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Política indígena
Adital
El Foro en Defensa de los Derechos Indígenas (FDDI)
manifiesta su repudio a los recientes actos del gobierno federal que, según la
entidad, evidencian una intencionalidad de desmantelar la política indigenista,
"con flagrantes violaciones de los derechos consagrados de los pueblos
indígenas". Por ejemplo la invasión y agresión de la Policía Federal a los
Tupiniquim en Aracruz, Espírito Santo; la expulsión de los Guaraníes de sus
tierras en Nhanderu Marangatu, Mato Grosso do Sul; las presiones contra el
pueblo Pataxó-Hã-hã-hãe, en el sur de Bahía y contra el pueblo Macuxi, en
Roraima; la determinación de proseguir con la transposición y la construcción de
más hidroeléctricas en el Río São Francisco, en detrimento de los pueblos
indígenas y otras comunidades de la región; la tentativa de anular el Decreto de
homologación de la Tierra Indígena Jacaré de São Domingos, del pueblo Potiguara,
en Paraíba; y la falta de atención generalizada de la salud de los pueblos
indígenas en distintas regiones del país (Vale do Javari, sur de Pará, Maranhão,
Roraima, Tocantins, Amapá, entre otros).
Según el Foro, se suman a estos hechos las recientes declaraciones del
presidente de la FUNAI (Fundación Nacional del Indio), Mércio Pereira Gomes, que
sostuvo públicamente su apoyo a la intervención del Supremo Tribunal Federal
para limitar las reivindicaciones territoriales de los pueblos indígenas y, para
quienes, "hasta ahora, no existen límites para sus reivindicaciones
territoriales".
El FDDI considera inadmisible que el gobierno brasileño asuma y corrobore, por
intermedio de algunos de sus representantes, políticas antiindígenas llevadas a
cabo por hacendados, gobernadores y políticos ligados al agronegocio, con apoyo
de segmentos de los Poderes Judicial y Legislativo. "Afuera se ve la desastrosa
ejecución de acciones de salud, con un número asustador de muertes ya
ampliamente divulgado por los medios de comunicación nacionales e
internacionales, y la falta de reconocimiento e implementación de una educación
escolar indígena verdaderamente diferenciada, la parálisis de los procesos de
reconocimiento de tierras indígenas es un ejemplo inminente de este
alineamiento".
La movilización del Abril Indígena, ocurrida en abril de 2005, solicitó a las
autoridades del gobierno federal, en especial al Ministro de Justicia, Márcio
Thomaz Bastos, medidas para la conclusión de los procesos administrativos para
la demarcación de 14 tierras indígenas, que se encontraban en análisis en el
Ministerio de Justicia, esperando tener sus límites declarados a efecto de su
demarcación administrativa. Pasados 10 meses de esa solicitud, no hubo ninguna
respuesta por parte del Ministerio y solamente una tierra indígena, Yvy Katu,
del pueblo Guarani-Nhãndeva, en Mato Grosso do Sul, tuvo sus límites declarados.
Al contrario de lo que había prometido, en audiencia realizada con líderes de la
movilización indígena de abril, el Ministro de Justicia ha retardado las medidas
administrativas para la demarcación de las tierras indígenas, convirtiendo en
práctica común la devolución de los procedimientos a la presidencia de la Funai.
Fueron tratados de esta manera, entre otras, las siguientes Tierras: Manoki
(Mato Grosso), Morro dos Cavalos (Santa Catarina), Toldo Imbu (SC), Balaio
(Amazonas), Pitaguary (Ceará), Cachoeirinha (MS) y Kariri-Xokó (Alagoas). En
total son 29 las tierras indígenas con procedimientos paralizados.
La Funai también ha reducido el número de Grupos Técnicos (GT) destinados a la
identificación y delimitación de las tierras indígenas. En el primer semestre de
2005, ningún nuevo GT de identificación y delimitación de tierras indígenas fue
creado. Sólo una pequeña tierra fue delimitada, Sapotal, del pueblo indígena
Kokama (AM). La Funai no le dio continuidad a los 28 estudios de identificación
realizados en los dos últimos años. Quedaron sin seguimiento también los Grupos
de Trabajo creados para rever los límites de 18 tierras indígenas. Largas
prórrogas de plazo para la entrega de informes de identificación están siendo
concedidas; por ejemplo las tierras Tapeba (CE), prorrogada por 638 días,
Tumbalalá (Bahía) por 308 días y Karintiana (Rondônia) por 306 días. Además
existen cerca de 240 Tierras Indígenas reivindicadas por los pueblos indígenas
que están en la Funai esperando que este órgano tome iniciativas para su
regularización y de las cuales sólo 64 tuvieron sus procesos administrativos
para su demarcación iniciados.
Para el Foro, como consecuencia de esta parálisis, se constata el crecimiento
del número de conflictos por la posesión de la tierra indígena, exponiendo a
miembros de las comunidades y líderes indígenas a la violencia y al exterminio,
que cuenta con el apoyo resultante del avance acelerado de la devastación
ambiental promovida por el agronegocio y por las companías de explotación minera
sobre las Tierras Indígenas.
"Por lo tanto, se puede afirmar que hasta ahora el saldo de la política
indigenista del actual gobierno es negativo. El gobierno brasileño no demarca
más las tierras indígenas, lleva adelante una política de abandono en la
atención de la salud indígena, no garantiza una educación escolar indígena
verdaderamente diferenciada, y no cumple su obligación legal de asegurar a los
pueblos indígenas su participación en la elaboración y ejecución de políticas
públicas que traten sobre sus intereses".
Traducción: Daniel Barrantes -
barrantes.daniel@gmail.com
Fuente: lafogata.org