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Entrevista a Marcola, jefe de la banda carcelaria de San Pablo denominada Primer Comando de la Capital
O Globo
(Brasil)
El 23 de mayo de este año, el diario O Globo de Brasil en su Editorial
Segundo Cuaderno, publicó una "Entrevista a Marcola del PCC". Él es Marcos
Camacho, jefe de la banda carcelaria de San Pablo denominada Primer Comando de
la Capital (PCC), que durante este año ha provocado numerosos actos de
vandalismo en esa ciudad y alrededores. La siguiente es la traducción textual
del reportaje.
"¿Usted es del PCC?
Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible.
Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el
problema de la miseria. El diagnostico era obvio: migración rural, desnivel de
renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía…
¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto
para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en
las montañas o en la música romántica sobre "la belleza de esas montañas al
amanecer", esas cosas… Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y
ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra
conciencia social ¿Vió? Yo soy culto. Leo al Dante en la prisión.
Pero la solución sería…
¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de "solución" ya es un
error. ¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en
helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría
con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de
alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en
la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de
una "tiranía esclarecida" que saltase por sobre la parálisis burocrática
secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. ¿O usted cree que los
chupasangres (sanguessugas) no van a actuar? Si se descuida van a robar hasta al
PCC. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical
del proceso penal del país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia
entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta "conference
calls" entre presidiarios…) Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría
una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es
imposible. No hay solución.
¿Usted no tiene miedo de morir?
Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel
ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí
afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil
hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y
el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una
nueva "especie", ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para
ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte
para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común. ¿Ustedes
intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces
¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí 3000 libros y leo al Dante,
pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país. No
hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo
allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo,
diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones
de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones
hechas "con autorización" de la justicia? Es eso. Es otra lengua. Está delante
de una especie de post miseria. Eso. La post miseria genera una nueva cultura
asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas
modernas. Es la mierda con chips, con megabytes. Mis comandados son una mutación
de la especie social. Son hongos de un gran error sucio.
¿Qué cambió en las periferias?
Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de
dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un
hotel, un escritorio… ¿Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro,
entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es
despedido y "colocado en el microondas". Ustedes son el estado quebrado,
dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes
son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en
tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo.
Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el
ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros
somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transformaron en "super stars" del
crimen. Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la
población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados.
Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de
afuera, somos "globales". Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros
"clientes". Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que
provocamos.
¿Pero, qué debemos hacer?
Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a "los barones del
polvo" (cocaína)! Hay diputados, senadores, hay generales, hay hasta ex
presidentes del Paraguay en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién
va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata? No tienen dinero ni para comida de
los reclutas. El país está quebrado, sustentando un estado muerto con intereses
del 20 % al año, y Lula todavía aumenta los gastos públicos, empleando 40 mil
sinvergüenzas. ¿El ejército irá a luchar contra el PCC? Estoy leyendo Klausewitz
"Sobre la Guerra". No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas
devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si
embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros… solamente con una
bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva?
Pero… ¿No habrá una solución?
Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la
"normalidad". No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una
autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la
moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de
él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro
de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no
entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: "Pierdan
todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno".