Latinoamérica
|
Situación Nacional y Posición Frente al Escenario Electoral
Proyecto NuestrAmerica - Movimiento 13 de Abril
http://www.aporrea.org/
A partir 1989 con el Caracazo comienza un proceso de transición donde se marca
una ruptura con las instituciones que perpetuaban el poder constituido: Estado,
FFAA. Iglesia, modelo educativo, sociedad civil, etc. El Estado, la sociedad
civil y fuerzas contrarrevolucionarias del sistema comienzan un proceso de
reacomodo para lograr nuevos niveles de legitimidad otrora perdidos, mientras
que el pueblo y organizaciones políticas entran en una cuenta regresiva para
empoderarse de las herramientas, instrumentos y niveles de protagonismo
necesarios para lograr el avance cualitativo de las fuerzas revolucionarias y
ponerse a tono con la propuesta de nueva sociedad que comienza a perfilarse.
Es ineludible el avance que logrado en el marco del proceso bolivariano
venezolano (1999-2006), en cuanto a la participación del pueblo en la
construcción de un tejido social que manifiesta cada vez mayores niveles de
protagonismo y necesidad de ser Poder.
Lo vemos en la participación en las misiones, sobre todo de orden pedagógico, en
el esfuerzo de miles de personas de distintas edades de estar en ellas y en
cualquier taller de temas políticos, sociales o técnicos que se les brinde para
así ponerse a tono con los niveles de formación que amerita el momento
histórico. Lo vemos en la participación del pueblo en la reserva, comprendiendo
la función de cada mujer y hombre en la defensa y soberanía de su territorio. Lo
vemos en los esfuerzos por poner en marcha el desarrollo endógeno, sobre todo en
las regiones del interior del país, a veces solo contando con un taller de
formación que dio alguna institución, lo que hay en la zona, el intelecto y las
destrezas físicas que se tengan. Lo vemos en el movimiento de pobladores
organizados en comité de tierras urbanos y rurales, poniendo al día la
cartografía social, política, económica y de infraestructura de nuestras
comunidades, y planificando el hábitat, salto cualitativo que va de la toma de
tierra pasando por la sustitución o remodelación del rancho, hasta comprender
que la casa no es solo lo que te da techo y cobija, también es todo donde se
desenvuelve nuestro ser social, como lo comprendían nuestros antepasados
indígenas. Lo vemos en las aguerridas batallas durante el golpe del 2002 y el
paro Petrolero, por devolver a su justo lugar al líder de este proceso el
Presidente Chávez y a las instituciones y empresas del Estado que se comenzaron
a transformar. Lo vemos en la disciplinada actuación llevada a cabo durante el
referéndum del 15 de agosto del 2004, y el espaldarazo al Presidente de la
República en las elecciones de la Asamblea Nacional en diciembre del 2005, a
pesar de notarse el descontento por la gestión de la estructura que se encuentra
por debajo de él. Lo vemos en el intento por comprender y posesionarse de las
herramientas de cogobierno popular y combate a la corrupción y burocracia como
son los consejos comunales y las contralorías sociales, entendiendo con claridad
que son espacios que les pertenecen al pueblo y no pueden ser entregados a los
políticos de oficio como ha pasado con otros espacios de la nueva institución.
Lo vemos en las nacientes propuestas de poder local en las comunidades urbanas,
sedentarias y nómadas. Y por ultimo lo vemos en el cada vez más maduro grito de
los descamisados, los nadie de este pueblo, los indígenas, los campesinos,
quienes en constante movilización comienzan a no callar los improperios y
situaciones que contra su humanidad aun se comenten en este proceso; pero que a
la vez comprenden el fino hilo que ha sido tejido entre el Pueblo y el
presidente Chávez para mantener nuestro proceso y permitir nuestro tiempo de
acumulación, fortalecimiento y cualificación de las fuerzas revolucionarias.
