VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

Más noticias sobre la profecía del Pachacuti

Wilson García Mérida
Datos & Análisis

En la antigua sociedad quechua-aymara, a los nacidos en día soleado se les llamaba "Tupac", que en el doble idioma de los incas significa "iluminado" o "resplandeciente". Y cuando el demiurgo de la historia son el sol, las lluvias y los cataclismos que están transformando las conciencias del mundo, significa que la profecía del Pachacuti se está cumpliendo en un inédito nuevo ciclo de alianzas universales.

"Estábamos tan ciegos de racismo que no vimos el arco iris que teníamos ante nuestros ojos" decía Eduardo Galeano mirando hacia el Illimani, el eterno nevado, el día en que el escritor uruguayo estuvo en La Paz para asistir a la posesión de Evo Morales Aima, en ese acto que más parecía una entronización asistida por cientos de miles de indios danzando bajo la lluvia.

La lluvia. El agua. El desborde. El arco iris. La alborada. El Pachacuti. El Jacha Uru

Los ojos de Evo Morales llovieron de emoción el momento en que se le imponía la banda tricolor republicana; y no era para menos porque la utopía había dejado de serlo al fin. Ahora el sol brillará para todos según el designio. El arco iris del nuevo amanecer (Jacha Uru) vendrá irremediablemente después de la tempestad (Pachacuti), cumpliéndose la profecía.

En la dialéctica andina, que es holística, los fenómenos naturales ejercen un rol social determinante y la historia tiene por demiurgos al sol, la lluvia, las semillas y los ríos. La fecundidad y la fertilidad se rigen por el tipo de relación que establecen los seres humanos entre sí y con los demás eslabones del ciclo evolutivo, incluyendo diosas y dioses. Y de ahí viene la definición de Pachacuti, como Sepúlveda señaló: "Una especie de renacer de las personas que se produce a partir de un fenómeno climático o un gran movimiento social que deriva en una transformación total de las conciencias".

La otra historia

Históricamente hablando, el primer Pachacuti se produjo en el periodo del Tiwanacu temprano, 1.500 años antes de Cristo aproximadamente, cuando un gran diluvio elevó el nivel de las aguas del lago Titicaca; y el dios Tunupa, navegando en su manta convertida en balsa, fue abriendo la tierra hacia el sur (pasando por el actual territorio aymara-boliviano) entre cerros y pampas mediante un serpenteante camino que dio origen al río Desaguadero, el cual resulta ser un cause natural del Titicaca que desembocaría formando los lagos Uru Uru y Poopó. Este cataclismo formador de nuevas hidrografías, unificó a las etnias que hicieron del Tiwanacu una esplendorosa civilización. Ver al respecto nuestro ensayo en La Fogata: http://www.lafogata.org/06latino/latino1/bol_27-1.htm
El segundo Pachacuti registrado por la historia se dio en la última mitad del siglo XV de nuestra era. Quechuas y aymaras, de común matriz tiwanacota, entraron en conflicto porque los primeros emprendían un proceso civilizatorio pretendiendo imponer un culto monoteísta al dios sol de los incas; mientras los aymaras, aferrados al comunitarismo politeísta, oponían tenaz resistencia a aquella expansión incaica proveniente del Cuzco. El inca Pachacutec inició la conquista quechua sobre las aymaras y fracasó militarmente, dejando a su hijo Tupac Yupanqui la tarea resolver el conflicto en el plano religioso, para lo cual este monarca quechua "negoció" con los dioses aymaras un pacto de respeto mutuo y se comprometió a ser "huacsa" (sacerdote devoto) de esa comunidad de deidades, desistiendo del original plan monoteísta. El dios aymara Macahuisa aceptó la oferta del inca Tupac Yupanki, y "comenzó, poco a poco, a caer bajo la forma de lluvia. Los hombres de las comunidades rebeldes empezaron a organizarse, preguntándose que podría significar este fenómeno. Atacándolos son sus rayos, Macahuisa aumentó la lluvia y así abrió quebradas por todas partes, y arrastró a los miembros de todas estas comunidades rebeldes con sus aguas torrenciales".

Después de tales inundaciones vino la paz entre los pueblos quechuas y aymaras, y correspondió al inca Huayna Cápac, hijo de Tupac Yupanki, ejercer la nueva hegemonía en el emergente Estado Comunitario, expandiendo el imperio hasta los límites de los actuales territorios de Chile y Argentina en un proceso que fue liquidado abruptamente por la irrupción del conquistador español.

Pachacuti en el siglo XXI

Según el Reporte Metereológico emitido por el Programa de Manejo Integral de Cuencas (Promic) para enero, en el pasado mes se registró "un superavit de 55%" en las lluvias del año hidrológico, lo que significa que las precipitaciones en este periodo fueron las más intensas que se recuerde en los últimos años.

Este singular ciclo lluvioso que sigue arrasando poblaciones no sólo en el territorio boliviano sino en el mundo entero, se expresa con la formación de nuevos causes fluviales en zonas antes ocupadas por caseríos y poblados. En Asia, el Tsunami de diciembre convirtió en lagos navegables ciudades ahora sumergidas y extintas.

Este cataclismo universal ha sido el contexto en el cual Bolivia eligió y ungió a Evo Morales como el Primer Presidente Indígena en nuestra su secular historia de apartheid. Durante los actos de su posesión, el sol y la lluvia protagonizaron una armoniosa danza de señales casi mágicas que fueron registradas por cientos de cámaras televisivas. El pronóstico metereológico anunciaba que el sábado 21 de enero la zona de Tiwanaku sería anegada por una intensa precipitación pluvial y así fue, sólo que cuando Evo Morales emitía su mensaje desde la pirámide de Akapana, la lluvia se desplazó hacia los entornos de ese escenario, el cielo se despejó circularmente en medio de las nubes negras y dio paso a un radiante sol que iluminaba las palabras del Presidente Indígena. Terminado el acto, la lluvia volvió a caer caudalosa.

¿Tupac Evo Morales?

El domingo 22 de enero, día de la posesión formal, también fue una jornada lluviosa y asoleada a la vez, con un arco iris que inspiró a Galeano. Dirigiéndose a los cientos de miles de indios que acudieron a saludar a su Presidente en la Plaza de los Héroes, Evo Morales relató que en la madrugada de ese día tuvo un insomnio que le reveló un Jacha Uru (la alborada después del cataclismo). "A eso de las cuatro de la mañana finalmente logré conciliar el sueño y en esa breve dormitada soñé que me hallaba en una orilla del Lago Poopó, y desde la otra orilla salía el sol, radiante".

En la antigua sociedad quechua-aymara, a los nacidos en día soleado se les llamaba "Tupac", que en el doble idioma de los incas significa "iluminado" o "resplandeciente". Uno de los gobernantes más lúcidos del incario se llamó Tupac Yupanki, que traducido a nuestro español significaría "el solidario iluminado".

Tupac Amaru en el norte quechua del Titicaca y Tupac Katari en el sur aymara del lago sagrado, fueron caudillos que no sólo tuvieron el mismo trágico final en la lucha contra los españoles. El nombre de ambos tiene el mismo significado: "serpiente resplandeciente". Amaru en quechua y Katari en aymara quieren decir víbora o serpiente, ser que en la cosmogonía andina simbolizaba la sabiduría y la paciencia, bajo la luz siempre radiante del pronombre "Tupac".

Ergo: no es aventurado en modo alguno sugerir que el primer Presidente Indígena de Bolivia pudiera llamarse oficialmente Tupac Evo Morales, el Aimara. 

Fuente: lafogata.org