la nueva directiva tiene que elegirla solo la Junta Nacional del partido.

En el Partido por la Democracia (PPD), sucede un fen�meno parecido a lo que ocurre en la DC, con la diferencia que aqu�, hay varias tendencias internas que bregan por dirigir el partido y que adem�s tienen ambiciones presidenciales, pero en donde la militancia no tiene participaci�n alguna, adem�s el PPD es un partido instrumental de algunos ejecutivos o funcionarios, en donde todo se resuelve de cara a las pugnas internas y donde son muy comunes las conductas mafiosas e inamistosas.

El Partido Socialista, tambi�n se encuentra en proceso eleccionario, con varias listas para dirigir el partido. Sin embargo cabe destacar que el partido de los socialistas chilenos, se ha caracterizado el �ltimo tiempo, por una falta de la discusi�n o desarrollo de la democracia interna. Se dice que hay liderazgos que sustituyen la voluntad soberana de la militancia, o sea, no hay inclusi�n y hay importantes
corrientes excluidas de la vida del partido.

Todo esto refleja las graves deficiencias que vive la restringida democracia chilena, que a partir de sus protagonistas principales, que son los partidos pol�ticos y su dirigencia, precisamente no destacan por ser escuelas de participaci�n democr�tica.

Ahora si a esto le sumamos la existencia de un sistema electoral antidemocr�tico conocido como Binominal, que no permite la representaci�n real del todo el espectro pol�tico chileno, podemos concluir, que a la democracia chilena es necesario democratizarla.

La nueva Ley Maldita, no permite que los dirigentes sindicales y sociales puedan optar a cargos de representaci�n popular en la C�mara de los Diputados, tampoco las personas que no tienen su ense�anza secundaria completa. Los chilenos que residen fuera del pa�s no pueden participar en los actos eleccionarios del pa�s.

Pero no solo eso, desde la �poca de la dictadura hasta nuestro d�as, la actividad pol�tica, los partidos pol�ticos y los l�deres pol�ticos, se encuentran completamente desprestigiados. La gente no tiene confianza en ellos y suele asociarlos a la corrupci�n y al tr�fico de influencias, de all� que no solo es necesario prestigiar la actividad pol�tica, sino que terminar con la democracia formal y restringida.

Por otro lado, el sistema electoral mantiene en el apartheid pol�tico a un n�mero importante del electorado (10%) sin derecho a tener una aut�ntica representaci�n parlamentaria.

En este sentido, adem�s el estado chileno viola el Pacto Internacional de Derechos Pol�ticos y Civiles de la ONU y la propia Declaraci�n Universal de los Derechos Humanos, en sus art�culos 21 (inc.2) y art�culo 25 (c), que se�alan que "todas las personas deben tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones publicas de su pa�s", cuesti�n que en Chile no se respeta.

Es tal la degradaci�n de la democracia chilena y el sistema binominal, que en el parlamento la oposici�n representada por la UDI y RN, se encuentra electoralmente sobre representada, a�n siendo minor�a en la C�mara de los Diputados, tienen la facultad para vetar cualquier proyecto de ley del Ejecutivo.

De all�, independientemente de los grandes esfuerzos que hace la izquierda que se encuentra segregada del actual juego pol�tico chileno, por terminar con el actual sistema electoral antidemocr�tico, y despu�s de cierta apertura de participaci�n con
el gobierno de Michelle Bachelet, para la elaboraci�n de una nueva propuesta de sistema electoral, que sea representativo, proporcional y democr�tico. Se espera que con esta cobertura se puedan dar pasos reales, para cambiar el actual sistema electoral.

Ahora, de no crearse un amplio consenso pol�tico y social para resolver esta situaci�n, de acuerdo a la capacidad de veto que tiene la extrema derecha en el parlamento, se har� imposible poder obtener un parlamento representativo y en igualdad de condiciones, de las fuerzas pol�ticas existentes en el pa�s.

Por ello, el factor determinante para la modificaci�n del actual sistema electoral de la dictadura, ser� la agitaci�n, la rebeli�n y la lucha social en la calle, que permita sanear en parte esta anomal�a, pero en donde lo fundamental es llamar a la creaci�n de una Asamblea Constituyente, para la elaboraci�n de una nueva Constituci�n, que le devuelva la soberan�a y la democracia plena al pueblo chileno. Sin la necesaria movilizaci�n social, ning�n cambio trascendental se va a producir en Chile a favor de la democracia y el cambio de sistema electoral, lo otro es seguir so�ando despiertos. 


Fuente: lafogata.org

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