Internacional
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Estados unidos, campeón violador de derechos humanos
Por Julio Yao
Analista Internacional -
Cuando creemos que cierta persona es vulnerable por alguna conducta impropia,
decimos que "tiene cola de paja" porque la paja coge fuego fácilmente. Pero
cuando queremos resaltar la falta de autoridad de una persona cuando critica a
otra, solemos decir, "sartén le dice a paila", dicho popular que se entiende,
por ejemplo, cuando un negro le grita "¡negro!" a otro.
En el caso de Estados Unidos, la cola no es solamente de paja sino que ya está
prendida y es tan larga que le da la vuelta al mundo, incendiándolo por todos
sus paralelos y meridianos. La violación de los derechos humanos por parte de la
Administración Bush es tan grande, que habría que invertir el refrán y decir,
"paila le dice a sartén". En efecto, la Administración Bush acusa a otros países
de violar los derechos humanos no obstante ser ella misma un semillero
inagotable de atropellos, represión y muerte a los derechos del resto del mundo.
Incapaz de ver ardiendo su propia cola de paja, el Imperio solamente ve la paja
en las colas y ojos de los demás.
Pero el enraizamiento de Estados Unidos en el sistema mundial es tan profundo
que su impacto negativo en los derechos humanos se sustenta en todos los niveles
en que se produce la existencia humana; es decir, tanto en la estructura como en
la superestructura, y es así como Estados Unidos se convierte -- desde su propio
ADN -- en el principal violador de los derechos humanos del mundo, al menos por
cuatro razones fundamentales:
Primera: Estados Unidos tiene responsabilidad enorme en la catástrofe social que
agobia a la mayor parte del planeta en virtud de su preponderancia directa en la
economía y el comercio global e, indirectamente, mediante las instituciones
monetarias, económicas, comerciales y financieras bajo su égida, las cuales son
el sustento de una organización global asimétrica e injusta que da cauce a una
explotación sistemática y un genocidio planificado a gran escala para mantener
los privilegios de sus élites, socios y vasallos mediante un sistema que
ocasiona exclusión, iniquidad, carencia, pobreza y sufrimiento.
Segunda: Estados Unidos y el sistema depredador que encabeza y preconiza tienen
responsabilidad primordial en el agotamiento de reservas y recursos naturales y
en la devastación ecológica del planeta, cuyas consecuencias inmediatas son la
destrucción progresiva y en buena parte irreversible de la plataforma biofísica
sobre la cual se asienta toda vida humana.
Tercera: Estados Unidos amenaza, presiona y agrede a aquellos pueblos que no se
someten a sus objetivos de dictadura planetaria ("Destino Manifiesto"); que no
entregan sus riquezas y recursos a sus corporaciones ("Privatización"); que
pretendan amenazar su supremacía estratégica ("Guerra Preventiva"); que no
permiten la penetración de sus capitales o que no subordinan sus posiciones
estratégicas a su aparato o doctrina militar ("Seguridad Nacional").
Cuarta: Estados Unidos impone el Pensamiento Único ("Democracia", "Libre
Mercado" y "Libertad de Expresión") a nivel mundial mediante su control del
aparato mediático que oculta, desinforma, deshumaniza, manipula, distorsiona,
justifica, suplanta, desestabiliza, canaliza, insensibiliza y mediatiza la
opinión mundial con el fin de que la comunidad internacional acepte como
únicamente legítima la visión del Imperio y sea incapaz de conocer su propia
realidad para forjarse una visión distinta. El monopolio sobre los medios sirve
para imponer la ideología dominante a fin de justificar, defender y perpetuar
los intereses del aparato industrial-militar-corporativo de Estados Unidos y de
sus subsistemas como si éstos representaran los intereses de la Humanidad.
Los anteriores son las cuatro premisas fundamentales sobre las que descansan
casi todas las modalidades de violación de derechos humanos que ha cometido y
comete Estados Unidos en su ascenso hacia una dictadura planetaria (sin excluir
a su propio pueblo) y que incluyen ejemplos históricos de muy diversa índole.
En la Casuística de la Violencia o Galería del Horror anotaremos el genocidio
cometido contra los pueblos originarios de América del Norte, el despojo
territorial a México (1846); la alevosa guerra contra España (1898), las
frustradas independencias y apropiación de las Filipinas (1898-1946); Hawai
(1898), Samoa (1899), Cuba y Puerto Rico (1898-1903); el aplastamiento de la
Rebelión de los Boxers en China (1900); las intervenciones en el Caribe y
Centroamérica (1902-1933), el secuestro de Panamá (1903/2006); las agresiones a
Marruecos (1904-1906); México (1914-1917); Haití (1915-1934), Unión Soviética
(1918-1920), la destrucción atómica de Hiroshima y Nagasaki (1945); las
invasiones de Corea (1950-1953), Guatemala (1954), Vietnam y Camboya
(1964-1975); Panamá (1964), República Dominicana (1965), Nicaragua (1911-1933,
1984-1986), Líbano (1958, 1982-1984), Grenada (1983), Libia (1986), Panamá
(1989), Irak (1991), Sudán (1995), Somalia (1994-1995), Yugoslavia (1995-1999),
Afganistán (2001), Irak (2004-2006).
A ello deben agregarse las numerosas intervenciones y el bloqueo ilegal a Cuba
(1960-2006); la creación y sostenimiento de dictaduras militares en
Latinoamérica el pasado siglo; su estela de golpes de Estados, ya innumerables
en Panamá (1941, 1955, 1989), Irán (1953), Guatemala (1954), Estados Unidos, con
el asesinato de John F. Kennedy (1963), Brasil, Chile (1973), Panamá (1941,
1955, 1989), Haiti (2004-2006), Venezuela (2002); su apoyo a Israel en su
desconocimiento de los derechos de Palestina (1947-2006); el derribo de un avión
comercial de Irán con 290 víctimas (1988); el bombardeo de la embajada de China
Popular en Belgrado (1999); sus planes de agresión contra Corea del Norte, Irán,
Cuba, Siria y Venezuela.
Añádanse su intervención solapada en exrepúblicas soviéticas y en territorios de
Rusia, así como sus designios contra China; el encarcelamiento ilegal y las
torturas y tratos degradantes a miles de prisioneros injustificadamente
detenidos, como en Abu Grahib, Guantánamo y cárceles secretas y flotantes en
diversas regiones del mundo; su proceder unilateral en las Naciones Unidas; su
rechazo del derecho internacional y de los tratados de derechos humanos,
incluyendo al Tribunal Penal Internacional; su decisión de no limpiar los
polígonos de tiro y de no eliminar las armas y municiones químicas abandonadas
en la Isla San José en Panamá; la violación de los derechos de los inmigrantes;
la suspensión de los derechos civiles y políticos en Estados Unidos; el
encarcelamiento de Los Cinco Héroes cubanos y la protección al terrorismo
internacional en las personas de Luis Posada Carriles, Orlando Bosh, Osama Bin
Laden y muchos otros.
La masiva violación de los derechos humanos a escala planetaria por sucesivos
gobiernos de Estados Unidos constituye atentados contra la libertad y la
autodeterminación y son precisamente estos conceptos los que dieron luz a las
doctrinas sobre los derechos fundamentales de los pueblos.