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Gobierno desata guerra sucia contra los sindicatos
Redacción de Econoticiasbolivia.com
El gobierno indígena de Bolivia inició este lunes en La Paz una ácida campaña
en contra de los sindicatos y organizaciones sociales que luchan por reivindicar
sus derechos más elementales.
Usando la ley y el garrote, la administración gubernamental de Evo Morales
emprendió frontalmente contra los trabajadores del sistema de salud, contra los
maestros y estudiantes normalistas, decretando como ilegal el paro de los
primeros, tratando de dividir y enfrentarlos con la población a los segundos y
apaleando a los terceros.
En horas de la mañana de este lunes, el viceministro Alfredo Rada anunció que el
Gobierno declarará ilegal el paro de 48 horas de los trabajadores de salud
previsto para el martes 11 y el miércoles 12 de abril.
"Este es un sector acostumbrado a los paros (...) se está dando una vacación
adelantada, porque después de su huelga comienzan los feriados de Semana Santa",
dijo Rada al asegurar que los salubristas no tienen justificativo para la
huelga, tras que el Gobierno del líder indígena Evo Morales les otorgara un
incremento salarial del siete por ciento, que sería el más alto de los últimos
años.
Este aumento, sin embargo, ha sido rechazado por "insuficiente" y "miserable"
por los trabajadores que salud, ya que significa tan sólo un promedio de ocho
dólares al mes (66 bolivianos). "Este gobierno se burla de nosotros (...) Dicen
que no hay dinero, pero siguen dejando que las petroleras se lleven todo para
afuera", cuestionó la dirigente Sofía Ríos, quien confirmó el paro y las
movilizaciones en todo el país, a pesar de la presión gubernamental.
Otros que recibieron las andanadas oficialistas fueron los maestros y
trabajadores de la educación que anunciaron una huelga en reclamo de un mayor
aumento salarial. El ministro de Educación y Culturas, Félix Patzi, acusó este
lunes a la Confederación de Maestros Urbanos de La Paz y a la Federación de
Estudiantes de la Normal Simón Bolívar de presionar a los profesores y
estudiantes, para que participen del paro movilizado por 24 horas, previsto para
este 21 de abril
"La dirigencia de los maestros urbanos utiliza el fuero sindical de manera
perversa para obligar a los profesores a participar de esas medidas de presión",
dijo el ministro, mientras su colega, el viceministro Rada, negociaba y
movilizaba a las Juntas Escolares para impedir y/o quebrar el paro del
magisterio. La intención gubernamental es usar a los padres de familia y
estudiantes para dividir y enfrentar a los maestros.
Pese a ello, los dirigentes del magisterio anunciaron que no retrocederán en sus
demandas y exigieron el cumplimiento de las promesas electorales de Morales de
nacionalizar los hidrocarburos y triplicar el salario mínimo de 55 dólares a
187. Así, la profesora Vilma Plata aseguró que hasta la fecha el gobierno no
cumplió con ninguno de los puntos del pliego petitorio y explicó que el aumento
del siete por ciento al salario mensual era insuficiente para cubrir el costo de
la canasta familiar.
En promedio, los maestros y trabajadores en salud perciben un ingreso mensual
que no supera los 100 dólares, con los que sólo pueden mantener a sus familias
en los umbrales de la miseria, la desnutrición y el descontento.
"El gobierno quiere acallarnos y mantenernos en la miseria, mientras regala
nuestros recursos naturales a las petroleras (...) Los maestros no vamos a
renunciar al derecho a comer", dijo al cuestionar la intención de Evo Morales de
asociarse con las transnacionales en vez de avanzar a la estatización de esta
industria.
La dirigencia de los maestros y trabajadores en Salud anunciaron, además, que
acatarán la huelga y las movilizaciones decretadas para el 21 de abril por la
Central Obrera Boliviana (COB), que exige la expulsión de las transnacionales y
el total control estatal sobre las reservas de gas y petróleo de Bolivia,
valuadas en más de 150 mil millones de dólares, y que permitirían que el Estado
atienda satisfactoriamente las demandas más premiosas de la población.
Pero mientras esto no ocurra, la actual administración gubernamental, al igual
que sus antecesoras, con escasos recursos económicos y casi siempre al borde de
la bancarrota fiscal, parece condenada a reprimir a la población, tal como
ocurrió este lunes cuando cientos de estudiantes fueron gasificados, golpeados y
dispersados por carros antidisturbios en el centro de La Paz .
A estos estudiantes normalistas de El Alto, que reclamaban por mejores
condiciones de estudio y normas adecuadas para desarrollar sus actividades, el
Gobierno les dio palo, mientras que simultáneamente desacreditaba y escarnecía a
los estudiantes de La Paz.
Así, sin pruebas ni respaldo, el ministro Patzi de Educación denunció que la
Federación de Estudiantes de la Normal Simón Bolívar de La Paz estaba cobrando
100 bolivianos (12 dólares) a los estudiantes que no participaron de sus
movilizaciones anteriores y que ahora estaban presionando para que se sumen a
las movilizaciones del 21.
"Ese es un acto indigno que no se puede hacer con los estudiantes. Voy a
coordinar inmediatamente con la Dirección de las Normales para que prohíba a esa
federación de estudiantes a realizar cobros o recurran a presiones para que
participen de las estas movilizaciones", dijo.