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Bolivia: Gobierno acusa a cocaleros de narcotraficantes
Años atrás, Evo Morales lloraba de impotencia al ver que un grupo de militares borrachos quemaba vivo a campesino productor de coca. Hoy, los ministros del mismo Morales defienden a las tropas entrenadas por la DEA y acusan a los campesinos de ser narcotraficantes
Econoticiasbolivia.com
Usando el mismo lenguaje de los regímenes neoliberales, que trataron de
erradicar a bala los cocales y a los cocaleros, el gobierno indigenista de
Bolivia acusó este viernes a los campesinos cultivadores de coca de trabajar
para el narcotráfico y de ser los responsables del enfrentamiento que ocasionó
la muerte de dos colonos y dejó heridos a casi una decena, entre ellos a dos
policías.
En conferencia de prensa, los ministro de Defensa, Wálker San Miguel, y de
Gobierno, Alicia Muñoz, anunciaron a media tarde, además, que el Ejército estaba
listo para ingresar a una zona cercana al Chapare, en Cochabamba, para rescatar
por la fuerza a 11 policías que, según la información oficial, habrían sido
tomados como rehenes por los campesinos cocaleros. Horas después, estas
autoridades anunciaron la pacífica "liberación" de los rehenes.
A nombre del presidente Evo Morales, que hasta ahora sigue como representante
máximo de los cultivadores de coca, el ministro San Miguel acusó a los cocaleros
de "narcotraficantes", de "haber emboscado a los policías" y de "cultivar coca
en zonas ilegales". Ni más ni menos, los mismos argumentos usados por todos los
gobernantes neoliberales de las últimas dos décadas que, presionados por la
administración de Estados Unidos, disparaban con total impunidad contra los
hombres del campo, pisoteando sus vidas y su honra.
La ministra Muñoz aseguró que los dos campesinos muertos por las militarizadas
fuerzas antidrogas "no son cocaleros" y que "las muertes han sido producto de
una emboscada hecha por el narcotráfico".
Muñoz defendió la acción de los militares y policías y aseguró que continuarán
las tareas de erradicación de cocales. "Esto demuestra la voluntad de lucha del
gobierno contra el narcotráfico. Estábamos procediendo a erradicar la coca
ilegal y en esa circunstancia (las tropas antidrogas) han sido emboscadas por
los narcotraficantes", agregó.
El ministro San Miguel, ex abogado de Petrobras y defensor de los empresarios
que saquearon la línea aérea nacional, contribuyó con lo suyo y dijo que la zona
del Parque Nacional Carrasco estaba "siendo ocupado por gente vinculada al
narcotráfico para sembrar coca para la elaboración de pasta base de cocaína".
"Esta emboscada fue premeditada y planificada por agentes del narcotráfico ya
que con armas de fuego dispararon a los policías que brindaban seguridad a la
brigada de erradicación", dijo al denunciar que "los informes de inteligencia
habían detectado la presencia de ciudadanos extranjeros que están alentando la
siembra de coca y la producción de pasta base y clorhidrato".
Los ministros del presidente Morales defendieron la actuación de las tropas
antidrogas, que entrenadas por asesores estadounidenses y efectivos de la DEA,
sistemáticamente violan desde hace dos décadas los derechos humanos, masacran
campesinos, violan mujeres, abusan niños, roban y asaltan a las comunidades,
entre otras atrocidades denunciadas abiertamente por organismos defensores de
los derechos humanos y la Iglesia católica.
El propio presidente de la República, Evo Morales, cuando fue dirigente de base
de los cocaleros, fue víctima de los atropellos de los militares y fue acusado
de defender a los narcotraficantes cada vez que bloqueaba caminos y se oponía a
la erradicación de los cocales.
A principios de mes, un influyente matutino local recordaba uno de los pasajes
más dramáticos de la vivencia de Morales con las tropas antidrogas y relataba
como el dirigente cocalero lloraba de impotencia y amargura cuando un grupo de
militares borrachos quemaban vivo a un campesino productor de coca.
Hoy, los ministro del mismo Evo Morales defienden a esas tropas y acusan a los
campesinos cocaleros de "narcotraficantes".
Desde el trópico de Cochabamba, el dirigente de los cocaleros del Carrasco
tropical, Emilio Caero, rechazó la afrenta. "Tenemos dos caídos y uno en estado
de coma que han llevado a Santa Cruz. Estamos en emergencia (...) Nos hemos
enfrentado con las tropas en Mandiola de Carrasco".
El dirigente exigió que el gobierno de Evo Morales respete los derechos humanos.
"Ojalá podamos consensuar, pero el gobierno se está endureciendo en contra
nuestra (...) No sabemos si hay rehenes. El ministro nos ha dicho que hay 16
rehenes, no sabemos si son parte de ellos o parte de nosotros", agregó.