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"En Oaxaca estamos viviendo un proceso de insurrección popular"
Diálogo con Miguel Linares Rivera, maestro zapoteco de la Seccional 22
de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, e integrante de la
Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca.
Por Hernán Ouviña, desde México
Desde hace cinco meses, el sureño estado de Oaxaca está viviendo una
situación de intensa movilización política. En consonancia con otras luchas que
vienen librando diversos espacios y organizaciones en el resto del territorio
mexicano -entre los que se destacan La Otra Campaña impulsada por el EZLN, el
Frente Popular en Defensa de la Tierra de Atenco, los mineros de SICARSA y
Cananea, e incluso las bases del movimiento de resistencia civil contra el
fraude en el Distrito Federal- la Seccional 22 de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación, que aglutina a los maestros oaxaqueños, y en un
plano más general la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), están
protagonizado un inédito proceso de auto-organización y control político de la
ciudad, que incluye la ocupación permanente de los edificios públicos, la
construcción de centenares de barricadas con comités de autodefensa, la toma de
decisiones a través de dinámicas asamblearias, y la autogestión de varios medios
de comunicación "recuperados" (televisora, radios y periódicos). De larga
tradición de resistencia, la insurrecta Oaxaca supo ser tierra natal de Benito
Juárez y los hermanos libertarios Flores Magón. Histórico bastión del Partido
Revolucionaria Institucional (PRI), es el estado de mayor composición indígena
en todo México, contrastando su riqueza y belleza con la enorme pobreza y
marginación en la cual está sumida su población desde hace décadas. Lo que sigue
es un diálogo entablado con Miguel Linares Rivera, uno de los 21 maestros y
activistas de la APPO que hace quince días están realizando una huelga de hambre
frente al simbólico Hemiciclo a Juárez de la Ciudad de México.
¿Podrías presentarte y comentar por qué están realizando en el Distrito Federal
este "plantón" y la huelga de hambre?
Mi nombre es Miguel Linares Rivera y somos huelguistas de hambre de la Asamblea
Popular de Pueblos de Oaxaca. El motivo principal de esta huelga se basa en tres
objetivos fundamentales: El primero es que solicitamos la caída de Ulises Ruiz
Ortiz, gobernador del estado de Oaxaca. El segundo es difundir y promover la
situación que estamos viviendo ante los medios nacionales e internacionales. El
tercero es el llamado a la solidaridad tanto en México como en el resto del
mundo de todas las organizaciones independientes, para que a nuestro pueblo no
lo estén masacrando como está pasando en estos momentos en la ciudad de Oaxaca.
¿Cuando y cómo surge el conflicto en el estado de Oaxaca?
Nosotros los trabajadores de la educación todos los años en el mes de mayo
tenemos que revisar el contrato colectivo del trabajo. Este último año salimos a
solicitarle al Gobierno del estado la "rezonificación por vida cara" de todos
los integrantes del magisterio, para que nos aumentaran el salario al igual que
otros trabajadores del resto del país.
¿Cuál es la situación actual de los maestros en Oaxaca?
Hay una minoría que se encuentra en las grandes urbes de las cabeceras de los
municipios, pero la gran mayoría de los maestros estamos en una situación
sumamente precaria. Muchos tenemos que transbordar más de 18 horas para llegar a
nuestro centro de trabajo o regresar a casa. A veces, en pasaje nada más se nos
va la mitad del salario, sin contar que debemos pagar también rentas. En lugares
como en la Costa, además, debido a que es una zona turística, la comida resulta
muy cara. A pesar de los bajos salarios, nosotros tenemos que comprar los
lapiceros y todo el material que necesitamos. Pagamos incluso nuestros propios
cursos para capacitarnos cultural y educativamente. La inmensa mayoría del
magisterio oaxaqueño está jodido pues.
La práctica educativa estatal expresa por lo general un colonialismo y un
desprecio hacia la cultura indígena muy fuerte. ¿Cómo intentan batallar contra
esto?
En total en las comunidades de Oaxaca hay 16 lenguas indígenas. La mayoría de
los maestros hablamos otra lengua además del español. En mi caso hablo el
zapoteco. Pero salvo excepciones, tenemos bien claro que nuestra tarea no es
llegar a las comunidades a colonizar, ni tampoco a imponer una cultura a los
compañeros. A los niños les decimos compañeros porque sentimos que también
aprendemos de ellos. Los maestros cuando llegamos a una comunidad debemos
respetar la lengua del niño. Nada más lejos de querer imponer el español. Le
explicamos al niño que si aprende el español es para que defienda su lengua.