Sin embargo las fuerzas contra revolucionarias han hecho su tarea. Por un lado
han penetrado las nuevas estructuras del Estado venezolano, incluyendo las
misiones y se han petrificado en las viejas, marcando un techo insalvable de
manera regular al proceso de cambios que se viene gestando en Venezuela. La
corruptocracia, clase social que vive del Estado, organizado en mafias, y clanes
y su arte: la matraca, el chanchullo, el chantaje, y la amenaza, son "la forma
que tiene el gobierno de cumplir sus compromisos con la clase
contrarrevolucionaria". La burocracia con su carga de ineficacia e ineficiencia,
hace interminables los compromisos que el pueblo tiene que cumplir para recibir
ese capital semilla que en todos los ámbitos del quehacer social permitirá
despuntar un modelo de desarrollo sostenible y sustentable, una economía social
solidaria y un nuevo modelo de sociedad, perpetuando el desgaste y la desilusión
de este nuevo tejido social frente al constante enriquecimiento de las
oligarquías tradicionales y de la nueva burguesía de la quinta república, con el
apoyo por si fuera poco de la persistente penetración y acción asesina
paramilitar y terrorismo de la oposición en nuestros campos, ciudades y
frontera. (asesinato de campesinos, caso Anderson, etc). Sumado a esto la
presión de los sectores trasnacionales y contrarrevolucionarios por mantener el
control de la política energética y explotación de las cuencas hidrográficas y
de los acuerdos de gobiernos entreguistas y ladrones anteriores que perpetua el
saqueo y destrucción de nuestros territorios y riquezas naturales.
Por último, en el plano de lo internacional, vemos encuentro tras encuentro, los
múltiples esfuerzos realizados fundamentalmente por el Presidente de la
República, algunos de sus operadores políticos y homólogos de otras naciones,
por construir la propuesta del Alba o mejor dicho el intercambio solidario entre
las naciones para superar la pobreza, exclusión y subdesarrollo, desde una
perspectiva antiimperialista e insipientemente anticapitalista, mientras los
yanquis por su lado suman fuerzas, tuercen manos, militarizan fronteras como la
frontera hermana colombiana, mueven tropas hacia el centro del Caribe y zonas
estratégicas del continente, construyen muros (Mexico), atacan naciones que no
se le arrodillan (Cuba). Vemos su maniqueísmo, intervencionismo, violaciones a
los derechos humanos y a las soberanías de los pueblos(Irak). Vemos las
presiones, amenazas, chantajes en pos del ejercicio del fiel cumplimiento a los
compromisos económicos pactados por gobiernos entreguistas y lacayos, todo esto
consistente con los planes editados desde Washintong, los Tratados de Santa Fe,
ALCA, Plan Colombia, Plan Puebla Panamá y pare usted de contar, que van
tendiendo el escenario para impedir definitivamente una alianza internacional
que vaya en contra de sus intereses de explotación voraz contra los Pueblos de
Nuestra América.
En este mismo plano vemos con beneplácito como este año seremos protagonistas y
testigos de procesos electorales de envergadura en Venezuela, México, Nicaragua,
El Salvador, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y el de Haití donde
acaba de ser elegido presidente René Prevál, a pesar de las conspiraciones del
estado yanqui. Procesos en su mayoría fortalecidos con operadores políticos,
partidos y movimientos sociales identificados con la izquierda o
centroizquierda: Chávez-Venezuela-1998, Lagos-Chile-1999, Lula- Brasil-2002,
Kichner-Argentina-2003, Tabaré Vázquez-Uruguay-2004 y Evo Morales-Bolivia-2005.
Destacándose los casos de Brasil, Venezuela, Uruguay y Bolivia con figuras
dentro del gobierno central que provienen de la lucha guerrillera en décadas
pasadas, o local como es el caso de Polo Democrático
Independiente-Bogotá-Colombia y San Salvador con el FMLN, primera fuerza en el
congreso, todos estos países con movimientos sociales en crecimiento y
maduración política que se oponen a las estrategias neoliberales y que
promovieron a estos partidos u operadores políticos desde una nueva manera de
construir y hacer política desde lo cotidiano en la fábrica o lugar de trabajo,
desde el campo, desde el sector indígena, el movimiento social o las
comunidades, colocándonos en un tiempo de características excepcionales en el
plano de lo nacional e internacional.
Frente a esta coyuntura que nos achica la cuenta regresiva entre el transito de
la oxigenación del Estado Burgués, la economía capitalista y la sociedad
neoliberal globalizada, y la profundización del proceso de cambios venezolano
hacia la construcción de la economía social, la revolución cultural y la
cualificación de las fuerzas revolucionarias en un año cuyo principales
escenarios se darán en la contienda electoral presidencial, con una presión cada
vez mayor y directa sobre Venezuela de parte del gobierno de Bush, que intenta
promover una coalición de fuerzas internacionales contra Venezuela (ver
declaraciones de Condolesa Risse frente al congreso Norteamericano), nos
adentramos en el propósito de nuestro debate, sobre cuál es la posición que
debemos tener como Movimiento 13 de Abril, pero aun más como Movimiento Popular
y sus organizaciones político-revolucionarias.
