Argentina: La lucha continúa
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Las Petacas: usan "chicos bandera" para la aplicación de agroquímicos
Los menores se paran donde cae la nube de plaguicida y marcan el lugar por
el que debe volver el fumigador
Diario La Capital
Las Petacas.- En el marco de la cobertura en esta localidad para tratar la
lucha que los Vecinos Autoconvocados mantienen para preservar el medio ambiente,
y poco después de que los ambientalistas visitaran la comuna para manifestar sus
reclamos, LaCapital dialogó con dos hermanos, de 14 y 16 años, que realizan
tareas de "banderilleros". En un impactante testimonio los jóvenes relataron
cómo es el oficio de guía que hacen en los campos cuando son rociados con
agroquímicos.
La situación que relatan -más allá de estar reñida con la legislación laboral
que prohíbe emplear a menores para trabajos insalubres y limita el tiempo de las
tareas- violenta hasta la indignación porque vulnera los principios que todo ser
humano debe enarbolar en señal de respeto por el prójimo; todo en nombre del
desarrollo económico que en ciertos ámbitos parece justificar cualquier método.
- ¿Cómo es el trabajo de banderillero?
-Entrevistado 1: Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama
"esquinero". Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último
lugar donde pasó el "mosquito", desde el punto del medio de la máquina y pararse
allí.
- ¿A cuántos metros pasa el mosquito de ustedes?
-Dos o tres metros.
- ¿Qué productos usan?
-Randap, a veces 2-4 D. Tiran insecticidas y mata yuyos. Tienen un olor
fuertísimo. A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en
contra nos da la nube y nos moja toda la cara.
- ¿Usan guantes o protección?
-No, no nos dan nada de eso.
- ¿Cuanto les pagan?
-Entrevistado 2: Con el "mosquito" pagan de 20 a 25 centavos la hectárea y con
tractor 50 centavos. La diferencia es que el tractor va más lerdo. Con el
"mosquito" hacen 100 o 150 hectáreas por día. Se trabaja con dos banderilleros,
uno para la ida y otro para la vuelta.
- ¿Cuánto trabajan?
-E.1: Trabajamos desde que sale el sol hasta la nochecita. A veces nos dan de
comer ahí y otras nos traen a casa, depende del productor.
- ¿Los buscan siempre?
-E.2: Sí, vamos nosotros y otros dos chicos que viven acá cerca. Trabajamos más
o menos tres veces a la semana en tiempos de fumigación.
- ¿Ustedes saben que esos líquidos les pueden hacer mal?
-E.2: Sí, lo aprendí en primer año de la escuela.
- ¿Qué les puede pasar?
-E.2: Que tengamos cáncer.
-E.1: Cuando volvemos tengo dolor de cabeza y de estómago y cuando estamos ahí
también.
- ¿Eso lo hablaron con la gente que los contrata?
-E.2: No.
- ¿Ellos no les preguntan nada?
-E.1: No.
- ¿Cuánto hace que trabajan?
-E.2: Hace tres o cuatro años. En los tiempos de calor hay que aguantárselo al
rayo del sol y encima el olor de ese líquido te revienta la cabeza. A veces me
agarra dolor de cabeza en el medio del campo.
-E.1: Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza.
- ¿Quién los contrata?
-E.2: Nos buscan dos productores. Cada uno tiene su gente, pero algunos no
porque usan banderillero satelital.
- ¿Donde lavan los "mosquitos"?
-E.1: A veces los lavan en el campo o atrás de nuestra casas. Ahí nomás, donde
antes sacábamos el agua para tomar.
- ¿El trabajo es pesado?
-E.2: Hacemos un descanso al mediodía y caminamos 200 hectáreas por día. No nos
cansamos mucho porque estamos acostumbrados. Los productores no nos dan nada,
nosotros llevamos una botella de agua.
-¿Se te pasa enseguida el dolor de cabeza?
-E.1: No, tengo que venir a mi casa y tomarme una pastilla.
