Latinoamérica
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El país se achica
Le llevamos nuestro patrimonio a domicilio
Fredy González
Rodelu
A razón de un barco de 900 toneladas por día es la cantidad de arena que
empresarios uruguayos y extranjeros exportan, fundamentalmente a la Argentina,
con un control casi ficticio por parte de nuestras autoridades de gobierno, las
de antes y las de ahora. Las consecuencias de estas maniobras altamente
lucrativas para las empresas privadas (no así para el Estado) son por demás
evidentes y saltan a la vista: se parte al medio el ecosistema, se destruye la
costa (y la no tan costa), hasta se pone en peligro la vida humana en algunos
casos concretos, pero más allá de cada hecho puntual, aparece un "macrohecho de
lesa soberanía": nos están vendiendo el país en chatas areneras, el mapa se
reduce, el paisaje se mata, y ese saqueo indiscriminado se origina
fundamentalmente en el departamento de Colonia. ¿Nadie lo ve?
Partamos de la certeza de que la arena es un recurso de muy lejana
reposición, un elemento natural que tardará varios milenios en renovarse. Y la
arena, como tal –y como patrimonio de todos los habitantes de este país– se está
acabando. Apenas si todavía quedan algunos pocos focos de extracción cercanos a
la playa La Arenisca, a pocos kilómetros de la ciudad de Colonia, y otro en la
boca del Cufré. Son los dos últimos sitios de donde se continúa extrayendo ese
valor natural-patrimonial. Ya nada más se puede sacar de Puerto Platero, de El
Calabrés, de Conchillas, de Punta Francesa, de Martín Chico, y de otros varios
lugares que hasta hace muy pocos años eran sitios de extracción. Los vaciaron
literalmente. Los mataron con toda su riqueza. Y si alguien pone como excusa los
valores económicos de retorno, son ellos tan insignificantes que ni como excusa
sirven, ya que en el departamento de Colonia apenas ingresa un U$S 1,80 de
arancel por cada tonelada "declarada", que luego se vende al exterior en varias
veces ese valor. Podría decirse que prácticamente se están entregando pedazos de
nuestro país a pura pérdida, si a todo ello sumamos las enormes cantidades de
arena exportadas que posiblemente no son declaradas ni –por lo tanto– pagan
canon alguno al Estado uruguayo. Porque –en esto, como en tantas otras cosas–
¿alguien puede asegurar con total certeza que los funcionarios públicos
responsables de ese control, realmente controlan como debieran hacerlo? ¿Qué
sueldo perciben esos funcionarios?, para luego razonar en consecuencia. ¿Qué
vicios burocráticos ancestrales pueden haber adquirido en tantos años de
desempeño en esa función? ¿Este es un tema prioritario en la agenda de la
Dirección competente, o acaso es tomado como un asunto de menor importancia? Los
gobernantes, que son quienes deben controlar a los que controlan, deberían
responder estos interrogantes para ayudarnos a no sospechar sobre el manejo de
los bienes comunes a todos los orientales. No lo están haciendo. El fiscal
Enrique Viana, actuando de oficio, requirió informes al respecto, hace más de un
año, al gobierno nacional, sobre el caso concreto de la extracción de arena en
el complejo turístico Colonia Natural (ubicado en Colonia del Sacramento), de
capitales extranjeros, y todavía no nos hemos enterado que alguna autoridad
–anterior o actual– le haya respondido algo. En las inmediaciones de ese
complejo, que ahora ostenta la radicación de un hotel de la cadena Sheraton,
hace pocos años murió ahogado el niño Santiago González. Un pobre menos, que se
estaba bañando en una zona autorizada para hacerlo. ¿Se movilizó Colonia por
exigir el esclarecimiento de esa muerte? No, jamás lo hizo. Tampoco su familia,
claro, porque suele suceder que la pobreza no se siente amparada por la justicia
en nuestro país. Y si se hubiera movilizado, ¿las razones de un padre que
trabaja diariamente tirando de un carro, habrían sido de mayor peso que los
influyentes empresarios de Colonia Natural, a cuya inauguración de obras asistió
el entonces mismísimo presidente Jorge Batlle? No podemos asegurar cuáles fueron
las causas de la muerte de Santiago, pero sí podemos afirmar que un exhaustivo
control en la zona la habría evitado.
Los datos precisos
317 millones de kilos en 2005
La revista "González" logró acceder a información oficial, consistente en todas
las planillas donde figura el número total de exportaciones de arena desde el 1
de enero al 5 de diciembre de 2005.
Estos datos fueron evaluados por la Coordinadora de ONGs Ambientalistas del
departamento de Colonia, quien elaboró una síntesis más fácilmente comprensible
de los mismos.
