Latinoamérica
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*No a la misoginia y la homofobia en la campaña electoral*:
"Maldito el revolucionario que golpee a una mujer"
Modaira Rubio
Una reciente sesión en la Asmblea Nacional, tiene un significado político
para la Revolución Bolivarian que muy pocas mujeres y muy pocos hombres parecen
haber entendido, si vemo la mediocre cobertura que los medios e comunicación,
comerciales, oficiales y alternativos, le han dado al hecho e la aprobación en
primera discusión de la Ley Orgánica sobre el Derecho de as Mujeres a una Vida
Libre de Violencia .
Este hecho cristaliza las aspiraiones no sólo de las mujeres venezolanas, sino
de las mujeres del continente del mundo, de obtener el dereco a una vida
libre de violencia, el derecho a la vida misma, que se le niegaa miles de
mujeres que en América Latina, en Asia, África, Oceanía y en Europa, mueren
víctimas del feminicidio. En Caracas, según datos de un studio reciente, cada 12
días muere una mujer víctima de la violencia de gnero.
Esta ley es una ley innovadora. Separa los derechos de la mujer, e los de la
familia, en oposición a la ley anterior que hablaba de violenciahacia la mujer y
la familia. Es decir, considera a la mujer como individa, sujeta de derecho,
ciudadana. Además señala que la violencia no es sólo fíica, la violencia de
génro está en todos los ámbitos y en el quehacer diario de la vida de las
mujeres venezolanas; en u trabajo, al ser remuneradas con salarios inferiores a
los de los hombres;en los medios de comunicación, cuando nos utilizan como
objetos sexuales; en la pareja, cuando somos ausadas sicológica, sexual y
emocionalmente por aquellos que se llaman nuetros compañeros. Todos esos casos
de violencia son señalados en la ley Sin lugar a duda, creemos que no existe en
América Latina, una ley tan proresista en materia de los derechos de las
mujeres, como esta ley que convierte, nuevamnte a la revolución bolivariana, en
un proceso político en el que se destac la conquista de los derechos humanos de
las mujeres, y por tanto, esto derrumba cualquierargumento de que exista
represión a la ciudadanía, pues como explicaron Max y Engels, el grado de
justicia y avance de una sociedad se mide por l nivel de igualdad de derechos
entre el hombre y la mujer.
Infinidad de trtados y convenciones, impulsados por los organismos
internacionales, dan prioridad al tema dela igualdad de derechos y oportunidades
de las mujeres en todos los países. Aquí en Venezuela, estamos haciendo por
lograr ese objetivo, que está dentro de las metas del milenio, lo que no se está
haciendo en ningún otro país del continente.
Hay que destacar que en el profundo ambiente democrático en el cual vivimos, en
la redacción de esta ley participaros más de 50 organizaciones de la sociedad
civil, y numerosas expertas, investigadoras académicas, que a pesar de adversar
el gobierno del presidente Chávez, se unieron en esta convocatoria para darnos a
las venezolanas una ley digna de nuestras aspiraciones como ciudadanas. Se los
agradecemos, que hayan puesto de lado las diferencias políticas para redactar
esta ley. Así como tenemos que agradecer la incasable labor de María León, al
frente del Inamujer, quien desde el fallo inconstitucional de la Sala
Constitucional, del tribunal supremo de justicia,que en el mes de mayo pasado
derogó las medidas cautelares y dejó a las mujeres venezolanas en total
indefensión, afinó los motores para impulsar la redacción de este instrumento
jurídico y la movilización de miles de mujeres por sus derechos.
La voluntad política del Ejecutivo, encarnada en al figura del Presidente
Chávez, único de sus altos funcionarios varones que emplea el lenguaje de género
como una conquista(que nadie nos regaló eso a las venezolanas) en sus discursos,
que utiliza la ciudadana y el ciudadano, la campesina y el campesino, la lancera
y el lancero, y que ha manifestado su total apoyo a las causas por la defensa y
el progreso de los derechos de las humanas en el paí, ha sido fundamental en
estos logros. Es necesario señalar que nuestro poder legislativo cuenta con un
18% de participación de mujeres, el más alto de América Latina, y más alto
incluso que el promedio en la UE, que es de 16%. Nuestra Asamblea Nacional está
presidida por la diputada Cilia Flores y tiene la primera vicepresidencia la
colega periodista Desiré Santos Amaral, compatriotas que han demostrado la
importancia de la participación de la mujer en la revolución..
Desde este espacio, y tomado las palabras de Carlos Escarrá, en esa sesión
histórica, quien parafraseando aquella insigne frase de "maldito el soldado que
dispare contra su pueblo", dijo: "maldito el revolucionario que golpee a una
mujer", quiero hacer un llamado de conciencia a los compatriotas y camaradas
varones que se encuentran en esta misma acera, luchando por la revolución
bolivariana.
Con suma indignación he visto como muchos camaradas y colegas de los medios
alternativos, y a veces de los oficiales, han adoptado actitudes misóginas y
homófobas en la campaña electoral, para desacreditar a nuestros (as) enemigos
(as) políticos. Eso también es violencia de género.
Ataques y chistes de mal gusto en contra de la esposa del candidato de la
oposición, insinuaciones y dobles sentidos sobre las preferencias sexuales de
militantes de partidos de la derecha; nuevamente, tanto que criticamos las
revolucionarias a aquellas mujeres de negro que le lanzaron maíz a nuestros
generales llamándolos "gallinas", denigrando de sí mismas, de lo femenino
(gallina) que es sinónimo de cobardía, frente a lo masculino (gallo) sinónimo de
valentía, utilizando imágenes y metáforas de fuertes connotaciones machistas y
sexistas, y con tristeza, y mucha, leí a unconocido articulista del proceso, a
quien siempre reviso por lo acertado de sus posiciones, titulando su columna
"gallinas cantando como gallos".
No niego que los medios de la oposición también lo hacen. Pero este es un
llamado a mis camaradas y compatriotas, que están defendiendo, al igual que las
mujeres bolivarianas, esta revolución. Camaradas, compatriotas, hombres de la
revolución, ese no es el nivel del discurso político que se merece el pueblo
venezolano, ni es el discurso político que nos merecemos las mujeres
venezolanas, quienes por primera vez, gracias a esta revolución vemos el fruto
de tantas luchas por nuestros derechos. Quizás algunos se molesten por este
artículo. Quizás no lo publiquen. Quizás me tilden de contrarrevolucionaria
porque estoy, sin mencionar nombres, tocando medios y articulistas que son
seguidos y aceptados por el pueblo. Y precisamente por eso, les hago un llamado
a la reflexión. Qué hermoso sería si en lugar de chistes machistas y misóginos
en contra de las mujeres y hombres de oposición, viéramos un llamado a utilizar
el lenguaje de género en sus publicaciones, conquista y derecho constitucional
de las mujeres venezolanas, pues no es señalando las preferencias sexuales de
uno o de otro bando político como vamos a descalificar al enemigo, al verdadero
enemigo, el imperialismo norteamericano.