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Gobierno acepta negociar con las FARC, pero pone condiciones
Prensa Latina
El presidente Alvaro Uribe expresó hoy la voluntad de aceptar una zona de
encuentro con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia
(FARC), pero nuevamente condicionó las negociaciones de un Acuerdo Humanitario.
Al intervenir en el Congreso de la Federación Nacional de Comerciantes, que se
realiza en Barranquilla, capital del norteño departamento de Atlántico, Uribe
señaló que las condiciones para esa reunión se pueden acordar.
El mandatario advirtió que esa región no puede ser refugio del delito y agregó
que "debe ser una zona de encuentro que pruebe a nacionales y a la Comunidad
Internacional que existe buena fe para la paz".
Sin embargo, el mandatario no hizo referencia al despeje de los municipios de
Pradera y Florida, tal y como lo exigen las FARC para dialogar.
La decisión presidencial se produce un día después de conocerse un comunicado de
las FARC, en el que niega algún tipo de contacto, de conducto, o de mecanismo de
comunicación directo o indirecto con el gobierno para negociar un Acuerdo
Humanitario (canje de prisioneros).
En un mensaje dirigido a los familiares de los retenidos, el Secretariado del
Estado Mayor Central del grupo insurgente asevera que la verdad es que estamos
en cero, tal como hace cuatro años.
"Uribe insiste en el rescate militar con las consecuencias que ello trae e
impide la entrega de los despojos mortales del mayor Guevara a su familia y el
envío de pruebas de supervivencia de la totalidad de retenidos", apunta el texto
rebelde.
Asegura que una vez más riñen con la verdad afirmaciones o respuestas vagas e
insinuantes que en tal sentido han hecho el presidente colombiano, Alvaro Uribe,
y altos colaboradores suyos en los últimos días.
Las cosas -sostiene el comunicado- no avanzan como afirma el gobierno de Uribe.
En otra parte del texto, las FARC señalan que para conversar y concretar el
Acuerdo Humanitario se requiere el despeje de los municipios de Florida y
Pradera, en el suroeste departamento de Valle del Cauca, durante 45 días.
Lo anterior, precisan, dada no solo la creciente militarización de la periferia
del área tanto en el propio departamento de Valle del Cauca como en los vecinos
de Cauca y Tolima, sino también por los intensos operativos que se adelantan
desde agosto en la región.
Por ello, el grupo insurgente advierte que sería lamentable que el gobierno solo
estuviera tratando de ganar tiempo para anillar más, con nuevos batallones,
brigadas y paramilitares esos dos municipios, porque se generarían mayores
dificultades.
Las FARC reiteran su decisión y voluntad política de concretar el canje por
profundas convicciones revolucionarias para que todos los prisioneros alcancen
su libertad, incluyendo a Simón Trinidad y a Sonia (estos últimos extraditados a
Estados Unidos).
"Un paso de tal naturaleza abriría, sin duda, un nuevo y esperanzador horizonte
para el futuro del país. Pero es el gobierno quien debe decidir", concluye el
texto insurgente.