Latinoamérica
|
Con sus ataques, las FARC complican la reelección de Uribe
Marcela Rodríguez
Colatino
A cinco meses de la contienda electoral en Colombia, las FARC arremeten contra
la política de seguridad de Alvaro Uribe, poniendo en entredicho la efectividad
del plan de gobierno y complicando el camino del presidente-candidato.
En menos de dos semanas, 36 uniformados han muerto víctimas de ataques del grupo
rebelde, que en un gesto sin interpretar aún, liberó a 29 policías retenidos en
una toma, lo que animó a varios analistas políticos a exigir que se replantee el
programa bandera del gobierno de Uribe.
A través de un comunicado los insurgentes informaron que la liberación de los
soldados secuestrados obedeció a un gesto voluntario, desmintiendo las
declaraciones de Uribe, quien había asegurado que ese evento fue producto de un
rescate militar.
El politólogo León Valencia indicó que la toma de un puesto policial en la
población de San Marino, fronteriza con Panamá, fue el producto de errores
tácticos del plan de seguridad gubernamental y señaló que los costos pueden
superar los resultados.
"El gobierno está pagando el costo de hacer llegar fuerza pública en un número
reducido de hombres a las zonas más apartadas del país", dijo Valencia e
insistió en que "ese es el costo de la política de seguridad del presidente (Alvaro
Uribe)".
"El presidente debería revisar con los altos mandos y el ministro de Defensa,
Camilo Ospina, la situación de las Fuerzas Militares, su estado de alerta y
vulnerabilidad", dijo Alfredo Rangel, experto en temas de seguridad, tras el
ataque rebelde a Vista Hermosa (centro), donde murieron 28 militares el día de
ayer.
Los ataques de los guerrilleros se convierten en un golpe contundente al Plan
Patriota, que comenzó como la mayor ofensiva del gobierno contra las FARC, y
sirven a los rebeldes para demostrar la debilidad del discurso de "mano dura" de
Uribe.
"Las FARC están demostrando que no han sido derrotadas y que el camino que se
escogió para la política de seguridad no ha logrado su objetivo central",
explicó Jesús Balbín, investigador del Instituto Popular de Capacitación.
El Ejecutivo señaló que en el último mes el Ejército inauguró tres comandos
militares con el objetivo de custodiar varias regiones del este de Colombia,
pero esa decisión no ha menguado la arremetida de las FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia).
El pasado 18 de diciembre, la guerrilla realizó ataques en el departamento de
Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, donde secuestraron al menos a dos
personas, derribaron varias torres de conducción eléctrica y dejaron a unos
1.000 pobladores sin suministro de luz.
Las autoridades locales de las regiones más convulsionadas han declarado el
"pánico" en sus regiones y reclaman la presencia de la fuerza pública.
Por su parte, Uribe, que prepara el camino para extender su gobierno hasta 2010,
reiteró que facilitará un encuentro entre las FARC y representantes de España,
Francia y Suiza para dialogar sobre el acuerdo humanitario, sin que la guerrilla
se haya pronunciado.