En dicho informe, comienza destacándose que "si pudiéramos formar una fila de
camiones cargados de arena, de diez toneladas cada uno, ésta tendría una
longitud de cuatrocientos setenta y dos kms., una distancia como la que hay
entre las ciudades de Colonia del Sacramento y Tacuarembó, aproximadamente
31.000 camiones". Se explicita, además, que "a través de información oficial
registrada en la Dirección Nacional de Aduanas, la Coordinadora Departamental de
ONGs Ambientalistas del departamento de Colonia, por medio de su asociada, la
Sociedad Ecológica San Gabriel, ha elaborado un resumen sobre la
comercialización de arena extraída en las costas del Río de la Plata,
específicamente en los alrededores de la ciudad de Colonia y en las
inmediaciones de la desembocadura del Arroyo Cufré, departamento de San José",
como lo indicábamos.
Estas informaciones fueron resumidas del total de las planillas de las compañías
exportadoras que operan en nuestro país, tomando en cuenta el período de tiempo
citado al comienzo.
Las únicas dos firmas que a- parecen en esos registros, como exportadoras, son:
Darmix Sociedad Anónima, de origen argentino –según hemos podido saber–, aunque
con domicilio declarado en calle Cerrito 416 / 420 de Montevideo (RUC:
211222870018), y Merif Aramburu José Valentín, sin dirección declarada (aunque
nació en Carmelo, y vive en la calle Coronel Arroyo 569 de la ciudad de
Colonia), RUC: 40207920019.
El destino de la arena extraída es, en todos los casos, "exclusivamente la
República Argentina".
El siguiente es el detalle completo de todos los barcos extractores y
transportadores de esa arena:
– Aremar IV (argentino).
– Aredelta I (argentino).
– Remanso (argentino).
– Doña Secondina (argentino).
– Doña Nina (argentino).
– El Chon (argentino).
El volumen físico de arena extraída "declarado en toneladas (de difícil control)
registrado en el período de un año: 317.000 toneladas".
El arancel pagado al Estado uruguayo (monto que fue recaudado y destinado a
algún fin que desconocemos), según el volumen declarado, es "por tonelada U$S
1,80 en el departamento de Colonia, U$S 3 en el departamento de San José, en el
mismo período". Nos llama la atención, de acuerdo a estas cifras, que extraer
arena en nuestro departamento cueste casi la mitad que hacerlo en tierra
maragata, pero indudablemente todavía resulta mayor negocio realizar esa
operación en Colonia, por alguna razón que alguien conocerá..., si acaso
realmente existe esa razón.
Pero la diferencia entre extracción, aquí o en San José, y su posterior venta en
Argentina, parece resultar por demás beneficiosa para quien se ocupe de es- te
negocio, ya que la arena oriental se paga "en el puerto de Buenos Aires U$S 12"
la tonelada.
Para quien se empeñe en argumentar que estas maniobras proporcionan empleo y
mano de obra a nuestro desempleado país, ofrecemos otras cifras elocuentes: la
mano de obra uruguaya utilizada en la comercialización es de dos personas, una
por cada empresa.
La coordinadora ambientalista complementa que la "estimación mínima retroactiva
de la extracción de arena en los últimos diez años se puede situar en veinte
veces el valor de las 317.000 de ahora, dado que en la actualidad otras areneras
han sido agotadas, tal el caso de Conchillas y Boca del Rosario".
Y finaliza diciendo este informe: "Más allá de la escasa recaudación impositiva
y la irrisoria ocupación de mano de obra nacional, el pingüe negocio que
significa la venta de arena dulce en un país que carece de ella, por décadas,
apenas con un mínimo control fiscal, se desea denunciar el daño irreversible a
la integridad territorial en las costas de los departamentos de Colonia y San
José. Este negocio, en resumidas cuentas, significa una pérdida absoluta del
territorio de la Nación".
Integran esta Coordinadora trece grupos ambientalistas de Tarariras, Carmelo,
Valdense, Rosario, Juan Lacaze, Colonia Suiza, Miguelete, Ombúes de Lavalle,
Nueva Palmira y Colonia del Sacramento.
Infórmese, constate, comunique y proceda
La carta al presidente Vázquez
Esta es la carta remitida al presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez
Rosas, de parte de las trece organizaciones ambientalistas del departamento de
Colonia que firman al final.
