Latinoamérica
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¿El complot es de Evo o contra Evo?
Conspiran las transnacionales para domesticar al nuevo gobierno o
urden desde Palacio otra tramoya para frenar la protesta social?
Econoticiasbolivia.com
Sin presentar pruebas ni identificar claramente a los presuntos
conspiradores, el presidente Evo Morales acusó a las transnacionales de urdir un
complot en su contra y convocó a las organizaciones sociales y campesinas a
unirse a su gobierno para enfrentar estas amenazas de desestabilización.
La denuncia la realizó inicialmente este lunes en una concentración con líderes
y dirigentes campesinos. "Ya hay algunas conspiraciones de algunas
trasnacionales. Ya tuvimos reuniones con el Alto Mando Militar en las que nos
daban información de cómo están preparando eso (la conspiración)", dijo Morales.
En el mismo acto, el vicepresidente Alvaro García Linera, añadió: "hay que
movilizarse contra los que quieren hacer daño, porque van a presionar las
petroleras, los gringos (…) Los oligarcas quieren hacer daño al gobierno del
hermano Evo Morales".
REACCIONES ENCONTRADAS
La respuesta de los sectores leales al Presidente no se dejó esperar. "Nosotros,
el sector campesino, ya nos hemos declarado en estado de emergencia y estamos
convocando al Estado Mayor del Pueblo que está funcionando desde hace cuatro
años para defender a nuestro gobierno y enfrentar a las empresas que están
preparando un golpe de Estado", sostuvo el dirigente campesino y parlamentario
del MAS, Román Loayza.
Otros dirigentes laborales, partidarios de Morales, declararon también
entusiastas su respaldo. Sin embargo, otros sindicalistas que están seguros que
Morales no cumplirá sus promesas electorales de nacionalizar los hidrocarburos,
tampoco tardaron mucho en reaccionar.
El dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Crescencio Machaca dijo que
"el Presidente Evo Morales estaba comenzando a ver fantasmas para distraer al
pueblo, que comenzó a manifestar sus demandas". "¿No será una cortina de humo
para que los trabajadores no podamos reclamar?", dijo al cuestionar la veracidad
de la denuncia de Morales, que este martes siguió hablando del tema.
"NO ME PIDAN NOMBRES"
Según Morales, "algunas empresas petroleras" estarían intentando financiar
movimientos para conspirar contra su gobierno y que algunos sectores movilizaron
armamento en el país antes de que asumiera la Presidencia.
Aunque otra vez no quiso precisar los nombres ni los motivos que impulsarían a
estas compañías transnacionales a ejecutar el supuesto plan desestabilizador
contra su gobierno, aseguró que el tema será sometido a una investigación
coordinada entre la Policía y las Fuerzas Armadas.
Dijo que recibió con bastante preocupación esta información de algunos miembros
del Alto Mando Militar y de ciudadanos a los que calificó como "patriotas".
"Hemos sido informados de que hay algunas actitudes que están preparando, no
vamos a decir cuántos ni quienes, y oportunamente también asumiremos la
responsabilidad cuando tengan que tomarse acciones conjuntas", aseguró.
DUDAS Y OPORTUNISMO
La denuncia de Morales también ocasionó dudas entre sus ministros. Uno de ellos,
el de Hidrocarburos, se declaró sorprendido, y otro, el de Defensa, muy
cuestionado por amplios sectores de la población por su ligazón con el
neoliberalismo y las transnacionales, dijo que los ataques contra él eran parte
de esa conjura.
Andrés Soliz Rada, ministro de Hidrocarburos, dijo no saber nada del complot.
"Es un concepto de tipo general. Seguramente el Presidente de la República debe
tener mejores elementos de juicio para hacer esa afirmación, pero desde el
Ministerio de Hidrocarburos estoy sorprendido por el grado de comprensión que
hay entre las empresas petroleras para con el gobierno".
"No me pidan que dé detalle ni dé los nombres, pero hay varias empresas
(petroleras) que yo pensaba que iban a tener una actitud muy dura hacia Bolivia
y no la tienen", aseguró.
En cambio Walker San Miguel, ministro de Defensa, confirmó la versión de Morales
y dijo que supuesto "plan de conspiración se habría iniciado con una campaña de
desprestigio" en su contra.
"Parece que la desestabilización del gabinete y del ministro que habla tiene que
ver con eso", dijo al asegurar que las denuncias del complot fueron formuladas
por el Alto Mando Militar.. Sin embargo, el viceministro de Gobierno, Rafael
Puente, aunque confirmó la versión del Ministro de Defensa, señaló en cambio que
la información fue recibida por el Presidente Morales de fuentes extranjeras.
INDICIOS Y CONTRADICCIONES
"Los indicios muestran que podría existir un financiamiento de alguna empresa
transnacional para un proceso lento, paulatino pero sistemático de
desestabilización, eso advirtió el Presidente, pero son informes iniciales",
aclaró el cuestionado ministro San Miguel .
Dijo, además, que hasta ahora "no hay pruebas contundentes" y que se trata de
"indicios" por lo que "no hay ningún nombre, ni se sabe si operan desde dentro o
afuera" del país.
Explicó que el complot "busca debilitar al Presidente, decir que fue un
liderazgo efímero y circunstancial y que el mandatario no tiene habilidad
política para el gobierno".
"No tenemos ningún dato concreto de qué transnacional, en qué momento... No
tengo nada peculiar que informar al respecto", complementó su viceministro
Puente.
USO POLÍTICO
Para el líder de la COB, Jaime Solares, la denuncia de un complot contra Morales
sólo buscaría neutralizar la anunciada lucha de los trabajadores por la
nacionalización de los hidrocarburos, el aumento de salarios y la distribución
de tierras.
"El Presidente quiere obligarnos a olvidar nuestras reivindicaciones (...) Sólo
si nacionalizara los hidrocarburos, recién podríamos creerle que hay una
conspiración de las transnacionales en su contra. Él (Morales) está trabajando
para las petroleras", denunció Solares.
Desde mediados del 2003, Evo Morales denunció públicamente en por lo menos ocho
ocasiones diferentes la posibilidad de un golpe militar de Estado en contra de
la democracia y en otras cuatro oportunidades dijo que intentaban asesinarlo.
Estas denuncias, documentadas en la prensa nacional, coincidieron con
movilizaciones sociales y acciones de masas en contra de los gobiernos de los ex
presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada y de Carlos Mesa, expulsados del gobierno
por la lucha popular.
Quizás por ello, las principales organizaciones indígenas del país no se dejaron
llevar por esta denuncia del complot, reafirmando, en cambio, sus demandas para
que Morales cumpla con sus promesas de nacionalizar el gas y el petróleo y
realice una Asamblea Constituyente con una fuerte representación indígena.
Así, reunidos en Cochabamba, la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente (CIDOB),
del Consejo de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (Conamaq), de la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), de la
Confederación de Colonizadores del Oriente, de la Organización de Mujeres
Campesinas Bartolina Sisa y de otras organizaciones sociales, conminaron al
gobierno a respetar la participación indígena en la Constituyente, dejando de
lado el reciente proyecto de ley elaborado por Morales que los deja sin
representación directa.
En tanto, otro sector combativo como el Magisterio anunció el inicio de
movilizaciones y protestas para obligar al nuevo gobierno a triplicar el salario
mínimo mensual de 440 bolivianos (54 dólares) a 1.500 bolivianos (185 dólares),
tal como se prometió en la campaña electoral. Morales ya descartó toda
posibilidad para cumplir esta su promesa