En el marco de la coyuntura antes descrita y conociendo antes que nada la
terrenalidad de las luchas de nuestro pueblo es decir los proyectos, sus
sujetos, su contexto, sus capacidades de movilización, nos planteamos la
siguiente reflexión: Cómo construir una estrategia que aproveche las brechas que
el Estado deja en su estela de corrupción y burocracia para enarbolar las
banderas de los pequeños productores las comunidades urbanas, nómadas y
sedentarias, el movimiento de pobladores, los trabajadores, los cooperativistas,
los movimientos indígenas y campesinos, los movimientos nacionales e
internacionales anticapitalistas y antiimperialistas, usando todos los espacios
de participación, cualificando los consejos comunales y contralorías sociales,
para construir el programa revolucionario y las instituciones del Nuevo Estado
que definitivamente den al traste con el avance progresivo de las fuerzas de la
contrarrevolución y nos ubique en la consolidación de un gobierno y proyecto
revolucionario con Chávez a la cabeza y el pueblo gobernando en cada una de sus
instituciones. Para dar respuesta a esta reflexión nos planteamos lo siguiente:
El escenario electoral es un espacio para la cualificación, alianza y
fortalecimiento de las luchas de nuestro pueblo, para la participación
democrática y protagónica por defensa y soberanía de nuestro país, desde esta
perspectiva, el movimiento popular debe tomar la dirección orgánica de la
campaña electoral, perfeccionar la formación político y militar (pueblo en
armas) de sus fuerzas revolucionarias e iniciar una campaña agitativa que nos
permita: primero, contextualizar nuestras luchas y definir con claridad que
esperamos por nuestro voto revolucionario, esto puede conducirnos a visualizar
por ejemplo: en el marco de la lucha contra la corrupción y de la burocracia,
prácticas y sujetos que enmascarados en un supuesto apoyo al proceso y siendo
funcionarios públicos obstaculicen la profundización de la revolución, nuestra
tarea será desde los espacios de participación inventariar sus practicas,
identificarlos y exigir su salida del gobierno revolucionario en construcción.
Segundo construir una plataforma de alianzas con todos los factores del
movimiento popular que se quieran sumar "Por Todas Nuestras Luchas" generando
desde la terrenalidad de ellas el Programa Revolucionario por el cual "10
Millones de voluntades se sumarán para profundizar el proceso". Tercero: en el
marco de la unidad alcanzada por el movimiento popular y respetando la autonomía
y dinámicas del mismo, construir colectivamente un plan permita ir tensionando
nuestras luchas y movilizaciones locales, regionales, nacionales e
internacionales al calor de una misma fragua, para de esta manera apuntar hacia
una contundente movilización diversa y multicolor que en el marco de el último
período antes de finalizar la campaña electoral, presente los acuerdos de esta
gran "Alianza por Todas Nuestras Luchas" del pueblo venezolano, en cuanto al
Programa y Gobierno Revolucionario que esperamos se ejecute una vez reelegido
democráticamente nuestro Presidente Chávez.
Para iniciar este proceso la coordinación del Corredor Noroeste-Caracas del
Movimiento 13 de Abril invita a militantes del M13A, amigos, simpatizantes,
organizaciones políticas y movimiento popular en general en el plano local,
regional, nacional e internacional a hacer una serie de debates a partir de la
discusión de este y otros materiales que se propongan, hacer propuestas y
culminar en una primera etapa, en una conferencia con los voceros elegidos por
de las distintas organizaciones del pueblo, a realizarse en Caracas entre
finales de Marzo y mediados de Abril, con miras a generar los acuerdos,
acompañamientos, estrategias, la plataforma de acción y lucha en el Escenario
Electoral, reiterando como antes dijimos la necesidad ineludible de que el
movimiento popular tome la dirección orgánica de la campaña electoral.
¡¡Por Todas Nuestras Luchas!!:
"10 Millones de voluntades para profundizar el proceso"
"Comando del Pueblo. Por la Revolución: Chávez. 10 Millones"
"Contra la burocracia, la corrupción y el imperialismo.10 Millones"