Sr. Presidente de la República Oriental del Uruguay
Dr. Tabaré Vázquez
De nuestra mayor consideración:
Los Grupos Ambientalistas del Departamento de Colonia actuando en forma
coordinada se han reunido en tres plenarios bimensuales, han resuelto reclamar
soluciones a una serie de problemas que se manifiestan en la costa del
departamento. Desde el año 1993 los grupos ambientalistas han estado alertando a
las autoridades correspondientes, de la fragilidad de los ecosistemas costeros,
pero nadie ha tomado seriamente cartas en el asunto. En el año 1998 se reclamó
insistentemente por lo que estaba ocurriendo en la localidad de Conchillas a
raíz de la exportación masiva de arena –no siempre con los permisos
correspondientes– hacia Buenos Aires. No se hizo absolutamente nada, con el
resultado que hoy exhibe, reducido a "un pueblo fantasma", con un valor
paisajístico e histórico enorme, pero que ya no tiene sus grandes arenales y por
consiguiente sus playas que eran las más hermosas del departamento, han
desaparecido. Su nombre lo decía todo, enormes médanos de conchillas milenarias
que ya no están; lo mismo que millones de toneladas de arena, toda destinada a
la exportación. El colmo, la omisión oficial lo representa la arenera Rosselli
–propietaria de los predios costeros–, que no teniendo en sus últimos años
permisos de explotación ni de DINAMIGE ni de la Dirección Nacional de
Hidrografía, continuó con la extracción, según datos de la Dirección Nacional de
Medio Ambiente.
Además esa inacción y falta de control sobre los recursos naturales de
anteriores gobiernos, han ido acumulando una serie de problemas que se describen
a continuación, resumiéndolos en tres grandes aspectos:
1.- Exportación de arena
Uno de los más antiguos problemas que tiene la costa coloniense ha sido la
extracción de arena y piedra para la exportación hacia la Argentina, dejando una
serie de inmensas canteras y socavones paralelos al río, desde Nueva Palmira
hasta el Arroyo Cufré. La lista de lugares degradados es la siguiente:
1.1- Ex arenera Martín Chico, exportación piedra y arena.
1.2- Ex arenera Puerto Conchillas, exportación de arena y piedra. Que este año
se extinguió como empresa (Rosselli Hermanos, remate total de su instalación).
1.3- Ex arenera Maffei situada en Punta Francesa, San Juan, exportación piedra y
arena.
1.4- Ex arenera Oroná, ex Maffei en el Real de San Carlos, exportación de arena.
1.5- Ex arenera Ferrando situada al este de la ciudad de Colonia, exportación
piedra y arena.
1.6- Ex arenera Riachuelo, exportación arena y piedra.
1.7- Ex arenera Puerto Platero, exportación arena.
1.8- Ex areneras Balneario Artillero, exportación de arena.
1.9- Ex arenera INDARE (Juan Lacaze) exportación de arena.
1.10- Arenera INDARE al este y oeste del Río Rosario, exportación piedra y
arena.
Hoy han dejado verdaderos cráteres lunares a lo largo de esa costa. Si
antiguamente se justificaba esta depredación por la cantidad de puestos de
trabajo generados y el desconocimiento del daño producido, hoy en día no podemos
contrastarlas con la situación anterior dado que la extracción se hace por
medios totalmente mecanizados (barcos chupadores de bandera argentina con
tripulantes argentinos) que sólo generan unos pocos puestos de trabajo en
Uruguay y los veedores de la Dirección Nacional de Hidrografía y despachantes de
aduana uruguayos; esto es una ridiculez mayúscula.
Hay que recordar que la arena subacuática que se exporta y la de los predios
privados es un bien patrimonial costero, que hace a la integridad territorial
del país. A los grupos ambientalistas les ha sido imposible acceder a la
documentación de los permisos de exportación y roles de los barcos que la
transportan; pese a insistentes solicitudes a las correspondientes dependencias
estatales.
Más aún, no es un secreto para vecinos costeros y ciudadanos comprometidos que
el canon que se cobra por tonelada exportada de U$S 0,60 ($14 uruguayos) de muy
difícil control. Basta ver los innumerables barcos cargados hasta el tope en
forma diaria como usted mismo podría comprobarlo si visitara el Parque Anchorena.
Esa arena, de altísimo valor (comercial) en el vecino país, se está regalando
para beneficio de unos pocos. Seguramente, el día de mañana la vamos a necesitar
para recuperar nuestras costas. Es la contradicción del lujo y la miseria. Este
es un bien de origen terciario no renovable y la velocidad y forma en que se
está extrayendo sin estudios de sustentabilidad, ocasiona daños casi
irreversibles en el perfil oriental del Río de la Plata.
2.- Escollera Cufré
Otro de los serios problemas de nuestro departamento es la alteración de la
dinámica costera a raíz de la implantación de la escollera sobre la barra del
Arroyo Cufré (límite departamental de Colonia y San José). Ésta ha generado un
rápido deterioro de los balnearios del este del departamento, concretamente la
arena que en su natural fluir costero tiene una tendencia de trasladarse de sur
a norte, queda detenida al este de ésta con la consecuencia del retroceso y
deterioro de nuestras costas, aumentando el caudal arenero en San José, donde ya
se están haciendo su pingüe negocio de extracción y exportación hacia Argentina
las ya conocidas areneras que antaño dejaron sus huellas en Colonia. Hoy en día
se debe agregar a la lista coloniense las areneras maragatas "Rincón del Cufré",
"Da Rospide", "Arazatí", nombres distintos, pero siempre los mismos dueños de
este tenebroso negocio que afecta el patrimonio natural del país.
