Latinoamérica
|
Salvador: Cooperativa El Castaño, una historia de mujeres salvadoreñas emprendedoras
Néstor Martínez
Texto y Fotografía
Redacción Co Latino
Pocas
veces se conoce del éxito colectivo de las mujeres en los negocios, y una gran
excepción es la Asociación Cooperativa de Producción Agropecuaria y Servicios
Múltiples "El Castaño": 28 mujeres de extracción campesina, son socias activas
de treinta y cuatro, y si bien en la actualidad tienen problemas financieros, su
lucha está apunto de tomar un nuevo giro: tendrán apoyo financiero, están
tratando de recuperar los mercados perdidos, y no solo eso, a lo mejor una
manita les llegue desde Europa. Pero vayamos por el principio.
El Cantón El Castaño en San Antonio del Monte, Sonsonate, destaca desde antes de
la colonia por su agricultura. En esta tradición, a mediados de los años
setenta, un grupo de agricultores, cuya mayoría eran mujeres, estaba bien
establecido, dedicado a la siembra de hortalizas y productos agropecuarios a
pequeña escala, es decir, huertos caseros. Entonces deciden unirse en una
cooperativa, iniciativa empresarial que fue apoyada en 1979 por diferentes
agencias de cooperación internacional en la conducción y experimentación de
nuevas formas de desarrollo comunal, cuyo énfasis principal era la incorporación
de la mujer rural en la actividad productiva de la zona.
Se buscaba entonces el desarrollo agroindustrial de la zona, basado en la
formación de empresas que pudieran maximizar la mano de obra de los agricultores
y las agricultoras, y el recurso agropecuario, ya que sus principales productos
eran tomates, verduras y frutas. Al mismo tiempo se requería una institución
organizada capaz de auto conducirse y administrarse, en este momento llegamos a
abril de1981, cuando se constituye oficialmente la Cooperativa, un proyecto
productivo que permitiría un crecimiento y desarrollo sostenible a largo plazo.
Los beneficiados entre directos e indirectos fueron más de tres mil personas.
Fue la primera Cooperativa de tipo agroindustrial en el país, que, con moderna
maquinaria, procesaba tomate y frutas frescas para la elaboración de la pasta y
pulpa, y en el correr de sus 24 años amplió sus productos a salsas tipo tabasco,
salsa inglesa, salsa de soya, vinagre, chile jalapeño entero o en trozos, además
de maquilar productos para otras empresas extendiendo su mercado más allá de las
fronteras salvadoreñas sus marcas Castaño y Doña Laura.
Como
parte de su proceso de diversificación produce bebidas no carbonatas, envasando
agua de manantiales propios, libres de contaminación bajo normas estrictas de
calidad, con la marca La Colina, además de los refrescos Mambo Fruit.
Pero el paraíso tenía más de una serpiente, y es así que bajo diversas
administraciones y consultorías, cuya mejor receta era un altísimo salario, caen
en la descapitalización, bajando la producción, descuidando la maquinaria… en
fin, parecía que todo el esfuerzo se venía abajo, pero quien no conozca la
fuerza de las mujeres…
El 20 de octubre recién pasado, estamos en la sede de la empresa, han llegado
todas las socias y socios. Es una reunión muy importante que dura muchas horas.
Entre otras personas destacan el licenciado Mario Antonio Martínez, Asesor
Empresarial del Fideicomiso Especial del Sector Agropecuario (FIDEAGRO), y
Carlos Ernesto García, quien es delegado en la Unión Europea de la Cooperativa
"Venceremos".
El FIDEAGRO es un fideicomiso en que están todos los clientes que tuvieron mala
calificación debido a las
deudas que tienen con el Banco de Fomento Agropecuario, como El Castaño.
"El problema de El Castaño ha sido de tipo gerencial. Es un endeudamiento que
tienen con las instituciones acreedoras como el Banco de Fomento, el FIDECOOP,
el BID. Redondeando las deudas andarán por unos dos millones de dólares", dice a
Co Latino Martínez, y que "es inquietud del banco, que esta fuente de trabajo de
mujeres no se pierda, además de la inversión, porque esta es una cuestión
orientada al género, solo mujeres han trabajado en esto. En el banco se han
tamizado ideas y llegado a la conclusión que lo mejor para ellas y para nosotros
es un refinanciamiento a largo plazo, para que puedan respirar y darles capital
fresco, para capital de trabajo y puedan operar".
