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Pese a la postura de sus principales dirigentes, un informe de técnicos del MPP critica la instalación de plantas de celulosa (*)
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Contrariamente a la posición de los principales dirigentes del Movimiento de
Participación Popular (MPP), sector político más votado del oficialismo, que se
pronunciaron en los últimos meses con vehemencia a favor de la instalación de
las plantas de celulosa de Botnia y ENCE en Fray Bentos y en contra de los
movimientos ambientalistas, un documento elaborado por técnicos del MPP a lo
largo del 2005 determinó que "no existe posibilidad de realizar un control
eficiente y riguroso de efluentes y emanaciones de las plantas", que la
contaminación "repercutirá en la calidad de vida de los pobladores" de Uruguay y
de Argentina y que esos emprendimientos generan "una pérdida de recaudación
fiscal para el país".
El trabajo fue redactado por el Centro Artiguista por los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (CADESYC), un instituto técnico integrado en su mayoría
por militantes de ese sector político, y se encuentra publicado en su página web.
Consta de 30 páginas en las que se recopilan varios informes elaborados en el
2005 por el Grupo de Medio Ambiente de ese instituto, con varias críticas a los
efectos ambientales, sociales y económicos de las plantas de celulosa.
Los principales dirigentes emepepistas, el ministro de Ganadería, José Mujica,
el senador Eleuterio Fernández Huidobro, y el dirigente tupamaro José Marenales,
realizaron en las últimas semanas una fuerte defensa de los emprendimientos
forestales. "Será muy difícil pensar que algún día dejen de plantarse bosques en
Uruguay por más que así lo pretenda la izquierda cholula, amante de los
pajaritos y de las ballenas blancas, hija de la bobeta, apartada de la realidad
pero debidamente muy bien financiada por las ONG de cada uno de los bloques y la
cholulez planetaria", dijo Fernández Huidobro en diciembre en una sesión del
Senado.
Mujica, por su parte, opinó sobre la oposición argentina a los emprendimientos
que "toda esta patraña que se ha montado no es otra cosa que politiquería
barata" y que le gustaría que también se instalara en Uruguay "una fábrica de
papel". Marenales también defendió a la industria forestal.
"Yo le digo a quienes están trabajando este tema, principalmente a los
ecologistas: ustedes van al baño y usan papel, a no ser que se limpien con
pasto. O sea que si siguen necesitando papel para el baño, en algún lugar hay
que fabricarlo", dijo en una entrevista con el semanario "Question
Latinoamérica".
"Resignación de soberanía". Pero los estudios del CADESYC, instituto financiado
y mayoritariamente constituido por el MPP, no son tan optimistas sobre los
efectos de la instalación de dos plantas de celulosa. El documento emitido por
ese centro de estudios afirma que "con las herramientas técnicas que disponen
los organismos estatales (...) no existe la posibilidad de realizar un control
eficiente y riguroso de efluentes y emanaciones de las plantas de celulosa".
"Existen mejores técnicas disponibles para el procesamiento de celulosa desde el
punto de vista de la preservación de los recursos naturales renovables, como las
plantas de ciclo cerrado (sin efluentes o mínimos) y de producción de celulosa
totalmente libre de cloro (TCF)", consigna el informe, refiriendo a las
tecnologías invocadas porgrupos ambientalistas como Greenpeace.
Además, los técnicos del MPP estiman que "la afectación ambiental derivada de
estos emprendimientos no sólo repercutirá en la calidad de vida de los
pobladores de nuestro país, sino también de los vecinos que comparten el río
Uruguay". Según el CADESYC, además de perjuicios ambientales, los proyectos de
Botnia y ENCE ocasionarán también pérdidas económicas.
"El establecimiento de este tipo de emprendimientos en una zona bajo régimen de
zona franca, genera una pérdida de recaudación fiscal para el país muy
importante", lo que constituye una "resignación de soberanía", afirma el
documento. Los técnicos del MPP consideran que "el monocultivo forestal de
eucaliptos, enfocado hacia la producción de materia prima para abastecer las
plantas pulperas, propende a la despersonalización, extranjerización y
concentración en el régimen de tenencia de la tierra".
También sostienen los especialistas que los emprendimientos generan un "riesgo
(...) respecto de la trazabilidad de los productos agropecuarios" y que "si el
precio del petróleo y sus derivados continúa su tendencia alcista (...) valdría
la pena considerar la utilización de la madera como combustible para la
generación de energía".
"Los procesos industriales de transformación mecánica de la madera, generan
cadenas de valor agregado notoriamente superiores a los de transformación
química" y "las plantas de celulosa son los emprendimientos industriales que
generan menos puestos de trabajo directo, en función del capital invertido",
agregan.
Incluso, la reforma constitucional que estatizó los servicios de agua y
saneamiento fue mencionada en el texto elaborado por el CADESYC. "El enorme
consumo de agua que este proceso conlleva (90.000 metros cúbicos por día, sólo
la planta de Botnia) debería revisarse, en vista de que desde el 31 de octubre
de 2004 el agua es un recurso consagrado por la voluntad popular como de dominio
público, a través de un referéndum", señala.
"Los necesarios gastos del país en infraestructura adaptaciones territoriales,
su renuncia a la soberanía, incluso económica en las zonas francas y los gastos
de servicios ante una población local acrecentada en condiciones precarias ¿no
rendirían más si se aplicasen a favorecer la vida económica local ya existente,
con emprendimientos turísticos, apícolas, de pesca y agricultura? ¿Seguiremos
recibiendo la industria pesada que los ricos ya no quieren en sus tierras?", se
preguntan los técnicos del MPP.
(*) El documento completo, en formato pdf, se encuentra en: http://www.cadesyc.org/download/aporte9_medio_amb_informe_nov05.pdf
Fuente: lafogata.org