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El líder indígena Evo Morales nuevo presidente de Bolivia
Alvaro Zuazo
Associated Press
El líder indígena Evo Morales juró el domingo con lágrimas en los ojos a la
presidencia de Bolivia en solemne sesión del Congreso. Con el puño izquierdo en
alto, Morales, el primer indígena que llega a la presidencia en los 180 años de
historia de Bolivia respondió: "Si juro", cuando el vicepresidente Alvaro García
Linera le tomó el juramento "por Dios, por la creencia o confesión que profesa y
la memoria de nuestros héroes". Inmediatamente después, Morales recibió
visiblemente conmovido la banda y el medallón presidencial, para luego ponerse
delante de la testera del hemiciclo parlamentario y entonar el himno boliviano.
En el momento en que Morales fue llamado por García Linera para el juramento, la
mayoría de los 157 legisladores y los invitados extranjeros se puso de pie para
aplaudir al nuevo mandatario, que emergió a la vida política como dirigente de
los campesinos cultivadores de hoja de coca. Al tomar la palabra, Morales pidió
un minuto de silencio por pasados héroes indígenas como Túpac Katari, Túpac
Amaru, Bartolina Sisa, y por otros de la izquierda latinoamericana como el
guerrillero argentino cubano Ernesto "Che" Guevara y "por miles de millones de
seres humanos que han caído en América defendiendo la libertad". "Gloria a los
mártires por la liberación", dijo Morales al cabo de ese lapso, para luego
iniciar su primer discurso como presidente de Bolivia, cargo que deberá ocupar
por cinco años. Morales indicó en un discurso improvisado que con su gobierno
concluyen "500 años de resistencia" para empezar una era de 500 años de los
pueblos indígenas en el poder. "La campaña de 500 años de resistencia indígena y
popular comenzó el año 1988 y 1989 y quiero decirles que no ha sido en vano.
Estamos acá para decir basta a la resistencia y tomar el poder por 500 años",
dijo en referencia a los cinco siglos de la colonia española iniciada en 1492.
Dijo que ahora tocaba asumir el poder a los indígenas y a otros sectores como
los "obreros", pero también indicó que gobernará "para todos y para todas".
"Sólo estamos recordando nuestra historia permanente de humillación, verdad que
duele, pero tampoco estamos para seguir llorando por esos 500 años. Estamos en
un día de alegría", prosiguió. Pese a ello, indicó que los aborígenes fueron
sistemáticamente excluidos de la vida política y económica de Bolivia y que a
los primeros indígenas que aprendieron a escribir "se les cortaron las manos".
También fustigó al modelo económico de libre mercado que entró en vigencia en
Bolivia en 1985, y dijo que "en vez de capitalizar ha descapitalizado al
estado". Desde el palco oficial del Palacio Legislativo siguieron el discurso de
Morales el Príncipe Felipe de España, los mandatarios de todos los países de
Sudamérica, con excepción del de Uruguay, y los gobernantes de Eslovenia y la
República Arabe Saharaui. En las afueras del Congreso, decenas de miles de
pobladores, buena parte indígenas campesinos, lanzaban vítores en favor de
Morales, y algunos hacían sonar el rugido profundo de unos cuernos vacunos,
pututus, que los indios bolivianos utilizan para ceremonias importantes. Morales
insistió en que lo que buscará es la unidad de su país, y hacer transformaciones
económicas y políticas, de carácter progresista, como la nacionalización de los
hidrocarburos y la convocatoria a una asamblea constituyente, prevista para
julio. "En Bolivia, el modelo neoliberal no va", afirmó. Morales reiteró sus
ataques a la colonización española, a los gobiernos de blancos y mestizos de la
era republicana, al "modelo neoliberal", a todos los gobiernos democráticos
desde 1982, y a la Corte Nacional Electoral a la que acusó de no haber cumplido
acabadamente su labor en las elecciones del 18 de diciembre. Resaltó que gracias
"al voto consciente de mi pueblo" su candidatura junto a García Linera y
sustentada por su partido Movimiento al Socialismo (MAS), ganó con el 53,64% de
los votos, el caudal más alto en los últimos 40 años. Morales eximió de las
críticas al gobierno de Estados Unidos, con el cual, como líder de los
campesinos cultivadores de hoja de coca, tuvo duras confrontaciones, plagadas de
acusaciones de grueso calibre entre ambas partes. La coca, además de usos
tradicionales como el masticado y su empleo para fines medicinales y rituales de
religiones andinas, también es desviada para la producción de cocaína. "Quiero
agradecer la visita del representante de Estados Unidos (Thomas) Shannon", dijo
en referencia al secretario adjunto para asuntos del gobierno estadounidense,
quien encabezó a la delegación de su país en la investidura de Morales.
"Empezando por el gobierno de Estados Unidos y acabando en el gobierno de Fidel
Castro tenemos apoyo internacional", dijo Morales, quien se ha declarado
seguidor del líder cubano y de su par venezolano, Hugo Chávez. También dedicó
una parte de su mensaje a resaltar la figura de García Linera, un intelectual de
43 años de sangre europea, que entre 1992 y 1997 purgó cárcel acusado de ser el
ideólogo del desaparecido Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK). "Mi respeto
y admiración al hermano García Linera", dijo del vicepresidente quien,
constitucionalmente, es presidente nato del Congreso. García Linera, un doctor
en matemáticas con estudios en México y profesor de Sociología en la universidad
estatal de La Paz, había pronunciado antes un discurso también improvisado en el
que dijo que el "empate catastrófico" entre sectores progresistas y
conservadores se había resuelto en favor de los indígenas y otros sectores
pobres con la abrumadora victoria de Morales en las elecciones.