Sobre
la empresa dice que "la evaluación de la maquinaria es que en un 60 o 70% está
en buen estado, aparte de la que está arruinada, que con una inversión mínima se
puede recuperar. Le digo mínima comparada a lo que vale la máquina. Ellas ya
tienen la capacidad instalada y el conocimiento. Es posible operar de nuevo.
Nosotros hemos trabajado en un flujo de efectivo y esos son ya números reales,
hemos evaluado la parte financiera del proyecto, y ellas sí son capaces de salir
de sus compromisos pagándoles a todas las instituciones en un plazo aproximado
de diez años"
"Vamos a apoyarlas", puntualiza.
Por su parte García, escucha sus necesidades y proyectos, también él afirma que
buscarán ayudarles a las mujeres en la Unión Europea. Se entera de que la
Cooperativa tiene alta capacidad y que vale la pena apoyarla.
"La Cooperativa está en situación de crecimiento, hay posibilidades, es lo que
venimos a buscar", afirma García, y que "vamos a vincular a otros sectores
agrarios que tengan la visión social, y a sensibilizar a entidades de
solidaridad y cooperación europeas".
Para García también se trata de "fortalecer aspectos como educación, salud,
formación de los sectores campesinos", y que tratarán de enlazar por medio de la
Cooperativa "Venceremos".
Todas
salen con sonrisas en sus rostros, quizá por primera vez, ven una luz al final
del túnel.
Ana Julia Estrada, presidenta del Consejo de Administración de la Cooperativa El
Castaño, sueña con la reactivación de los agricultores de la zona y está
dispuesta a luchar por ello, ya que la Cooperativa no solo es una empresa más,
sino que representa la esperanza para miles de personas. "Estamos dispuestas a
seguir luchando", afirma con un aplomo que asusta y ya quisieran muchos hombres.
- ¿Qué es lo que producen?
Salsa de tomate, salsa inglesa, salsita picante, chile jalapeño, agua envasada,
vinagre.
- ¿Cuál ha sido el problema?
Tenemos un problema financiero, la empresa está descapitalizada y estamos
solicitando fondos para seguir trabajando.
- Además del Banco de Fomento, ¿a quienes más le han solicitado fondos?
Estamos solicitando financiamiento al Banco de Fomento y a la Cooperación
española. Necesitamos fondos para seguir adelante, ya que no queremos nuestra
fuente de trabajo. Esto se creó para un beneficio de las familias.
- ¿Cuántas mujeres son?
Somos treinta y cuatro mujeres. Todas trabajamos en la empresa en diferentes
áreas, como producción, ventas y otras.
- En este momento, ¿con qué están operando?
No tenemos capital de trabajo, nada más la Distribuidora Santa Fe, que opera
en todo el país y además es una empresa que recién empieza y tiene capacidad,
nos está apoyando con un cincuenta por ciento en efectivo antes de la compra y
un cincuenta por ciento contra entrega, eso nos está ayudando por el momento a
atender pequeñas cantidades de despachos. Estamos dispuestas a seguir luchando.
- ¿Cuántas personas dependen de esta empresa?
No
solo se benefician las familias, sino la comunidad El Castaño. Solo en familias
estamos hablando de casi doscientas personas.
- ¿Pueden tener su propio abastecimiento?
Sí, ya que la pasta de tomate se importa y está bastante cara. Pensamos
reactivar la elaboración de nuestra propia materia prima, además de eso el chile
japaleño, que no lo estamos produciendo porque no se encuentra en la zona y es
demasiado caro. Tenemos el proyecto de que, como los esposos de las señoras son
agricultores, ellos pueden sembrar el tomate y el chile jalapeño y nosotros lo
procesamos, aquí mismo se compra y procesa.
Quiero agregar que nuestros productos es un producto fresco, de buena calidad,
no lleva colorantes artificiales, y no viene de afuera. Tenemos controles de
calidad y sanitarios, además tenemos los registros requeridos. No pasa mucho
tiempo embodegado y es hecho por mujeres salvadoreñas emprendedoras.
Fuente: lafogata.org