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Detrás del ataque de Rice hay un mar de dólares para la oposición golpista
Antonio Guillermo García Danglades *
El pasado 16 de febrero, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza
Rice, debió defender ante el congreso estadounidense la partida de $35.1
billones del presupuesto nacional de 2007 dedicado al Departamento de Estado y
sus agencias satélites como la USAid y el NED. Como autoridad máxima de las
relaciones internacionales después del presidente, y no de manera personal como
lo intenta hacer ver con la mayor desfachatez el embajador William Brownfield,
Rice echó mano de la misma retórica de "lucha contra el terrorismo" y "promoción
de la democracia" que ha utilizado la administración Bush en su campaña global
neoimperialista, para atacar al presidente Chávez, defender a su aliado Súmate y
victimizar a pueblo venezolano.
No obstante, detrás de los ataques de Rice y la fracasada estrategia de
"inoculación" que el Departamento de Estado ha intentado aplicar en Venezuela en
los últimos años, se esconde un mar de dólares destinados a las actividades
conspirativas de la oposición golpista que busca subvertir el orden publico e
institucional en pleno año electoral mediante huelgas virtuales y acciones
terroristas que faciliten la intervención extranjera.
El presupuesto del Departamento de Estado para sus operaciones en el extranjero
se incrementó en un 14% para llegar a $23.72 billones. Buena parte de este monto
será dedicado a las operaciones del USAid y NED, agencias que en los días
previos al golpe del 11 de abril le otorgaron a la oposición extremista mas de
un millón de dólares para financiar sus actividades golpistas. El presupuesto
del NED, por ejemplo, se duplicó a $80 millones, de los cuales mas de $100 mil
están destinados a Súmate y su proyecto de "educación electoral" que inició en
2003 con $53 mil, aunque este "donativo" fue utilizado para solicitar el
desconocimiento del presidente Chávez, preparar un referéndum consultivo ilegal,
cometer un masivo fraude con la solicitud del revocatorio, y poner en marcha una
campaña antidemocrática destinada a desacreditar el Poder Electoral, exigir la
eliminación del voto automatizado, defender el anacrónico sistema manual
puntofijista de "acta-mata-voto" para el conteo de votos, promover la
abstención y boicotear los procesos electorales.
Este presupuesto también incluye el Fondo de Apoyo Económico, el cual estima un
total de $152.1 millones para "promover los objetivos de la administración Bush
en el hemisferio occidental." De este monto se espera destinar $50 millones para
apoyar al nuevo gobierno de Haití, siempre y cuando el presidente electo se
mantenga alejado de Aristide, Castro y Chávez, tal y como se lo habrían sugerido
las autoridades estadounidenses.
Asimismo, habrán $47 millones disponibles para proyectos relacionados a la lucha
contra la corrupción, intercambio educativo e implementación de políticas
publicas en Centroamérica, México y República Dominicana.
Específicamente en Nicaragua, el fondo se utilizará para constituir un nuevo
Consejo Electoral, reformar los partidos políticos y "proteger los avances
democráticos" de una eventual victoria del candidato sandinista, Daniel Ortega.
El fondo también dispone de $9 millones para aquellas organizaciones que
trabajan por una "rápida transición hacia la democracia y la economía de
mercado" en Cuba, y otros $19.5 millones para "consolidar los avances
democráticos" en América del Sur.
En el caso de Venezuela, habrá una partida disponible para las ONGs dedicadas a
"fortalecer las instituciones democracias, promover el imperio de la ley, los
derechos humanos y la libre prensa", lo cual coincide plenamente con los fines y
objetivos que Súmate adoptó en su ultima reestructuración inmediatamente después
del encuentro Machado-Bush. De esta partida también se beneficiarán los partidos
políticos que "promuevan la democracia," por lo que no extrañaría que Acción
Democrática, aliado de Súmate en su campaña desestabilizadora abstencionista,
sea también beneficiario del mar de dólares que destina Washington a las
actividades golpistas de la oposición.