Latinoamérica
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A 32 años de su muerte
Un recado para Miguel Enríquez
Miguel Fauré Polloni
Rebelión
"Todo el que dispara contra el pueblo, será marcado históricamente como
asesino del pueblo, tenga o no tenga uniforme"
Miguel Enríquez, 1973
Viriato:
Mi generación no te conoció. Nacimos años después de tu muerte. Los padres que
te conocían, te silenciaron. Los que no, los que te odiaban en algunos casos,
satanizaron tu trabajo torpemente. Tus viejos camaradas simulaban no saber de
ti: el 5 de octubre no era ya el día de tu muerte, sino el día del triunfo
electoral sobre Pinochet. Aquellas coincidencias… Para qué amargarse la vida,
claro. Para qué recordar esos tiempos. Para qué oír tu voz condenando a la DC y
a los vacilantes. Los de la falange eran, ahora, nuestros aliados. Para qué
molestar.
Apareciste en los libros de historia recién hace dos lustros. Antes, sólo una
mención al "grupo extremista procubano MIR", aquel que "boicoteó la gestión del
marxista Salvador Allende". A 30 años del Golpe, recién apareciste por
televisión. Unos pocos segundos, como para justificar la calentura social previa
al 11 de septiembre. El año pasado, a 31 de tu muerte, un documental se coló en
algunas salas de Santiago. Pero fue retirado por razones "técnicas". Curioso.
Curioso porque los cerrojos a tu memoria ya no provienen de las botas y los
fascistas de siempre, no. Vienen de manos cercanas. Manos conocidas. Algunas que
tal vez estrechaste en esos años de posibilidad y sueños. ¿Por qué, Miguel?
¿Por qué aquel senador socialista de rasgos orientales, sin sonrojar, sostiene
la necesidad de quitarle derechos a los trabajadores en pos de la expansión
económica del país? ¿No era acaso mirista? ¿No se forjó acaso en tus filas allá
por los setentas? ¿Eso le enseñaste?
¿Por qué la Presidenta, socialista, manda a encerrar a cinco chicos que sólo
cometían el crimen de ocupar una casona vieja para generar arte? ¿No es la misma
que reivindicaba el derecho a la propiedad social en 1971? ¿Es la misma que
enseñaba marxismo a la muchachada pobre de Recoleta? ¿Es la que compartía
contigo la necesidad de bloquear políticamente a la DC, ese partiducho que le
regala flores hoy por cortar el presupuesto social?
¿Por qué, Miguel, ese viejo aliado tuyo –Marambio, le llaman hoy- deja en la
calle a 150 trabajadores tras asumir la dirección de una universidad privada
"progresista"? ¿Es que, tal vez, el poder popular se construye ya sin los
trabajadores? ¿Es que en esa universidad, cuyos aranceles anuales equivalen a 10
o 12 sueldos mínimos, se forjará la nueva elite que liberará a los pobres del
campo y la ciudad? Dime Miguel ¿quién entendió mal?
Aquí está tu tierra, Latinoamérica. En ella una esquina: Chile. Si vieras la
prensa, quizás reirías al ver como, cara a cara, ponen a este país frente a la
Cuba que tanto amaste. Claro, dos símbolos de los diferentes destinos que le
esperó a tu generación. Nosotros, en la prosperidad y el paraíso neoliberal.
Ellos, los retrógrados, en la miseria y con la mitad de la familia en la otra
orilla. Nosotros, con democracias estables, elecciones ordenadas y una
presidenta de apellido francés. Ellos, bajo la tiranía de un salvaje depredador
de libertades.
Tú lo sabes, qué baratas falsedades. Al fin y al cabo ¿a quién le importa que
seamos uno de los 10 países más desiguales del mundo? ¿Quién le creería a uno la
sensación de miedo y frustración que crece acá abajo, entre las poblaciones del
sur santiaguino? Mi vecino mapuche, viajó ayer a estudiar Medicina a la isla.
Cuando vuelva, según El Mercurio, Fidel será recuerdo y el socialismo será para
labor de anticuarios y represores.
Y el presente, Miguel. Ese que te quemaba la ansiedad de todos los días. Bueno,
la Historia no se repite, pero…¿has visto a los pingüinos patearle la mesa a la
Presidenta? ¿No te suena conocido? ¿No te suena familiar el tono de algunas
consignas de ciertos grupos juveniles? Hablan de democracia directa, de
asambleas y poder desde abajo y a la izquierda. Hablan de devolver el poder a
las bases, de construir un contrapoder antiimperialista. Hablan de no ceder a la
tentación reformista del juego electoral. Se hablan aún de poder popular. Del
hombre nuevo.
A la cabeza, una coalición que se pinta de progresista. Que bendice la
diversidad sexual, sin cuestionar si ese gay o esa lesbiana no tienen trabajo.
Hablan de no a la violencia, cuando en plena transición han sido las fuerzas
represivas quienes han asesinado a tres jóvenes por hablar de enjuiciar al
asesino (Claudia López), educación gratuita (Daniel Menco) o autonomía para el
pueblo mapuche (Alex Lemún). El retorno de las banderas rojinegras ¿a qué te
suena, Miguel? Las Juventudes Comunistas llamando a la autodefensa violenta
contra los grupos anarquistas ¿recuerdas el caso del mirista de Conce? La
Historia no se repite, hermano, pero…