Latinoamérica
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Aleida Guevara, hija del Che visita países nórdicos
Que no pase lo de Chile en 1973, Bolivia debe unirse junto a Evo
Jaime Padilla
Bolpress
MALMOE, Suecia. Para garantizar los cambios que se propone realizar el
presidente Evo Morales, Aleida Guevara ve como necesaria y urgente "la unidad
del pueblo boliviano".
La hija del legendario líder guerrillero y pensador revolucionario, llegó a
Escandinavia el sábado 4 para participar en la campaña internacional en favor de
la libertad de los cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en Estados
Unidos. Antes de arribar a a Suecia, ella cumplió una apretada agenda en la
capital danesa y tiene compromisos similares en Finlandia, Islandia y Noruega.
Ante una pregunta formulada por este corresponsal en torno al mensaje de Evo Morales en el momento de su asunción como presidente de Bolivia, el 22 de enero reciente, cuando expresó: «esta revolución cultural democrática, es parte de la lucha de nuestros antepasados, (...) es la continuidad de Che Guevara». Aleida dijo: «Si el pueblo boliviano no se arma, puede tener dificultades en el futuro», dijo en Suecia Aleida Guevara March, hija del comandante guerrillero Ernesto Che Guevara.
Y Aleida agregó: «Evo dijo en ese momento que es seguidor del Che, excepto en la cuestión de las armas. Yo creo que ahí se comete un error. Con un pueblo armado, es la única manera de defender las conquistas», dijo recordando la situación chilena de 1973. «Todo el mundo tiene como experiencia lo que pasó con Salvador Allende, el pueblo no estaba armado para defenderse, por tanto el ejército aplastó un proceso muy hermoso en el sur del continente. Es por esto que Bolivia puede tener dificultades, porque es un país que ha sido vendido al capital extranjero», expresando su temor.
Sin embargo, puntualizó que «El pueblo boliviano es el único que debe decidir» cómo seguir la lucha de su liberación. Dijo también estar convencida que Bolivia se halla hoy frente a grandes desafíos, los de «rescatar sus propios recursos energéticos, es una tarea de gigantes. Esperemos que Evo pueda hacerlo», añadió señalando la necesidad de mantener la unidad del pueblo.
«Una unidad sobre todo alrededor de Evo, para que como presidente él pueda hacer cosas importantes», reiteró.
Aleida Guevara subraya también la enorme voluntad solidaria de los cubanos: «Ayudaremos al pueblo boliviano en sus programas de desarrollo cultural y salubridad. Cuba siempre estará al lado de lo que el pueblo boliviano decida, pero en lo que respecta a la política, en eso, no tenemos voz ni voto», dijo.
Aleida insistió en la unidad de los pueblos como única garantía para hacer la revolución. «Venezuela es el único país activo en ese sentido y por desgracia no está muy cerca de Bolivia» dijo. «Bolivia necesita unirse y apoyar a su presidente en todas las cosas y medidas que beneficie a su pueblo» dice con énfasis, porque según sus observaciones los procesos políticos del sur «hasta ahora no han hecho mucho en favor del pueblo». De esa manera identificó a Brasil, Argentina y Uruguay.
«Sería una buena señal en el continente, que surgieran movimientos sociales
más fuertes que impulsaran realmente todo lo que se necesita hacer», agregó ante
la ausencia de cambios para romper con la política neoliberal, que no dejan de
acechar bajo la modalidad del libre mercado, como el ALCA.
La gira por países nórdicos
Aleida Guevara March llegó a Escandinavia el sábado 4, para participar en la campaña a favor de la libertad de los cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos y denunciar las agresiones contra su país. Antes de arribar a a Suecia cumplió una apretada agenda en la capital danesa y tiene similares compromisos en Finlandia, Islandia y Noruega.
Su presencia en la ciudad de Lund, en el sur del país, coincidió con el tercer día, (domingo 5), del Skåne Social Forum, evento que por tercer año consecutivo se efectúa, por espacio de tres días, para discutir los problemas de desarrollo de los países del tercer mundo, la solidaridad, la democracia y la globalización.
Fue en esta tribuna donde Aleida denunció la política de doble moral de Estados Unidos y convocó a su vez a la solidaridad internacional apoyar la campaña para lograr la libertad de los cinco cubanos presos en Estados Unidos.
En 1998 fueron detenidos en Miami, Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero, condenados en 2001, a penas que van de 15 años a cadena perpetua, todos inculpados por recoger información sobre actividades terroristas de grupos radicados en Estados Unidos.
«Los grandes medios de prensa en el mundo callan la inocencia de los Cinco» dijo. «Nosotros somos un país que ha sido víctima del terrorismo del gobierno de Estados Unidos, desde hace más de 45 años. Pero aquí estamos resistiendo y con mucha alegría de vivir», dijo con una amplia sonrisa.
Explicó en el mismo marco, los alcances sociales de la revolución cubana. «En 1959 mi país tenía una mortalidad infantil de un 60 por 1000, ahora es de un 6,2, digan si eso no es un avance», preguntó al tiempo de enumerar que Cuba antes tenía un 33% de analfabetismo y hoy da médicos y profesionales a todo el mundo. «Como ven con lo de antes y con la Cuba de hoy hay una enorme diferencia».
