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Entrevista con Flavio Sosa, referente de la APPO
"La appo está cuestionando las formas tradicionales de
hacer política"
Flavio Sosa es uno de los integrantes de la "dirección colectiva provisional"
de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. A pesar de ser en estos
momentos de las caras más visibles de la APPO, insiste en reconocer que "el
nuestro es un movimiento de bases y no de líderes". Lo que sigue son algunos
fragmentos de una larga conversación que mantuvimos con él -junto a otros
compañeros- en el plantón instalado en la emblemática plaza de Santo
Domingo, bastión de la resistencia comunera en Oaxaca.
Por Hernán Ouviña
¿Cómo nace la APPO?
Desde la época prehispánica existe en Oaxaca una gran tradición de asambleas. En
las comunidades indígenas la asamblea popular es la máxima autoridad. La APPO
nace pretendiendo ser una asamblea de asambleas, que contemple a los zapotecos,
a los mixtecos, a los mixes, y a los restantes pueblos originarios, incluso al
pueblo negro. Surge como un ejercicio de democracia de los distintos pueblos,
comunidades y organizaciones que tienen interés en participar en el movimiento.
¿La APPO está integrada por 350 organizaciones?
Sí. En un primer momento participaron desde organizaciones comunitarias y de
barrio, pasando por sindicatos y frentes, hasta organizaciones de la sociedad
civil, incluso uniones de profesionistas. Por eso decimos que la APPO tiene
muchos perfiles. Del 10 al 12 de noviembre se va a llevar a cabo nuestro primer
congreso fundacional, para darnos una estructura orgánica y más solidez en
cuanto a una plataforma de principios. En un primer momento, la APPO es una
respuesta popular ante una agresión que sufrió el magisterio, y para la búsqueda
de un objetivo común que es la salida de Ulises. Posteriormente, va madurando la
idea de no solamente buscar la caída de Ulises Ruiz Ortiz, sino también de ir
transformando las condiciones de vida que tenemos, y sentando las bases de una
nueva relación sociedad-gobierno. En esta perspectiva se han realizado sucesivos
ejercicios de discusión muy interesantes, con la participación incluso de
intelectuales, académicos, religiosos, y miembros de otros organismos, en donde
se ha debatido qué reformas necesita Oaxaca, y hacia dónde tiene que caminar el
tipo de gobierno que queremos. Este es como un carril en el que corre la APPO.
El otro carril es la lucha callejera, que finalmente está convirtiéndose, además
de en un movimiento pacifista, en un movimiento que ha tenido capacidad de
responder ante agresiones como las que sufrimos por parte de la Policía Federal
Preventiva (PFP).
¿Por qué se cambio el nombre de Asamblea Popular del Pueblo, en Asamblea
Popular de los Pueblos (en plural)?
Esto fue a principios de septiembre. Le pusimos de "los pueblos" porque había
una gran crítica. Nosotros le llamamos "asamblea popular" al espacio donde
discutimos en la comunidad. ¿Dónde se debaten y dónde se deciden las cosas del
pueblo? Pues en la asamblea popular. Luego se hizo una reflexión y decidimos que
no podía ser "del pueblo", sino "de los pueblos", porque somos muchos pueblos,
muchas etnias. Tenemos distintas raíces y por lo tanto diferentes perfiles.
¿Cómo surgió su dirigencia colectiva y que relación mantiene con las bases?
La dirigencia surge de una asamblea general que se realiza el 20 de junio. Es
una dirección que le llamamos "colectiva provisional". Ahora vamos a tener un
congreso, donde intentaremos darle un carácter más definitivo a esta dirección.
Tendremos una representatividad tanto por parte de las regiones, como de las
organizaciones más activas del movimiento, porque hay distintos niveles de
participación. Hay quienes están momentáneamente, se retiran un poco, y luego
vuelven a participar cuando hay marchas o plantones. La participación varía
según el compromiso y las posibilidades de cada organización. Hay organizaciones
muy localizadas en determinadas regiones, entonces les cuesta mucho trabajo
estar permanentemente en la ciudad. Oaxaca está muy disperso geográficamente.
Por ejemplo, para llegar al Istmo (de Tehuantepec) tenemos que viajar 10 o 12
horas, lo mismo que para llegar a la Sierra. Por eso no puede haber dirigentes
permanentemente a nivel central. Se han hecho distintos esfuerzos, pero aun no
está muy consolidada la regionalización de la APPO. Que la APPO baje a todas las
comunidades, en eso estamos trabajando.
¿Qué ocurrirá con la APPO luego de su congreso constitutivo?