Entonces el niño lo entiende: aprende el español, pero manteniendo su propia
lengua y cultura. También intentamos generar un proceso democrático dentro de
las aulas, a pesar de que a éstas las construyen ya con una parte "alta" donde
está ubicado el maestro. Nosotros decimos que esas estructuras no deben
permitirse en Oaxaca. Ya estando en las aulas, muchos construimos el
colectivismo con los niños, siendo parte de ese proceso mismo. En Oaxaca se han
aplicado mucho las ideas de Paulo Freire, que están muy arraigadas entre los
maestros. Aunque también Paulo Freire nos ha quedado un poco corto, porque al
final su práctica terminó en parte ligada a aparatos institucionales de Brasil.
Entonces sí retomamos su experiencia, como la cubana, aunque también tenemos
nuestra propia experiencia de educación alternativa en Oaxaca. Es un proceso muy
largo, pero en ese camino estamos.
¿Qué respuesta dio el Gobierno a sus demandas magisteriales?
Frente a nuestra propuesta no encontramos respuesta: el Gobierno se encerró y ni
siquiera apeló a la negociación. El 22 de mayo decidimos iniciar una huelga y
hacer un "plantón" (acampe) en Oaxaca, pensando que nos iban a dar una respuesta
inmediata. Sin embargo, el gobernador Ulises Ruiz hizo oídos sordos hasta el 14
de junio. Ese día, la respuesta fue a las cuatro de la madrugada una
intervención policíaca, con más de tres mil policías estatales y municipales,
tanto por vía terrestre como con helicópteros. Estuvieron agrediéndonos con todo
lo que tienen las fuerzas represivas: perros, gases lacrimógenos, etc., y si
bien la gente se había replegado para resguardar su integridad (varios de ellos
maestras y maestros jubilados, niños, y mujeres embarazadas) hubo muchos
heridos. A las seis de la mañana los maestros volvemos con el apoyo del pueblo a
recuperar el Zócalo (plaza central), expulsando a los policías. Esto
permitió que la gente viera al maestro como valiente. Tras de él se empezaron a
juntar la inmensa mayoría de las colonias y de los pobladores de Oaxaca, primero
de la capital y después de todo el estado. Y ahí se funda la Asamblea Popular de
los Pueblos de Oaxaca (APPO), donde la demanda del maestro queda rebasada por
una demanda central que es "¡Fuera Ulises Ruiz de Oaxaca!". El pueblo asumió
todo el control de Oaxaca, y empezó a formar barricadas porque había
"escuadrones de la muerte", policías vestidos de civil, que se constatan incluso
en imágenes de televisoras nacionales y fotografías, paramilitares pues que iban
y balaceaban a los compañeros que estaban en las barricadas. Durante todo este
proceso tenemos alrededor de quince muertos nuestros, y en estos momentos nos
acaban de informar que acaba de fallecer otro compañero más en esta incursión
que hizo el Gobierno Federal con la Policía Federal Preventiva (especie de
fuerza policial militarizada) y los militares a la capital de Oaxaca.
¿Qué pasó luego de aquel primer intento de represión?
Hicimos grandes manifestaciones, incluso de más de 500 mil personas en las
calles de Oaxaca, que nunca se habían visto, a pesar de lo cual no fueron
escuchadas por el Gobierno. No solo no nos hacían caso, sino que todas las
noches nos seguían reprimiendo. Entonces dijimos: hay que sacar este problema de
Oaxaca. E iniciamos el 22 de septiembre una marcha hacia el Distrito Federal.
Alrededor de cinco mil personas de Oaxaca, entre maestros y organizaciones
sociales, caminamos más de quinientos kilómetros. Llegamos un 9 de octubre, y
una semana después (16 de octubre) instalamos este campamento en huelga de
hambre de manera indefinida, sobre la base de los puntos que mencioné.
¿Qué tipo de prácticas y espacios comunitarios se empiezan a generar en
Oaxaca?
Nosotros antes de la represión teníamos una Radio que se llamaba Plantón,
que transmitía en todo lo que son los Valles Centrales en la Capital. Durante la
represión, lo primero que fueron a dañar es esa Radio. La destruyeron. Pero de
manera simultánea a esa represión, a las 6 de la mañana, al enterarse los
estudiantes que se había bloqueado la comunicación con el pueblo a través de
Radio Plantón, toman Radio Universidad, y ahí sí esta Radio empieza a
ser nuevamente la voz del pueblo. Pero al poco tiempo nos la quitan. Frente a
esto las mujeres reaccionan con una movilización el 1 de agosto, tomando una
televisora y radios oficiales. No pasa mucho tiempo hasta que los paramilitares
intentan bloquearnos las antenas y quitárnoslas. Ese día fallece otro compañero.
