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Argentina: La lucha contin�a

Los desocupados reinstalan el reclamo por el hambre en Argentina

Masiva movilizaci�n frente a la gobernaci�n bonaerense

Prensa de Frente

Los principales ramales ferroviarios del Gran Buenos Aires volvieron a verse desbordados por la concurrencia de casi 20 mil trabajadores desocupados de las organizaciones opositoras al gobierno que se movilizaron a la ciudad de La Plata, el pasado viernes, para protestar ante la Gobernaci�n provincial. Reclamaron la reposici�n de la asistencia alimentaria para los comedores populares de los barrios m�s carenciados y el impulso a emprendimientos productivos que el gobierno de Felipe Sol� recientemente recort� para reorientar esa asistencia hacia las organizaciones oficialistas que participan de su armado pol�tico en los barrios, de cara a las pr�ximas elecciones. Protestas similiares se repitieron en los �ltimos meses en distintas provincias del pa�s. Un d�a antes de la movilizaci�n en La Plata, otro grupo de personas forz� la entrada a un dep�sito ministerial de maquinarias destinadas a proyectos laborales para llevarse una cantidad de ellas, aduciendo que hace m�s de tres meses esperaban la entrega para ponerse a trabajar, y fueron denunciados por las autoridades por "robo". Tambi�n en las �ltimas semanas, desde el Hogar Pelota de Trapo y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) relanzaron la campa�a "Ni un pibe menos, el Hambre es un crimen". Mientras el gobierno y las corporaciones medi�ticas insisten en hablar de la "recuperaci�n econ�mica" y deslegitimar las protestas de los excluidos, estos hechos recientes demuestran que la situaci�n de conflictividad social, lejos de estar resuelta, permanece latente.

Si bien el conurbano bonaerense fue, en los a�os m�s �lgidos de la crisis reciente del pa�s, un basti�n de lucha de las organizaciones piqueteras, por distintos motivos hac�a tiempo que no se produc�a una movilizaci�n de desocupados tan importante en la provincia. Entre las causas de la "desmovilizaci�n" de los �ltimos a�os hay que mencionar la cooptaci�n de grupos como la Federaci�n de Tierra y Vivienda (FTV), de la CTA, y Barrios de Pie por parte del gobierno, que les otorg� cargos ejecutivos a cambio del abandono de la lucha reivindicativa. El gobierno de Kirchner supo apoyarse en la conformidad de los sectores medios y cierto progresismo para profundizar una campa�a de desprestigio de toda medida de lucha que insistiera con el problema de la desocupaci�n, tarea que cont� con el apoyo decisivo de las empresas que manejan los principales medios de comunicaci�n. Tambi�n el desconcierto de algunos grupos de desocupados ante el reflujo, los reacomodamientos y divisiones en los movimientos independientes y la desuni�n de las tendencias de la izquierda partidaria completan los factores que ayudan a comprender el estado de menor movilizaci�n que algunos se esfuerzan en mostrar como "cierre de un ciclo de falta de representatividad de la clase pol�tica".
Sin embargo, los desocupados organizados est�n ah�. En los barrios, impulsando emprendimientos productivos o cooperativas de vivienda, sosteniendo comedores populares porque el hambre sigue, y en muchos casos generando din�micas asamblearias de participaci�n y organizaci�n de base. El viernes pasado volvieron a mostrar una considerable capacidad de movilizaci�n. Organizaciones independientes como el Movimiento Teresa Rodr�guez, el Frente de Organizaciones en Lucha, los movimientos que se agrupan en el Frente Dar�o Santill�n, el MTD An�bal Ver�n y otros, junto a los agrupamientos territoriales de los partidos de izquierda como el PO, el MST o el PCR, confluyeron nuevamente en una imponente marcha que recorri� toda la ciudad de La Plata hasta terminar frente a la gobernaci�n, donde fueron recibidos por un funcionario del gabinete provincial. Las propuestas que acompa�an a la protesta son bien precisas: el reconocimiento de cooperativas de construcci�n para las licitaciones de obras provinciales, subsidios para maquinarias para la producci�n y sostenimiento de la red de asistencia social que, en muchos casos, permite generar en los barrios las mejores formas de organizaci�n popular ante la crisis alimentaria que a�n se vive en el pa�s.

Tambi�n en Tucum�n el Frente de Lucha agrupa a las distintas corrientes de desocupados y combina la lucha callejera con la construcci�n de viviendas en cooperativas aut�nomas, como llevan adelante la Coordinadora de Organizaciones Barriales Aut�nomas (COBA- Frente Dar�o Santill�n) o la Corriente Clasista y Combativa (CCC). Desde el gobierno, generalmente por boca de sus funcionarios ex piqueteros, se suele argumentar que si los desocupados siguen protestando es porque no quieren asumir estos emprendimientos impulsados �en forma insuficiente- por el Ministerio de Desarrollo Social. Una recorrida por el trabajo de estas organizaciones en Tucum�n (o en cualquier otro barrio del pa�s donde est�n organizados estos movimientos que mantienen la protesta), demuestra que en las organizaciones la voluntad de trabajo est�, pero las pol�ticas oficiales son insuficientes, cuando no "extorsionantes": mientras se les niega a algunos, se entregan principalmente a quienes se subordinan a las pol�ticas oficiales y dejan de reclamar ante la gravedad que la situaci�n social que no se resuelve con unos pocos subsidios.

En Rosario, el pasado mi�rcoles 2 de agosto, cuando el Presidente Kirchner visitaba la ciudad con motivo de inaugurar unas pocas viviendas del "Plan H�bitat", el Frente de Desocupados realiz� piquetes junto a agrupaciones de los pueblos originarios en todos los carriles de la avenida de Circunvalaci�n y frente al barrio Molino Blanco, en las zonas sur y oeste de la ciudad. All� tambi�n los trabajos en los barrios de las agrupaciones combativas son intensivos, pero resulta imposible enterarse (del trabajo de base o los piquetes) por los medios tradicionales de comunicaci�n.

En Capital Federal, donde la crisis habitacional se hace cada vez m�s evidente, tambi�n son las organizaciones de desocupados las que est�n nutriendo un importante frente de lucha por la vivienda digna.

El mes pasado el gobierno se apresur� en anunciar que el �ndice de desocupaci�n, despu�s de 13 a�os, hab�a bajado a un d�gito, reincidiendo en la trampa del INDEC de contemplar como "trabajador ocupado" a m�s de un mill�n de personas que reciben un subsidio de 150 pesos (la quinta parte de la canasta de subsistencia) y desconociendo la real condici�n del empleo en Argentina: la creciente precarizaci�n y el trabajo en negro. Las luchas de las organizaciones de desocupados que insisten en la movilizaci�n, si mantienen los criterios de unidad y masividad demostrados recientemente, ser�n la mejor demostraci�n de que la realidad, por m�s que la nieguen medi�ticamente y maquillen los �ndices, no puede ocultarse debajo de la alfombra.  

Fuente: lafogata.org

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