Latinoamérica
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Tres estadounidenses: La historia desconocida de tres prisioneros de guerra en Colombia
Juan Carlos Vallejo
Rebelión
Honestamente, yo tenía otro discurso para hoy; pero esta mañana, cuando
estaba escuchando la radio, pensé que era mejor comenzar con un ejemplo:
Si usted tiene un negocio pequeño, por ejemplo vendiendo helados, ¿qué factor
externo necesitaría usted para tener buenas ventas?
Un día caliente, ¿cierto?
¿Y si usted está vendiendo chocolate caliente?
Un día frío, ¿verdad?
Bien, ¿y si usted está vendiendo armamento, qué necesitaría?
¡Una guerra! ¡Eso es cierto! La guerra es un negocio, un negocio criminal.
Desde que se acabó la "Guerra Fría", con la caída de la Unión Soviética, las
Corporaciones Militares Estadounidenses tenían que crear un enemigo o un
conflicto para mantener vivo su negocio.
Primero, el enemigo era el "Oso soviético", después fueron las drogas; más tarde
"el terrorismo" y en el futuro será China. Continuamente se está creando una
nueva justificación para mantener el negocio de la guerra.
El Plan Colombia o Plan Patriota, no importa el nombre, no es una guerra contra
las drogas. Esa es la fachada. El Plan Colombia y el Plan Patriota son una
estrategia criminal para tomar el control de los recursos naturales en América
Latina (petróleo, agua, gas, etc.) y para ayudar a las pequeñas élites que están
en peligro ante el avance de los grupos de izquierda. El péndulo se movió hacia
la izquierda en Venezuela, Bolivia, Brasil, Uruguay Argentina, Nicaragua y
probablemente en Ecuador.
La intervención de los Estados Unidos en América Latina ha creado víctimas y
victimarios. En el primer grupo, tenemos miles de civiles asesinados,
masacrados, torturados y desaparecidos. En el segundo grupo, hombres sin
conciencia, criminales y corruptos, apoyados por los Estados Unidos hasta que
dejan de serle útiles o son derrocados por una revolución popular. Ayer eran
conocidos como "Papá Doc" y "Baby Doc" Duvalier con sus "Tontons Macoutes"; hoy
es Uribe en Colombia con sus grupos narcoparamilitares. La situation sólo cambia
de lugares, fechas y nombres, pero no de criminales.
También son víctimas Keit Stansell, Marc Gonsalves y Thomas Howes:
Los tres estadounidenses que trabajaban en Colombia para California Microwave
Systems una subsidiaria de Northrop Grumman. Hombres en el lugar
equivocado y en el tiempo equivocado. Su Cessna 208 fue derribado por las
legendarias Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo
(FARC-EP), y desde febrero 12 de 2003 son sus prisioneros de guerra.
Al principio dije que tenía otro discurso, pero que lo había cambiado cuando
escuché en la radio sobre los prisioneros de guerra estadounidenses en Vietnam,
y los prisioneros israelitas en Palestina y el Líbano. Y me pregunté por qué
nadie hablaba sobre los tres estadounidenses en Colombia. ¿Por qué la gran
prensa guardaba silencio sobre ésto? ¿Por qué los grupos humanitarios en los
Estados Unidos guardaban silencio?
Alguien dentro del público dijo que era porque las FARC eran "traficantes de
drogas" y "terroristas". Pero, ¿quién dijo ésto? ¿La misma gente que dijo que
Irak tenía Armas de Destrucción Masiva? ¿La misma gente que fue a liberar a Irak
para expandir "libertad, democracia y paz"? ¿La misma gente que guardó silencio
cuando la gente era masacrada en el Líbano? ¿La misma gente que guardó silencio
cuando los miembros de la Unión Patriótica, un partido de izquierda en Colombia,
eran masacrados? ¿La misma gente que declaró que el Hezbollah era un grupo
terrorista porque desde 1982 resistían la invasión de Israel al Líbano? ¿La
misma gente que hoy se rasga las vestiduras por la violencia en Darfur, pero
callaron cuando hace 10 años eran los musulmanes asesinados?
Nuestro gran problema es la ignorancia y el creer que todo lo que la prensa
oficial y la gran prensa nos dice es cierto. Nosotros tenemos un problema
humanitario más importante que el problema político. Pero debemos actuar en el
aspecto humanitario lo antes posible.
Cada día es otro día en que los tres estadounidenses viven en peligro, junto con
otros cientos de colombianos prisioneros y civiles cautivos. Pero el camino no
es el rescate como los gobiernos de los Estados Unidos y Colombia dijeron.
El rescate condena a los prisioneros y cautivos a una muerte segura.
Nosotros instamos, pedimos, un intercambio humanitario y una mediación
humanitaria del expresidente de los Estados Unidos y Premio Nobel de Paz, Jimmy
Carter y del gobernador de New Mexico Bill Richardson, ellos tienen experiencia
y renombre internacional.
La historia de los tres estadounidenses continúa…