-E.2: A mí me dolía la cabeza y temblaba todo. Fui al médico y me dijo que era
por el trabajo que hacía, que estaba enfermo por eso. La primera vez que me pasó
fue antes de trabajar de banderillero, fue la primera vez que me acerqué a los
líquidos.
El padre de los jóvenes también participaba en esas tareas pero tuvo que
abandonar por razones de salud. "No voy más a las fumigaciones porque me agarra
una hinchazón insoportable en todo el estómago", indicó.
- ¿Qué decidieron hacer con los chicos?
-Padre: Yo sabía que a ellos les iba a hacer mal a la salud. Así que apenas pude
les dije que no vayan más. Total trabajan por una miseria? pero hay veces que no
tenemos otra opción. Necesitamos hacer cualquier trabajo.
Sobre el final, uno de los chicos manifestó que "en caso de que no tengamos otra
cosa y necesitemos plata, volveremos de bandera en la próxima temporada".
Al respecto solicitaron la intervención comunal "para erradicar definitivamente
el uso de los menores en las operaciones con esas máquinas y, eventualmente,
aviones sin equipo de GPS y también en otras funciones vinculadas a la
aplicación de plaguicidas".
Los autoconvocados y la Funam instaron a Battistelli para que "en un plazo de 30
días corridos elabore un programa de erradicación de todas las actividades
contaminantes relevadas y defina una franja de protección de mil metros
alrededor del pueblo para que no puedan usarse plaguicidas de ningún tipo".
Ese plazo venció recientemente, y por lo tanto ambas entidades están decididas a
dirimir el tema ante la Justicia.
El caso a la Justicia
Los vecinos autoconvocados de esta localidad entregaron en la comuna una carpeta
que contiene el resultado de las investigaciones que realizaron sobre el impacto
de las actividades agropecuarias en la población, en especial del mal uso de
agroquímicos y la probable contaminación a los habitantes.
Según explicaron, "la comuna ya había sido emplazada para analizar diversas
situaciones de riesgo respecto al funcionamiento de cerealeras, almacenaje y
manejo de granos y fitosanitarios dentro del ejido urbano", entre otras
irregularidades detectadas. Por esa razón, adelantaron que en breve harán
presentaciones en la Justicia federal, para que se encargue de investigar los
casos de contaminación ambiental sobre la población.
Anteriormente, la Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Las Petacas y la
Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) habían emplazado al presidente
comunal Miguel Angel Battistelli para que elabore un programa de erradicación de
actividades contaminantes relacionadas con las explotaciones agropecuarias y el
uso de agroquímicos.
En una carta documento enviada a la comuna, los vecinos indicaron que en la
localidad "existen amplias y generalizadas violaciones a la ley nacional de
residuos peligrosos y a otras normas nacionales y provinciales, con el caso
extremo de la utilización de menores como "banderas" para marcar el área
alcanzada por los agroquímicos en los sembrados.
Entre otras infracciones -que calificaron como "riesgosas para la salud"-
destacaron el descarte de envases de plaguicidas en el basurero municipal y la
quema de esos recipientes "en forma continua, lo que pone en grave peligro el
ambiente y la salud de las personas".
También mencionaron la acumulación con fines comerciales de envases descartados
de plaguicidas en pleno poblado, en lugares a cielo abierto y otros cubiertos,
el estacionamiento de máquinas "mosquitos" contaminadas o conteniendo
plaguicidas dentro del ejido urbano y la localización y funcionamiento de
depósitos de cereales cuyas operaciones de secado diseminan partículas de riesgo
contaminadas con plaguicidas dentro del pueblo.
Además, destacaron la "continua operación de máquinas "mosquito" y los aviones
fumigadores en los bordes y sobre la planta urbana, lo que provoca la
contaminación de personas y bienes y podría estar afectando su salud, en
especial la de los niños".
En esa oportunidad los ambientalistas ya habían denunciado la existencia de
casos extremos, como la utilización de menores como "banderas", que se paran en
el campo para marcar el límite alcanzado por la nube de químicos e indicar dónde
debe pasar el vehículo aspersor en su próxima vuelta.