La gente responde tomando nuevas Radios en Oaxaca. Luego de varias negociaciones
con las autoridades en estos meses, de doce que se habían tomado se sueltan
diez, y otra nos las destruyen, por lo que mantenemos la Radio Ley que es
la única que nos queda hasta que nos la bloquean. En eso estábamos cuando
Radio Universidad vuelve a entrar al aire, funcionando hasta este momento.
Estas movilizaciones y tomas de Radio están siendo una espontaneidad de la
sociedad oaxaqueña, porque ya estábamos hartos de 76 años de gobiernos priistas.
Todos estos medios siempre eran para "mediatizar", siempre insultando a los
maestros y a la gente humilde, alabando todo el tiempo al gobernador. Por eso
fue una reacción natural de la gente este ¡Ya basta! a todos estos medios que
estaban idiotizando a Oaxaca. Ahorita no están ni siquiera funcionando,
precisamente para evitar que vayan a ser tomados de nuevo por los pobladores.
¿Cómo surgieron las barricadas y cuál es la situación que se vive allí?
Al principio ni los maestros pensábamos que Oaxaca iba a explotar de esta
manera. Empezamos a ver que cuando nos agraden el 14 de junio, inmediatamente
hay una respuesta de la población en general. La gente se solidariza con los
maestros y se integra a las acciones. Las barricadas surgen ahí, cuando
comenzamos a ser agredidos por grupos paramilitares. Se empiezan a formar
entonces las autodefensas, para no permitir que anduvieran circulando libremente
por Oaxaca. Si bien se crean pequeñas barricadas, donde ya estalla la barricada
general es cuando estos señores atacan la Radio Ley y matan a un
compañero. Se crean en todo Oaxaca cientos de barricadas. Incluso antes de que
incursione la Policía Federal Preventiva con los militares llegaron a haber más
de 1600 barricadas. Por eso es un proceso de insurrección popular el que estamos
viviendo.
¿También han ocupado edificios públicos en todo este tiempo de lucha?
Claro, los tres poderes de Oaxaca. Todas las oficinas públicas estuvieron
durante varias semanas en manos de los maestros y el pueblo, y fueron defendidas
con barricadas. Frente a esto, en la Casa de Gobierno este viernes los
paramilitares se ensañaron a mansalva con nuestros hermanos de la Costa, como
así también en la Procuraduría, buscando desalojarnos a través de la represión y
los asesinatos, como se vio en la prensa.
¿Quiénes integran la APPO y de qué manera se toman las decisiones en ella?
La APPO al inicio se fundó con 340 organizaciones, alrededor de un punto central
que era la caída de Ulises Ruiz Ortiz. En torno a esto se empezaron a crear
comisiones internas, como las de prensa, barricadas y propaganda. Comenzamos a
conformar toda una red en Oaxaca de organizaciones, y cualquier acción que
quisiéramos realizar debía pasar por una consulta de las bases, tanto de los
maestros como de la propia APPO. Este es el mecanismo que funciona, y siempre
hay reuniones con todas las organizaciones y con los delegados de las colonias y
de las barricadas. Las decisiones y determinaciones se toman de manera colectiva
pues. Así es nuestra resistencia civil y pacífica en el estado de Oaxaca.
Incluso ya se han generado Asambleas Populares del Pueblo en Guerrero, en
Morelia y en el Estado de México, que si bien son muy simbólicas, son embriones
que podrían ir marcando una pauta de organización nacional. Este es un proceso
que está viviendo el país a la par de un proceso electoral donde millones de
mexicanos inquietos rechazan a este nuevo presidente "electo" (Felipe Calderón,
del Partido de Acción Nacional).
¿Cuál ha sido la respuesta de los partidos tradicionales frente a la
situación de auto-organización de la APPO?
Las organizaciones institucionales, como son los partidos políticos en Oaxaca,
quedaron totalmente rebasadas. Tanto el PRI como el PAN demostraron ser enemigos
del pueblo. Pero incluso el PRD, que se reclama de centro-izquierda, quedó
rebasado: si bien muchas de sus bases están con la APPO, sus dirigentes se han
quedado callados, viéndose obligados a reconocer que la gente ha actuado por si
sola, sin ellos.
