Tras la emboscada de la guerrilla colombiana que deja 28
soldados muertos
FARC colapsan a Uribe Vélez
Horacio Duque
Rebelión
No le duran mucho las pompósas celebraciones al señor Uribe Velez por los
avances del gobierno en materia de crecimiento del PIB, seguridad
democrática y caida del desempleo, que por lo demás esconden, mediante trucos
estadísticos, sus reales dimensiones y alcances; en el caso del PIB porque su
expansión se explica casi exclusivamente por la espectácular cifra del PIB
venezolano en el año que termina, que jalona la manufactura colombiana; y en lo
del empleo porque la informalidad es utilizada para alterar las abrumadoras
tasas del paro.
Ahora el turno es para la desbarajustada política mal llamada de Seguridad
Democrática, ponerada como el gran avance del Estado Comunitario uribista. Bush
y Condolezza, han llamado a su vasallo en Bogotá para felicitarlo por los
"esplendidos" resultados de su estrategia contrainsurgente que sirven de
referencia a la "victoriosa" campaña de la tropa imperialista en Irak.
En otra demoledora acción guerrillera, las FARC-EP han dado un duro golpe a las
fuerzas de élite de la Brigada Movil No 12, integrada por mercenarios
profesionales que adiestran las más de 300 unidades de las fuerzas especiales
gringas en Colombia. Se trata de un componente del Plan Patriota, organizado con
el multimillonario presupuesto del Plan Colombia, que patrocina la
administración imperialista norteamericana para aplastar la insurgencia
campesina y popular.
El municipio de Vistahermosa (Meta), ha sido el escenario donde el Bloque
Oriental de las FARC ha desplegado todo su potencial político y militar para
doblegar la maquinaria de muerte del Estado paramilitar que lidera el caudillo
de los escuadrones de la muerte. Alli han muerto 28 soldados y otros tantos han
desparecido.
Este hecho se encadena a una serie de eventos ejecutados por las guerrillas en
los últimos trece meses que han desbarajustado la estrategia militar de la elite
adinerada dominante y que integran empresarios, banqueros, narcotráficantes,
paracos, multinacionales, tecnocrátas, obispos y politiqueros, favorecidos por
el actual gobierno con todas sus políticas, las cuales han agudizado la pobreza
y miseria de millones de colombianos.
No es cierto lo que afirma el régimen y sus mariachis políticos e
ideológicos y demas morralla orgánica del sistema, en el sentido de que se trata
de una estrategia recurrente de la guerrilla en época electoral. Ese es un
sofisma de politicologos a sueldo del Ministerio de Defensa, que sugieren
conjeturas a diestra y siniestra para ampliar sus honorarios con los dineros
públicos.
Frente al Golpe de Estado dado con la reelección del señor Uribe y a la
manipulación mediatica, electoral y paramilitar para imponer su continuidad por
otros cuatro años más en la Casa de Nariño, los espacios de la oposición
política han sido prácticamente eliminados, focalizandose en estos momentos los
contrapuntos en la resistencia armada campesina y popular, que está mostrando
una sólida consistencia. Muy similar a lo que ocurre con la resistencia Iraqui
frente a la invasión yanqui del Estado arabe.
La movilización de las FARC, despues de que se había anunciado su destrucción,
está colpasando al gobierno de Uribe Velez. Es muy probable que todo conduzca,
en el mediano plazo, a su derrumbe, aún si es reelegido.
Es lo que ha ocurrido recientemente en América Latina. Ocurrió en
Argentina, donde el movimiento popular obligó la renuncia del neoliberal y
corrupto De La Rua. Ocurrió en Bolivia, donde los campesinos sacaron
del poder con gigantescas manifestaciones al proimperialista y mafioso Goni y a
la marioneta de Carlos Mesa. Y ocurrió en Ecuador con Lucio
Gutierrez, quine traicionó a las masas campesinas para ponerse al servicio de
los gringos.
La oligarquía dominante en Colombia ha colocado el proceso político en esos
términos. Su estrategia para imponer un Estado paramilitar tiene como premisa el
desconocimiento filosófico de la prolongada guerra civil nacional. Por eso se ha
descartado la solución política del conflicto armado y se ha privilegiado la
acción militar a ultranza como la vía para impedir los cambios democráticos y
populares que reclama la mayoría de ciudadanos.