Europa |
La OTAN en guerra
La salida de las tropas españolas de Haití encubre una implicación
acelerada en la Operación Libertad Duradera a través del escenario afgano
Antonio Maira
inSurGente
Eso es, sencillamente, la conflagración universal y permanente que ha definido
con generalidad absoluta, y disponibilidad guerrera total, el presidente Bush.
Tendrá lugar en cualquier país que decida Washington y se activará en cualquier
momento inmediato o demorado. La concreción en uno o varios escenarios,
simultáneos o sucesivos, es función de la capacidad militar y económica, y de la
voluntad, del Imperio. Zapatero ha decidido apoyar la propuesta estadounidense
-formulada por el Jefe militar de la OTAN- de unificar los mandos y las
"misiones" en Afganistán de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad
(operación de la Alianza Atlántica en la que ya participaba España), y la
Operación Libertad Duradera que fijaba las tareas a las unidades invasoras de
los EEUU. Tal hecho supone la determinación de implicarse totalmente en la
"guerra antiterrorista" de Bush. Igual Misión e igual mando centralizado. Los
subterfugios del presidente del gobierno español proclaman la estupidez
de los ciudadanos. Y no se trata sólo de la guerra afgana.
La característica esencial de esa guerra es que viene determinada por los
objetivos geoestratégicos de los EEUU y que no respeta norma ni tratado
internacional alguno, empezando por la Carta de las Naciones Unidas. Se definió
como tal en territorio afgano, se adaptó y perfeccionó después para la invasión
y ocupación de Iraq, y ahora inicia la aproximación a una guerra en territorio
persa.
Washington acaba de proponer que la OTAN "garantice la aplicación de sanciones
internacionales contra Irán". Las sanciones aún no están aprobadas, pero la
experiencia demuestra, hasta la saciedad, que las "iniciativas" de los EEUU son
incorporadas a las tareas operativas de la Alianza Atlántica después de un breve
período de presentación camuflada a la opinión pública.
La primera presión de los EEUU hacia la implicación total de la OTAN fue
planteada como una extensión hacia el sur del país (una de las regiones de
conflicto más agudo) de la zona bajo control de la Fuerza Internacional de
Asistencia (ISAF). Algunos países europeos simularon una resistencia empecinada
pero acabaron cediendo a las amables sugerencias de Washington. En realidad los
Estados Unidos respondían a una lógica militar inexorable: no es razonable
definir misiones de "asistencia a la seguridad" limitando el territorio de
actuación con criterios de "menor riesgo".
El segundo apremio se ha formulado hace unos días en una reunión informal de los
ministros de Defensa de la OTAN que tuvo lugar en Sicilia. Los EEUU pretenden
unificar las "misiones" y el mando de los dos componentes militares. Pura
sensatez militar. Algunos países europeos dudan y otros se decantan por
edificar un subterfugio ridículo para engañar a sus respectivas opiniones
públicas. Esa es tarea de Falsimedia.
Este último es el caso del gobierno español de Zapatero. La ambigüedad fue
planteada con toda claridad por el ministerio de Defensa. En unas
declaraciones antológicas que han pasado poco menos que desapercibidas, el Jefe
del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) -general Félix Sanz- explicaba, con
ocasión de la reunión de los ministros de defensa de la OTAN, que España
apoyaría la propuesta de los Estados Unidos.
Las agencias reproducían sus explicaciones –las del Gobierno- de la siguiente
manera:
La propuesta del Comité Militar de la OTAN, que supone integrar las dos misiones
en "una sola operación" bajo mando único". "Esto supone establecer una
reestructuración de la misión en cuatro departamentos (reconstrucción,
seguridad, lucha antiterrorista y lucha contra el narcotráfico). Estas cuatro
divisiones se subdividen a su vez en diferentes secciones que serían asumidas
por Cuarteles Generales de Alta Disponibilidad."
Naturalmente, "España, Francia, Alemania ni Bélgica, no asumirían el mando
"rotatorio" por sus reticencias a la operación Libertad Duradera".
"España –explicaba el general sin saber como se va a realizar semejante
maravilla militar, imposible hasta en los gabinetes de estados mayor- sólo
estaría dispuesta a participar en reconstrucción y seguridad, las funciones que
actualmente cumple la ISAF en Afganistán".
"Las Fuerzas Armadas españolas no podrían participar en las operaciones
antiterroristas o contra el narcotráfico puesto que se mantiene en vigor la
orden que dictó el Gobierno tras su toma de posesión que prohibía la
participación en Libertad Duradera".
Casualmente las "operaciones antiterroristas" son definidas por Bush y los
militares del Pentágono como operaciones de seguridad, las que esta dispuesto a
realizar Zapatero. En cuanto a la "lucha contra el narcotráfico", nada indica
que las fuerzas militares del ejército de ocupación estén realizando tareas por
el estilo. Como es sabido ambos conceptos sirven para encubrir y justificar la
extensión, por vía militar, del poder de los EEUU.
La misma guerra global, Misión única, Mando único, mucho tendrá que explicar
Zapatero, responsable político también, ahora, de la espantosa matanza del 11-M.