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Me gusta todo su discurso porque tiene ímpetu y lo dice de corazón (...), sin leer. Espero que su gestión sea para el bien de todos los bolivianos", expresó Fernando Moreno, un administrador de empresas, mientras tomaba su café en una heladería de la ciudad, junto a él había centenares de clientes atentos a las palabras del nuevo presidente de los bolivianos, Evo Morales.
Similar opinión dieron decenas de ciudadanos de diferentes sectores sociales que fueron consultados por EL DEBER, en un recorrido por el centro de la ciudad, los barrios periféricos y las zonas de abastecimiento.
Según se comprobó, desde el transcurso de la mañana, el seguimiento a la posesión del nuevo Gobierno batió récord de audiencia en los hogares y los negocios de la ciudad.
Empero, fue a partir del mediodía cuando los restaurantes aprovecharon la ocasión para poner el audio a todo volumen. Lo característico es que, tanto en las afueras, como en el centro, los locales de ventas de comidas continuaban repletas hasta las cuatro de la tarde, hora en que culminó el acto.
Sin embargo, para los gremialistas de los mercados La Ramada, Los Pozos, Alto San Pedro y el Plan Tres Mil fue un día normal para sus actividades y no se divisó ningún festejo en el ínterin.
"Es un discurso muy lindo, por eso en la noche nos vamos a ir a challar con entusiasmo y alegría", dijo Pedro Ramos, un comerciante de El Abasto, que al igual que René Peñaranda, de El Alto San Pedro, esperan que Evo Morales cumpla sus compromisos. Se escucharon petardos.
Por su parte, en las heladerías, incluso los niños, junto a sus padres, escuchaban atentos a Morales. Sólo los locales del barrio Equipetrol y del bulevar de la avenida Monseñor Rivero estaban casi vacíos.
En el comedor del hotel Los Tajibos siguieron el acontecimiento más de 50 turistas, nacionales y extranjeros.      

Fuente: lafogata.org