No sabemos hacia dónde vaya a discurrir esto, porque ahora sí tenemos que
escuchar lo que diga la base. Este movimiento nace como una respuesta a una
agresión brutal, pero luego empieza a cuestionar todo: cuestiona a los medios de
comunicación, y a varios los "toma" y los hace suyos; cuestiona las formas
tradicionales de hacer política, y pretende plantear nuevas formas de hacer
política; cuestiona a los partidos políticos, y no deja que ningún partido
político lo conduzca; cuestiona incluso los mismos liderazgos, y genera un
liderazgo colectivo; cuestiona a un mal gobierno, y plantea quitarlo. Entonces
se empieza a conformar como un movimiento antisistémico, que alarma a la clase
política. "¿Cómo es que la lucha callejera nos puede estar cuestionando
prácticamente el status quo, la forma de hacer política?", se preguntan los
políticos. Y si es la gente la que está cuestionando todas las formas
tradicionales de hacer política, nosotros pensamos que es ella la que tiene
también que inventar algo nuevo en este Congreso.
¿La dirigencia de la APPO tiene órdenes de aprehensión?
Toda la dirigencia tiene órdenes de aprehensión. Al parecer se han librado más
de 300 órdenes. Ayer, por ejemplo, nos enteramos de una nueva orden de cateo
contra Radio Universidad, supuestamente para buscar armas y para detener a
algunos líderes. Nosotros procuramos no estar ahí para no dar pretextos. La
represión ha sido permanente. Incluso han arrojado bombas molotov a los
domicilios de los principales dirigentes de la APPO, y se han querido meter a
distintos domicilios particulares. Ulises ha hecho del terror una práctica
política constante. Actúa tanto a través de la policía como mediante sicarios. Y
hace lo mismo a través de los jueves, que nos encarcelan. Hay una radio llamada
Ciudadana, a la que nosotros le decimos radio Mapache, que llama a perseguir a
los dirigentes, nos señalan diciendo que la gente vaya a nuestros domicilios.
Incluso nos quieren relacionar con hechos delictivos como el narcotráfico, para
justificar la represión. La cosa no tiene ningún fundamento: el nuestro es un
movimiento popular.
¿Qué nos puedes decir sobre el diálogo que presuntamente va a empezar este
lunes 6 de noviembre en la Catedral de la ciudad?
En un primer momento se pensó en un espacio de diálogo entre la APPO y la
sociedad civil, porque entendíamos que había que parar las agresiones. Llegó la
PFP y empezó allanar los domicilios, y a detener a líderes populares en algunas
colonias. Es así como surge la idea del diálogo en la Catedral. Se conversa con
la autoridad eclesiástica aquí en Oaxaca, y ella nos pone una serie de
condiciones. Al principio se dice que sí, a pesar de que pensamos que eran
excesivas, debido a que la paz para Oaxaca era una necesidad urgente. Pero en un
segundo momento, después de la batalla en Ciudad Universitaria, nuestra posición
se modifica, puesto que la correlación de fuerza cambió, y el ánimo de la gente
también. Incluso a nivel nacional es otra la perspectiva que se tiene sobre
Oaxaca. Como se derrotó en la lucha a la PFP, hay una situación política que
incluso pone en riesgo la existencia misma de la PFP. Esto nos coloca a nosotros
en una situación muy importante en la lucha política nacional, y pensamos que a
lo mejor sí es urgente el asunto de la paz, pero no estando ya tan a la
defensiva y condicionados. Por eso consideramos que podemos pasar a la ofensiva.
Bajo este contexto es donde nace además la megamarcha que estamos preparando
para este domingo. Es en este intercambio de puntos de vista con los organismos
de la sociedad civil, con los que se tenía originalmente pensado conversar, que
nos piden que le demos la oportunidad de trabajar este espacio de diálogo que
comenzará el lunes.
¿Estará presente el gobierno federal?
No creo, aunque nosotros solicitamos poder hablar con ellos y que nos escuchen.
Si ellos dicen a la APPO: "no es necesario que ustedes hablen", pues nosotros lo
respetamos. Vamos a dejar este espacio para la sociedad civil. Pensamos que es
un espacio importante para ella, y que nos va a ayudar a buscar caminos para
encontrar la paz. Por un lado está este carril, y por el otro está el de la
movilización popular, en el cual vamos a empujar muy fuerte. Tenemos también una
propuesta de diálogo de manera directa con el presidente de la república, pero
necesitamos que nuestros presos estén libres, y que se vaya la PFP. En
definitiva, la solución al conflicto tiene que ver con la salida de Ulises Ruiz,
y con los compromisos que se tienen que lograr para transformar Oaxaca.
¿Si no hay una delegación gubernamental en los diálogos que se iniciarían
este lunes, quién va a ser la contraparte?
No va a ser un dialogo bilateral, sino un espacio multilateral. Nosotros
pretendemos decir lo que pensamos, para que entre los distintos actores de la
sociedad civil se llegue a una conclusión de cuáles son los mejores caminos para
que haya paz, y para que se vayan la policía y Ulises Ruiz de Oaxaca. Al menos
este es nuestro objetivo. Lo que esperamos del diálogo es sensatez, propuestas,
y reflexión profunda. Vamos a ver si nos podemos entender.
¿Qué ocurriría si logran correr a Ulises, pero desde arriba ponen de
gobernador a otro personaje con un perfil parecido?
