Internacional
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Los inmigrantes son personas, no problemas
Los inmigrantes como chivos expiatorios y la construcción de una Crisis
Los opinadores profesionales y políticos en Washington llamaron a reunir y
deportar a millones de personas, rompiendo familias y fracturando comunidades.
Ahora los políticos y el Pentágono quieren poner tropas militares a lo largo de
la frontera con México, junto a centenas de millares de alambrado, nada
diferente con la frontera israelí con Palestina o los muros y alambrados
instalados en Europa del este durante la Guerra Fría. Con estos hechos en mente,
parece que enfrentamos una crisis de enormes proporciones que mina la nación y
amenaza con causar un gran daño a los usamericanos. Pero detrás de las tácticas
intimidatorias de Lou Dobbs y Bill Frist, la verdad es que los inmigrantes han
fortalecido al país y cualesquiera efectos negativos de su presencia son
superados con creces por los beneficios. Asimismo, sí hay políticas que agobian
a nuestro país y a mucha gente trabajadora (la guerra en Iraq, las exenciones de
impuestos para los ricos, la avaricia corporativa), pero restricciones flexibles
en el tema migratorio son más un beneficio que una carga.
Algunos argumentos para la reacción exagerada sobre los temas fronterizos y
migratorios son:
Salarios bajos y competencia por trabajos.
Dobbs aduce que los inmigrantes en EE.UU. reducen ilegalmente los salarios para
los ciudadanos usamericanos en un estimado de $200 mil millones al año. Pero la
reducción de salarios tiene múltiples causas y soluciones mucho más lógicas que
restringir el movimiento laboral. La solución más obvia y sencilla sería
aumentar el salario mínimo para todos. Según