Es de vieja data el enfrentamiento entre los carteles de la droga en Colombia.
Desde mediados de los años 70 en Colombia se conformaron dos grandes
agrupaciones mafiosas conocidas como el Cartel de Cali y de Medellín, llamadas
así porque sus jefes mafiosos eran oriundos de estas ciudades, sin tener esto
nada que ver con la hospitalidad y laboriosidad de los habitantes de esta
ciudades.
Estos grupos mafiosos comenzaron sus enfrentamientos por repartirse el mercado
colombiano y luego por los mercados europeo y estadounidense, en una guerra que
ha dejado miles de asesinados y cuantiosos daño materiales así como la
penetración o toma de estado por parte de estas mafias.
En Cartel de Cali, al frente del cual estaban entre otros por los hermanos
Rodríguez, muy tempranamente se alió con la clase politiquera del país y comenzó
a ganarle terreno a sus competidores del Cartel de Medellín con Pablo Escobar a
la cabeza, que entre otras desataron un cruel ofensiva en la cual detonaron en
todo el país cientos de bombas. Entre los actos terrorista mas recordados están
el haber hecho estallar un avión en pleno vuelo, con un saldo de casi doscientos
muertos.
En la campaña presidencial de 1989, con la participación de los mal llamados
organismos de seguridad del estado, asesinaron a varios candidatos, entre ellos
Luis Carlos Galán, candidato del partido Liberal, uno de los partidos de la
oligarquía.
Dinamitaron el edificio del DAS, la policía política de la oligarquía
colombiana, buscando acabar con su director, el general Miguel Alfredo Maza
Márquez, quien según se denunciaba estaba al servicio del Cartel de Cali.
Entonces eran normal ver a los grandes politiqueros colombianos reuniéndose en
hoteles cinco estrellas con los jefes mafioso, todos muy bien custodiados por el
ejercito de la oligarquía colombiana. Casos comprobados de estas relaciones hay
miles y hoy en Colombia, casi todos los delincuentes que dicen gobernar al país,
hacen parte de esa inmensa lista de hombres la servicio de estos carteles.
Todo el pueblo sabia quienes eran los mafioso y solo ellos los corruptos
oligarcas aducen hoy no haber estado enterados de ello pero si recibían de los
mafiosos millones a manos llenas.
Luego del asesinato de Rodríguez Gacha y de Pablo Escobar, así como detenidos
los hermanos Orejuela, muchos pudimos pensar que esa guerra entre
narcotraficantes había concluido, pero la verdad esto parecer que no es cierto.
Aunque la oligarquía en ocasiones hace alianzas con miembros de los diferentes
carteles, con la llegado al gobierno de uno de los escuderos del cartel de
Medellín, Álvaro Uribe Vélez, esta guerra parece haberse recrudecido.
Es bien conocido que salvo algunas excepciones, los cientos de colombianos
extraditado por Uribe a los Estados Unidos parecen ser miembros del Cartel de
Cali, o se su sucesor, conocido como el Cartel del norte del Valle.
Entre los altos personajes ligados a este cartel hay que destacar al general
Oscar Naranjo, quien según la oligarquía colombiana el mejor policía del mundo
en cuestiones de lucha contra el narcotráfico, que según el desconocía que
hermano Juan David Naranjo, quien fue detenido el pasado tres de mayo en
Alemania con varios kilos de cocaína, era narcotraficante.
El mencionado General Maza Márquez, director del Das, era otro de los miembros
de los aparatos de represión de la oligarquía colombiana al servicio del cartel
de Cali, hoy ese aparato de represión de la oligarquía esta en manos de lo que
se conoce como herederos del cartel de Medellín y son muy conocidos sus
atentados fabricados con los cuales Uribe llego a la presidencia y con los
cuales pretende seguir gobernando.