Cuestionó el armamentismo y la guerra, como los principales obstáculos del desarrollo en muchos pueblos que padecen y soportan en distintos puntos del planeta, el hambre, la falta de agua potable y los bombardeos a poblaciones civiles. Citó a Irak como «ese infame atropello».
«Cuba misma fue víctima de la guerra bacteriológica en un tiempo, y el autor es siempre en todas partes el mismo, el gobierno de Estados Unidos», dijo.
«Estados Unidos cada año gasta miles de millones de dólares para sus guerras y nos habla de democracia y de los derechos humanos.¿Digan sí esto no es una sinvergüenzura?», preguntó a los asistentes, que habían llegado al Skåne Social Forum, desde ciudades vecinas para escuchar a la hija del Che.
Aleida hija mayor del segundo matrimonio del Che. Tiene 43 años y es médica pediatra. Por su carismática personalidad dicen de ella que se parece mucho a su padre. Habla con propiedad de la revolución cubana, de la aspiración de los pueblos a su autodeterminación. Bajo un tono a veces humorístico dice las cosas claras y directamente. Suele acudir en la conversación a momentos de su infancia, rescata hasta los detalles más pequeños de sus vivencias y de lo que recuerda de su padre. «Hay recuerdos que han quedado conmigo, y otros porque fueron contados por mi mamá, que lo amó extraordinariamente y transmitió a sus hijos ese amor». Aleida tenía cinco años de edad cuando su padre fue asesinado en Vallegrande, Bolivia. Dice sentirse orgullosa de ser hija de un luchador. De niña presenciaba diariamente el paso de muchachos que pasaban frente a su casa coreando: «cuchillo, cuchara/ que viva el Che Guevara». De joven -dice- también ella quería ir a luchar por el mundo como el Che.
Se podría decir que Aleída siguió los pasos de su padre, pero, a su manera, porque eligió ser médico. Estuvo en Nicaragua y Angola atendiendo a los más necesitados y viajó mucho por el mundo.
De ese su bagaje de recuerdos y sueños, admite que hace muchísimo tiempo ella ansiaba llegar alguna vez a las tierras de los vikingos. La lectura le había ilustrado sobre esos grandes navegantes, que habiendo sido conquistadores sin embargo no le legaron a los escandinavos modernos esa fuerte impronta.
Cuando relata sus anécdotas no pone ningún reparo para entonar una cancioncilla infantil «Vikingo..vikingo...Matías no se baña en domingo», bromeó así con Matías, el joven argentino-sueco, que ofició de traductor en los actos.
La hija del Che está acostumbrada liar con periodistas de toda clase. Previo a un último acto en la ciudad de Malmö, el domingo por la noche, sostuvo un encuentro con los medios de prensa locales. Antes les advirtió que la libertad de prensa, según como se entendía, obedece en definitiva a los grandes intereses económicos.
No faltó la consabida interrogante «qué pasará en Cuba después de la muerte de Fidel Castro», o de la interpretación que tienen los cubanos de la democracia. No se privaron los periodistas de preguntarle por supuestos periodistas presos en Cuba y de la falta de libertad de expresión.
Para Aleida la culpa no es de los periodistas, pues ellos también trabajan, «pero trabajan para un medio que tiene sus propios intereses», dijo al explicar que casi siempre se genera una confusión de la que se podría salir fácilmente manteniendo una visión más amplia de lo que acontece en el mundo.
«Por que se ocupan tanto de periodistas presos en Cuba, sí estas personas son mercenarios reclutados por la FBI y pagados para desarrollar espionaje en importantes rubros de mi país. Nosotros tenemos también el derecho de defendernos ¿no?", preguntó.
«Así como los suecos aquí fácilmente critican a Cuba, pero no cuestionan ni hacen un reclamo fuerte en favor de los cientos de prisioneros en la base de Guantánamo», dijo.
A criterio de Aleida Guevara estas situaciones que pretenden generar una polémica internacional, son el resultado de la doble moral de muchos gobernantes que se prestan para condenar a Cuba y dejan libre de culpa al gigante que les agrede con todos los medios posibles desde hace más de cuarenta años.
La comercialización de la imagen del Che
Tampoco pudo faltar la pregunta sobre, qué piensa ella y su familia sobre la comercialización de las fotos de su padre: «Nosotros estamos en contra de la explotación indiscriminada de la imagen de mi papá. Y no aceptamos que la foto del Che esté en ninguna botella de vino o en ropa interior. Nos parece una falta de respeto todo eso. Pero que haya camisetas de jóvenes o banderas que se usan para el combate cotidiano no podemos estar molestos por eso. Lo que sí quisiéramos es que siempre los beneficios económicos de todo ésto fueran a parar a la gente que realmente lo necesitan.
Y también todo depende del contexto del uso de su imagen. Por ejemplo,
quienes lo usan en una camiseta quizás no sepan quien fue el Che Guevara, pero
quizá sea un posible primer paso para que se pregunten: ¿Quién era?¿Qué hizo? Y
en eso tenemos que trabajar en el Centro de Estudios Che Guevara para dar a
conocer todo lo que él escribió y que ésto llegue a la mayor cantidad de jóvenes
y personas en el mundo. De manera de que su imagen no quede vacía y se llene de
contenido».