3.- Corte de la faja costera
Uno de los nuevos problemas que había que conjurar a raíz de las inversiones y
emprendimientos en esta hoja, es el riesgo cierto de perder la continuidad de la
ribera por la usurpación del dominio público. Dada la avidez de estos
inversionistas, corresponde citar los casos más emblemáticos de invasión y
pérdida de soberanía ya consumados dentro del departamento de Colonia:
Punta Chaparro ubicada en Nueva Palmira, corte de playa (alambrado con molinete
incluido para poder pasar).
Club de campo El Faro en Carmelo, apropiación de la costa.
Club de campo El Faro en Carmelo, apropiación de la desembocadura del Arroyo
Víboras, puerto de yates ilegal ya hecho.
Hotel Four Seasons ubicado en Carmelo, usurpación de la costa, a continuación
del club de campo El Faro.
Estancia en la Punta Martín Chico frente a Martín García, corte de camino
público de acceso a la playa.
Playas entre esta punta y el Arroyo San Francisco en Conchillas, alambrados
perpendiculares al río y corte del acceso a éste. Arenera Rosselli Conchillas,
corte al libre acceso y tránsito por la costa. Punta Francesa San Juan, cierre
camino público y acceso al río. Costas entre San Juan y Arroyo San Pedro, corte
de la ribera por alambrados perpendiculares a ésta en campos de Juan Anchorena.
Hotel Sheraton – Colonia Natural, Colonia del Sacramento, corte de la ribera y
usurpación de la faja costera. En este emprendimiento el hoyo 18 del campo de
golf está ubicado sobre la antigua playa Los Verdes. Su pileta de tratamiento
cloacal se realizó en la playa en el mes de setiembre. DINAMA, DNH, no fueron
notificados. No realizando el saneamiento prometido a OSE e Intendencia
Municipal de Colonia, de conexión a la red cloacal.
Dado que el país y Colonia en particular, por su privilegiada ubicación han
apostado al turismo, no se puede seguir promocionando lo que en breve serán
imágenes de deterioro costero y con restringido acceso a ellas por medidas de
privatización de facto.
La costa y sus playas es de todos los uruguayos y es quizás el bien más
democrático que poseemos, cuidémoslo para poder compartirlo. Pensamos que
continuar hablando de estos conocidos problemas es perder un precioso tiempo que
se necesita para resolverlos.
Por lo expuesto anteriormente le solicitamos las siguientes medidas:
– Aplicación de la ley de impacto ambiental a las exportaciones de arena.
– Suspensión efectiva por dos años de las exportaciones de arena de costas y
aguas jurisdiccionales de los ríos Uruguay y de la Plata.
– Realización de estudios de impactos en las grandes obras costeras prohibiendo
tocar los pocos médanos naturales que aún quedan, cumpliendo a carta cabal la
ley de impacto ambiental.
– Creación de un ente regulador único integrado por técnicos de los organismos
públicos competentes con participación de las ONGs especialistas en medio
ambiente para coordinar el uso de la arena, bien público tanto en el río como en
la costa.
– Decisión firme sobre el destino final de la escollera de Cufré. Después de
escuchar la excelente exposición del Ministro de Transporte y Obras Públicas Sr.
Víctor Rossi y del Director Nacional de Hidrografía Ing. Edi Juri (en la Junta
Departamental de Colonia, abril 15 de 2005) deberían tomarse las medidas
necesarias antes de que este problema se torne irreversible, ante el rápido
deterioro que están sufriendo las costas sur del departamento de Colonia.
– En cuanto a la costa y los accesos cerrados por particulares pedimos al Sr.
Presidente que los ministerios competentes se aboquen a la investigación de
estas violaciones tanto en la jurisdicción nacional como municipal, para el buen
uso de un bien común que pertenece a todos.
Firmas de los grupos ambientalistas integrantes de la Coordinadora
Departamental.
Quedando a la orden para tratar de ayudar en todo lo que sea posible, nos
despedimos atentamente.
Agricultores Orgánicos (Tarariras), ARROYO (Carmelo), DEMAVAL (Colonia
Valdense), DESURCO (Rosario), GAMA (Juan Lacaze), GAMACS (Colonia Suiza),
GECAMPS (Juan Lacaze), GEMI (Colonia Miguelete), GEOL (Ombúes de Lavalle), Grupo
Ecológico Nueva Palmira, MODEMAR (Rosario), Sociedad Ecológica San Gabriel
(Colonia) y Reserva de Fauna de Carmelo.
Fredy González
Periodista uruguayo
fredygon@adinet.com.uy