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El Salvador: Discriminación contra indígenas y migrantes
Adital
Este lunes, 27 de febrero, una delegación no gubernamental presentó ante el
Comité Internacional contra el Racismo de las Naciones Unidas (CERD) un informe
shadow (informe sombra) sobre la existencia de discriminación en El Salvador
contra poblaciones indígenas y migrantes nicaragüenses por parte del Estado
salvadoreño. Un informe shadow es un contrainforme al reporte oficial que cada
Estado firmante de la Convención Internacional para la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial debe presentar ante el CERD cada dos o cuatro
anos. El Salvador no había presentado un informe desde 1995, hace 10 años.
En su reporte, el gobierno salvadoreño afirma que en El Salvador la población
indígena se encuentra dispersa entre la totalidad de la sociedad salvadoreña y
que por ello no existe racismo en el país, así como tampoco es necesaria una
legislación especial para proteger los derechos de los indígenas. También la
delegación oficial salvadoreña afirmó ante el CERD que no piensan ratificar el
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) porque eso
violentaría el derecho a la igualdad contemplado en la Constitución de la
República de El Salvador.
La delegación no gubernamental estuvo integrada por Gustavo Pineda (asesor legal
de comunidades indígenas en El Salvador); Flor Maria Mendoza (migrante
nicaragüense en El Salvador en los últimos 10 años); y Celia Medrano, encargada
de la oficina de derechos humanos del Programa Centroamérica de la Federación
Luterana Mundial.
Han afirmado también que el reconocimiento moral y económico para los
sobrevivientes y familiares de las víctimas de hechos perpetrados contra
poblaciones indígenas, como el genocidio en las poblaciones de Izalco de 1932 y
la masacre de Las Hojas en 1982, es imposible puesto que está vigente una ley de
amnistía general que impide la investigación y resarcimiento en estas
situaciones.
Tales afirmaciones provocaron serios señalamientos por parte de los diferentes
miembros del CERD, quienes le han recordado al gobierno de El Salvador que
diferentes estudios revelan la existencia de al menos un 12 por ciento de la
población salvadoreña es indígena, algo que la delegación gubernamental no pudo
negar frente al Comité.
Para la delegación no gubernamental que presentó el informe shadow es importante
que El Salvador ratifique el Convenio 169 de la OIT; que reconozca la existencia
y derechos específicos de los pueblos indígenas legislando especialmente para
ello e impulsando políticas estatales concretas; que reconozca que El Salvador
es país receptor de población migrante (en especial hondureña y nicaragüense) y
aplique medidas especificas para la garantía de esta población en particular
situación de vulnerabilidad.