No es posible, porque no lo permitiría Oaxaca. Ellos lo saben. El día que caiga
Ulises va a haber una fiesta en Oaxaca. Mucha gente que no se ha manifestado a
favor de nosotros, va a salir a la calle diciendo: "¡ganamos! …yo estaba con
ustedes". Este fenómeno ya lo hemos observado en ocasión de las marchas. La
gente no se suma al principio, pero cuando se ve en este gran espejo que son las
megamarchas, se suma.
¿Cuál es el propósito de la megamarcha de este domingo?
Demostrar la fuerza y el respaldo popular que tiene el movimiento. También
demostrar el rechazo a la PFP, y la búsqueda de soluciones al conflicto de
manera pacifica.
¿Piensan articular su lucha con los otros grandes movimientos que existen en
México, como el zapatista y el de resistencia civil frente al fraude?
Es muy triste decirlo pero por ahora no es prioridad, aunque sí tenemos un
compromiso con la transformación democrática del país. Vamos a ver de qué manera
lo hacemos efectivo. En Oaxaca se ha lastimado el tejido social de una manera
terrible: la gente ha perdido empleos, los maestros están sin dar clases, tienen
problemas en las comunidades, el sector de la salud está parado, se ha afectado
a también a terceros; lo tenemos que reconocer. Vivimos una situación de
emergencia, y necesitamos primero resolver el asunto local. Pero de ninguna
manera nos desatendemos de la problemática nacional. De hecho, consideramos
necesario vincularnos a La Otra campaña y a la Convención Nacional
Democrática, e incluso varios de los organismos que estamos aquí
participamos de estos espacios.
Algunos sectores les critican el focalizar su lucha en la caída de Ulises
Ruiz, siendo que el propio Felipe Calderón también es producto de un
fraude.
No sería correcto que Calderón entre como presidente, aunque tampoco sería
nuestra principal responsabilidad, sino de todo el movimiento nacional. No nos
queremos convertir en la vanguardia del movimiento nacional. No es tarea
nuestra. La gente no salió a las calles de Oaxaca para que la APPO sea la
vanguardia de México.
Los integrantes de la APPO dicen que el suyo no es un movimiento de líderes
sino de las bases ¿A qué se refieren?
Mira, quien te habla es una de las caras más visibles de la APPO. Vamos a
suponer que yo decido pactar con Ulises. Pues me van a hacer a un lado y este
movimiento va a continuar. Aquí yo no tomo las decisiones. En todo caso a mí me
toca una responsabilidad: hablar con la prensa o difundir alguna posición, pero
yo no mando en la APPO. Mis opiniones a veces tienen éxito en las asambleas, y a
veces dicen "este señor está loco", y simplemente no me toman en cuenta. Este no
es un movimiento de un partido. Tampoco le puedes exigir "disciplina", porque no
es un ejercito. Por ejemplo, ayer a la "dirección provisional" le costó mucho
trabajo sacar un acuerdo en la asamblea general, a pesar de que llevó una
propuesta consensuada de conjunto, que consistía en proponer que se despejaran
las principales vialidades. Apenas si la logramos sacar. Pero para que baje ese
acuerdo a las bases, sí que va a costar un chingo, aunque a los compañeros les
expliquemos las bondades de la propuesta. Eso no lo va a lograr ningún líder.
¿También despejarán los alrededores de Ciudad Universitaria, como el Crucero
Cinco Señores? (donde se derrotó a la PFP el pasado jueves)
Ahí se va a tener una situación especial. Si tu le propones a los universitarios
quitar los bloqueos alrededor de Ciudad Universitaria, te "avientan la madre".
Por eso te digo que este movimiento no depende de líderes. Te voy a dar otro
ejemplo: ellos tienen un comité que conduce Radio Universidad, y ese día de los
combates les dije "oigan, denme chance de dirigir un mensaje". Me respondieron
"no, no puedes pasar, hay emergencia". Insistí pidiéndoles nada más un minuto, y
la respuesta fue la misma. Por eso decimos que este movimiento no es homogéneo,
sino multidireccional. Es una visión tradicional de la política el buscar a tal
o cual como líder, porque está al frente de las protestas o aparece más en
televisión. Incluso aquí hay chavos que pintan en la pared "si creas un
líder, creas un tirano". Evidentemente tienen razones fundadas para defender
esta idea, y nosotros los respetamos. Por eso es importante entender que este
movimiento es de toda la sociedad, tratando de convivir, y marchando juntos. Hay
compas que por ejemplo traen consigo la hoz y el martillo, y a un lado están las
comunidades eclesiásticas de base que traen a la virgen de Guadalupe. Esta es la
gran virtud de nuestro movimiento. Por eso insistimos en que "no es de líderes".
En una ocasión, cuando empezó a correr esta frase, alguien hizo un cartel que
decía: "este movimiento no es de líderes, es de bases", y lo terminaba firmando
como grupo. Al rato, unos muchachos inteligentes le agregaron debajo con pluma:
"no es de líderes… ni tampoco de grupos". Esa es la realidad.
Plaza de Santo Domingo, ciudad de Oaxaca
4 de noviembre de 2006
Fuente: lafogata.org