¿Más allá de la caída de Ulises Ruiz, cuál es la propuesta política de la
APPO?
De hecho, independientemente de lo que estuvo pasando, nosotros ya teníamos una
convocatoria para conformar el Congreso Constitutivo de la APPO. ¿Qué
quiere decir esto? Pues que desde las comunidades, colonias, sindicatos y todo
lo que se mueve en términos organizativos, se iban a nombrar delegados para que
se formara este Congreso, en donde se pudieran discutir plataformas, principios
y formas de organización. La propuesta era para el 8, 9 y 10 de noviembre, pero
antes los últimos sucesos creo que la tendremos que reprogramar. Esperemos que
no la tengamos que posponer demasiado, para que así vayamos ya conformando el
nuevo poder popular en Oaxaca.
Muchos denominan al proceso que ustedes están protagonizando como la "Comuna
de Oaxaca". ¿A qué se refieren?
Creo que se alude a los procesos de organización interna: el tener nuestros "topiles",
el organizarnos en asambleas y a través de barricadas, el enfrentarnos
directamente con las fuerzas policiales. Se refiere a la cuestión de la
auto-organización pues, aunque todavía no podemos llegar a lo que quisiéramos,
como en la Comuna de París. Más bien la idea de "Comuna" en Oaxaca se refiere a
las prácticas de las comunidades indígenas que mantienen estos procesos desde
hace muchísimos años. Lo nuestro es una insurrección con algunas tendencias de
poder popular parecidas a las de la Comuna de París. Pero de todas maneras,
todavía es un embrión que lo estamos trabajando.
¿Puedes comentar brevemente qué son los "topiles"?
Nosotros lo retomamos de las comunidades indígenas. En ellas no hay policías
vestidos de uniforme y portando armas de fuego. La autoridad son los mismos
campesinos e indígenas, que nomás tienen un bastón de mando en la mano y un
"chipote". Sin necesidad de tener armas, ellos son la autoridad: en caso de un
pleito vecinal, llegan e intentar resolver el problema. Los "topiles" ejercen
gratuitamente la justicia en el pueblo, sin recibir un salario por ello.
¿De qué manera son electos?
En asambleas comunitarias. Esta experiencia indígena la trasladamos a la capital
de Oaxaca cuando estalla nuestro movimiento. Los "topiles" son los compañeros
que se proponen voluntariamente o son elegidos en sus organizaciones, para
fungir este papel en las barricadas, en las funciones de autodefensa contra los
policías y los ladronzuelos.
Al margen de esta enorme influencia indígena, ¿Cómo se enmarca esta lucha en
Oaxaca con las resistencias que se dan en el resto de América?
Si bien nosotros hemos tenido la influencia de nuestras comunidades indígenas,
en donde se rigen por "usos y costumbres" a través de asambleas comunitarias,
nuestro proceso de lucha no es algo aislado, sino que es todo un conjunto. La
experiencia que nosotros tenemos hoy es también gracias a lo que se ha hecho en
Ecuador, Brasil y Argentina. Hemos estado pendiente de todos los procesos que ha
habido en Latinoamérica, y también en los Estados Unidos con nuestros compañeros
migrantes. Por eso esperamos que la solidaridad nacional e internacional con
nuestra lucha sea inmediata. De hecho ya la estamos teniendo: tenemos
información de que en España, Italia, los Estados Unidos, y en otros lugares
más, se están realizando movilizaciones y protestas frente Consultados y
Embajadas. Creemos que el futuro de la humanidad puede cambiar y lo podemos
llevar a cabo desde el lugar en el que nos encontremos.
¿Cuál es la situación que se vive hoy en día en Oaxaca, después de las
recientes represiones?
Creo que si el Gobierno es inteligente va a replegar a sus fuerzas policíacas.
Sino, pues va a terminar en una batalla campal en Oaxaca, porque nosotros no
vamos a entregar la ciudad a la Policía Federal Preventiva.
Por último, ¿como están de ánimo?
Pues seguimos confiados que nuestro movimiento tiene que triunfar, porque no es
una rebelión de unos pocos grupos o de algunas alas "radicales", sino que es una
insurrección popular. Quien no entienda esto, seguirá tratando de acallar estas
voces con bayonetas. Que sepan que la podrán acallar en un momento, pero saldrán
de otros puntos y seguirá la batalla.
Desde el Campamento en Huelga de Hambre frente al Hemiciclo a Juárez
Ciudad de México, 29 de octubre 2006