Los enfrentamientos entre esto grupos mafiosos han sido relevantes en los
últimos tiempo, especialmente en el gobierno de Uribe, donde se ha dado casos
como el de Guaitarilla, en el departamento de Nariño, al sur de Colombia, donde
Siete policías y cuatro paramilitares fueron asesinados por unidades del
Ejército de la oligarquía colombiana, en un enfrentamiento por proteger a
narcotraficantes.
Otro enfrentamiento entre los aparatos de represión de la oligarquía colombiana
en defensa de los grupos mafiosos fue el acontecido en Jamundi, donde el
Batallón de Alta Montaña que opera en Los Farallones de la cordillera
occidental, al sur occidente de Colombia, asesino a once policías y un
paramilitar, buscando con esto evitar el allanamiento a la finca La Margarita
del 8, de propiedad de Fabio Ochoa, patriarca del clan de los narcotraficantes
conocido como los "Ochoa", familiares de la esposa de Álvaro Uribe Vélez.
Un caso mas de estos enfrentamientos se dio en abril pasado (2006) cuando 16
agentes del Das, fueron asesinados por el ejercito entre los municipios de
Hacarí y Playa de Belén.
En este marco entonces se circunscribe el auto atentado conocido ahora como el
Canto Norte donde el jueves 19 de octubre, en pleno corazón del más importante
complejo militar del país, estallo una bombita, que parece ser una advertencia a
varios miembros de la oligarquía colombiana, pero especialmente a los generales
general Mario Montoya comandante de ese descompuesto ejército y al general Mario
Correa Zambrano, director de la mal llamada escuela de guerra.
Según denuncio el senador Uribista, Luis Élmer Arenas, el general Mario Correa
es un hombre al servicio del narcotráfico y aseguró que mostrará las pruebas
sobre los nexos entre Eduardo Restrepo Victoria, narcotraficante conocido con el
alias de ‘El Socio’ y el general Mario Correa Zambrano.
El senador Arenas, ex miembro de la Policía, señaló que ‘El Socio’, es un
reconocido narcotraficante que fue capturado a mediados de julio sindicado de
ser la mano derecho de Wilber Alirio Varela, alias ‘Jabón’, uno de los jefes del
cartel del Norte del Valle, al cual también se ha señalado esta vinculado el
general Oscar Naranjo, ahora consentido por los Estados Unidos.
Según el congresista este delincuente uniformado "Cuando era segundo comandante
de una brigada en el Urabá facilitó una avioneta para la masacre de Mapiripán
(...) También intentó tapar la masacre de Guaitarilla cuando estaba en la
Tercera Brigada y parece que estuvo involucrado en la muerte de dos policías en
La Cumbre", aseguró el congresista en una entrevista radial.
Es de tener en cuenta que los enfrentamientos entre el ejercito oficial y la
policía por proteger los intereses de los narcotraficantes ocurridos en
Guaitarilla y Jamundi esta en lo que ellos llaman jurisdicción de la Tercera
brigada de ese criminal ejercito y que el general Mario Correa Zambrano, fue
ascendido a director de la escuela de guerra luego de un espeluznante historial
criminal en esa zona, según relato el parlamentario.
Uribe, quien esta comprobadamente vinculado al Cartel de Medellín, aprovecho el
auto atentado o advertencia mafiosa para sacudirse de esa incomoda pose de
conciliador, para intentar tapar los escándalos por las denuncias del computador
de Jorge 40, que muestra al uribismo en toda su dimensión mafiosa y para tratar
de engañar a una delegación imperial que llegaba a Colombia.
Este caso del Canto Norte y la bombita, nos muestra la cloaca en que se debate
la oligarquía colombiana, como esta de incrustado el narcotráfico en todos los
estamentos oligárquicos en Colombia, su tremenda descomposición, las crecientes
contradicciones internas entre los oligarcas, el rotundo fracaso de la política
de la seguridad democrática y los avances del pueblo colombiano en su tarea de
despojar del poder a los narcotraficantes que hoy lo detentan.
* Director de Radio Café Stéreo www.ajol.un/radio
E-mail: info@ajpl.nu