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Decenas de miles de activistas se movilizan en Brasil en repudio a la impunidad
Exige el MST nuevo juicio a responsables de la matanza en El dorado dos
Carajás
La Jornada/AFP Y DPA
Trabajadores Sin Tierra brasileños se manifestaron ayer en la carretera PA-150,
que conecta la región sur del estado de Pará con la capital, Belem, donde el 17
de abril de 1996 la policía militar estatal abrió fuego contra unos mil 500
campesinos que bloqueaban el tramo en demanda de tierras Foto Reuters
Brasilia, 17 de abril. El Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra
(MST) exigió hoy la apertura de un nuevo juicio contra los 142 policías
militares que hace 10 años perpetraron la matanza de 19 campesinos en Eldorado
dos Carajás, en el norte de Brasil.
Decenas de miles de activistas del MST se movilizaron en todo el país para
protestar por la impunidad que han disfrutado los responsables materiales de los
asesinatos, así como funcionarios del estado de Pará que en 1996 y,
posteriormente, encubrieron a los dos comandantes de los pelotones y a los 142
oficiales y soldados que actuaban bajo su mando.
El 17 de abril de 1996 a las 17:45 horas, la policía militar de Pará abrió fuego
indiscriminado contra unos mil 500 campesinos del MST que obstruían la carretera
PA-150, que conecta a la región sur de ese estado amazónico con la capital
estatal, Belem. Además de los 19 muertos, 69 personas resultaron heridas y
muchos de ellos aún padecen secuelas y tienen balas incrustadas en el cuerpo.
Los miembros del MST protestaban hace 10 años por la demora en la demarcación de
tierras susceptibles de ser entregadas a los trabajadores rurales. Los
campesinos reclamaban particularmente una resolución sobre la hacienda Macaxeira,
que habían invadido en noviembre de 1995 y cuyo territorio se dedicaba al
cultivo de pastos para ganado.
La matanza de Eldorado dos Carajás es una de las tres peores agresiones de
fuerzas de seguridad contra campesinos de Brasil, junto con los hechos ocurridos
en Carandiru (1992) y Candelaria (1993).
En el punto exacto donde fue cometida la matanza en 1996, unos cinco mil
miembros del MST se concentraron este lunes para realizar un acto solemne en
memoria de los asesinados.
En ese lugar, Ulisses Manacas, coordinador del MST en Pará, dijo hoy que la
principal demanda de los trabajadores rurales es acabar con la impunidad, según
un despacho de la agencia brasileña de noticias, Estado.
El coronel Mario Colares Pantoja fue condenado a 228 años de cárcel, y el mayor
José María Pereira de Oliveira fue sentenciado a 158 años, pero las autoridades
judiciales les permitieron a ambos purgar "sentencias en libertad". El resto de
los militares quedaron absueltos.
"Brasil tendrá que convivir por muchos años con esa crueldad practicada por
agentes del Estado", aseveró Manacas, al lamentar la indiferencia de las
autoridades judiciales por el clamor de justicia.
Desde el 1º de abril pasado, los activistas del MST han parado el tránsito de la
carretera PA-150 durante 19 minutos todos los días, en punto de las 17:45 horas,
para recordar a sus compañeros abatidos en ese lugar y protestar contra la
impunidad.
"Las marchas de protesta de hoy son contra el Poder Judicial, porque sólo los
pobres van a la cárcel en este país", explicó una vocera del MST, Marina dos
Santos, en Río de Janeiro.
En el estado de Pernambuco, integrantes del MST bloquearon cuatro carreteras y
durante la protesta subrayaron el tema de la impunidad.
Después de rechazar entrevistas con diversos medios brasileños -como es el caso
de la Agencia de Noticias Planalto-, el coronel Mario Colares Pantoja declaró
hoy su inocencia por los hechos de 1996, ante las cámaras de la televisora del
consorcio Globo.
"Me siento como un chivo expiatorio", dijo el militar retirado, quien
responsabilizó directamente al gobernador paraense en aquel tiempo, Almir
Gabriel, del Partido Socialdemócrata Brasileño, y a su secretario de seguridad
pública, Paulo Sette Cámara, según la transcripción de la entrevista, difundida
en el sitio en Internet de Globo.
Durante la jornada conmemorativa de la matanza, activistas del MST ocuparon
pacíficamente dos haciendas en el norte del estado de Minas Gerais, en el
sureste del país.
La organización reclama la entrega de tierras laborables para unas 150 mil
personas que han levantado campamentos en distintos puntos del territorio
brasileño, en espera de que las autoridades federales aceleren el proceso de
reforma agraria, como prometió el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva en su
campaña electoral de 2002.
En Brasil, cuya economía tiene una base agroexportadora, unos 26 mil finqueros o
hacendados concentran 46 por ciento de la propiedad rural, mientras que cuatro
millones 600 mil campesinos se declaran "sin tierra".
El gobierno de Pará asegura que los familiares de las 69 víctimas reciben una
pensión y que los heridos reciben atención médica permanente.
Sin embargo, de acuerdo con la agencia Estado, la manifestación en Belem, que
terminó frente al palacio estatal de gobierno, tuvo el objetivo particular de
exigir mejores servicios médicos para los afectados.