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Aplica Evo Morales un plan de emergencia por paro transportista
La Jornada
El gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, anunció este miércoles
aquí un plan de emergencia para movilizar -utilizando aviones y vehículos
militares y transportistas libres- a cientos de pasajeros varados desde el
martes en diferentes ciudades del país por el paro decretado por el poderoso
gremio del transporte interdepartamental de pasajeros.
La suspensión del servicio se amplió 48 horas más y los empresarios anunciaron
la posibilidad de convertir en indefinido el paro transportista.
"Nosotros no vamos a facturar, se lo decimos abiertamente al gobierno, ya que
nos ha desafiado, lo desafiamos, a ver qué hace para imponernos, con la policía;
¿qué va a hacer?, ¿va a querer muertos?", cuestionó el presidente de la
Confederación Sindical de Choferes de Bolivia -que en realidad aglutina a los
dueños de los autobuses-, José Luis Cardozo.
"Si el gobierno quiere que tributemos todos, que empiecen a tributar los
cocaleros, el cato de coca, que (el presidente) empiece por su sector"
aseveró, en alusión a que el mandatario boliviano continúa siendo dirigente de
los cocaleros.
Los empresarios camioneros se mantienen en un régimen impositivo especial que,
de acuerdo con información gubernamental, les permite tributar, en conjunto,
sólo 14 mil 878 bolivianos (unos mil 860 dólares) anualmente.
A partir del primero de mayo, los empresarios del transporte interdepartamental,
"flotas" le denominan a estos autobuses, deberán ingresar al régimen impositivo
general y emitir facturas, con lo que se espera que ese sector aporte al menos
19 millones de bolivianos (unos 2 millones 375 mil dólares) al año.
Cardozo anunció también que su organización va a actuar conjuntamente con la
Central Obrera Boliviana, de Jaime Solares, y en un inopinado salto pasó de la
negativa a entregar facturas a exigir que el gobierno de Morales "cumpla con su
compromiso al pueblo boliviano de nacionalizar los hidrocarburos".
Aseveró que los transportistas van a dejar de operar en las terminales de
autobuses para hacerlo en las calles, porque "el pueblo no tiene por qué pagar
el derecho de uso de las terminales", que es de 2.50 bolivianos (unos 30
centavos de dólar).
La ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, dio a conocer el plan de emergencia en
los momentos en que desde la contigua ciudad de El Alto se aprestaban a salir
rumbo a las urbes de Cochabamba y Oruro autobuses independientes escoltados por
la Unidad Operativa de la Policía Nacional.
También se dispuso un "puente aéreo" a cargo de Transportes Aéreos Militares,
que con dos aviones realizó el traslado de pasajeros del aeropuerto de El Alto a
la ciudad de Santa Cruz (a dos horas de vuelo), para lo cual cobró un pasaje de
sólo 150 bolivianos (18.75 dólares).
El viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, Alfredo Rada, informó
que el gobierno está dispuesto a discutir y negociar cualquier tema y anunció
que se elaborará una norma para "regular" el precio de los pasajes, ante la
especulación que se registra, sobre todo en las denominadas "épocas altas".
Llamó también a la ciudadanía a manifestarse contra la "intransigencia de
algunas dirigencias sindicales".
Se informó, en otro orden, que la Superintendencia de Transportes solicitó a la
fiscalía de La Paz el comienzo de procesos legales contra los responsables de la
suspensión del servicio de transporte público e impedir el libre tránsito.
Por otra parte, Rada expresó la preocupación del gobierno por los conflictos
suscitados en la provincia de Gran Chaco de Tarija, fronteriza con Argentina,
donde desde hace cinco días hay bloqueos carreteros que han ocasionado el
desabastecimiento de diesel en la ciudad de Montero.
Los bloqueos han impedido también el paso de maquinaria para reparar ductos de
gas dañados por derrumbes ocurridos a causa de las lluvias de los últimos días,
lo que también ha ocasionado desabastecimiento de gas natural.
Las carreteras están obstruidas en Villamontes, Campo Pajoso (a unos 15
kilómetros de la ciudad de Yacuiba) y en el puente internacional que une a las
poblaciones Salvador Mazza (Argentina) y San José de Pocitos (Bolivia).
Los chaqueños exigen que se reconozca que el cantón Ivoca, donde está el
megacampo hidrocarburífero Margarita, se ubica en la provincia Gran Chaco y no
en la contigua de O'Connor, ambas de Tarija.
En el trasfondo está el manejo de los ingresos que percibe la provincia por la
operación del campo en cuestión.
Rada aseveró que si bien el problema es local y el prefecto Mario Cossío no está
logrando resolverlo, el gobierno central decidió coadyuvar con los esfuerzos de
la prefectura tarijeña para encontrar una solución del conflicto.