Argentina: La lucha continúa
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Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos por la Soberanía y la Integración de los Pueblos de Sudamérica
Las Delegadas y Delegados de las organizaciones sociales, de trabajadoras y
trabajadores, campesinas, de los Pueblos Originarios, de todas las razas y
credos, mujeres y hombres dignos, nos hemos encontrado aquí en la ciudad de
Córdoba, Argentina para celebrar la Cumbre de los Pueblos de nuestra América del
Sur.
Venimos desde la resistencia contra las políticas neoliberales imperialistas,
expresadas en el libre comercio, la militarización, la dependencia financiera y
la desigualdad socioeconómica que genera hambre y empobrecimiento a nuestros
Pueblos. Lucha de resistencia que derrotó en Mar del Plata en noviembre de 2005,
la intención del Presidente Bush de los Estados Unidos de avanzar en la
consolidación del proyecto ALCA y del Acuerdo de Seguridad Continental.
Además, en este nuevo tiempo que transita nuestra Sudamérica, venimos
construyendo alternativas populares a las políticas que resistimos, como aquí en
Córdoba la articulación de los movimientos por el agua, la tierra y el ambiente.
Por esto, todas y todos los aquí reunidos no somos meros denunciantes de las
políticas del imperio y sus aliados, sino que nos construimos desde nuestra
autonomía y diversidad con el objetivo de alcanzar una sociedad más justa,
fraterna y digna.
Desde esta Cumbre de los Pueblos de Sudamérica
RATIFICAMOS:
- No a los Tratados de Libre Comercio
- SI a la integración desde y para los Pueblos
- NO a la deuda externa y la injerencia de las instituciones financieras
internacionales . SI a la independencia económica con soberanía financiera
- NO a la militarización y a la doctrina de Seguridad Continental . SI a la
Soberanía Popular y la Autodeterminación de los Pueblos
- NO a la desigualdad del hambre y la pobreza
- SI a la distribución de la riqueza, por la universalidad del derecho a la vida
y la soberanía alimentaria
En ese sentido, DECLARAMOS:
Denunciamos la política de militarización llevada a cabo por el imperialismo,
que es integral e impregna todas las relaciones sociales, culturales, económicas
y políticas. De ahí que los tratados comerciales, como el ALCA y los TLC
bilaterales, tienen como sustento a los pactos militares. En América Latina
todos los yacimientos estratégicos, minerales, energéticos, alimentarios
yacuíferos son objeto de tratados para la instalación de bases para su control y
dominio.
Denunciamos y rechazamos la expresión del militarismo al interior de cada país,
que se traduce en control social preventivo y represión abierta contra el
reclamo popular, además de autoritarismo e impunidad en todas las esferas de la
vida.
Reclamamos la denuncia de todos los pactos militares y el retiro de las tropas
de Estados Unidos del Paraguay, así como de las tropas de ocupación de la
MINUSTAH de Haití.
Exigimos el cese de la agresión y el inmediato retiro de las tropas de EE UU de
Irak, y de las de Israel del Líbano y Palestina.
Exigimos la no ratificación - y consecuente anulación - del tratado de libre
comercio del MERCOSUR con Israel.
Demandamos a los gobiernos políticas que respeten los espacios comunes de los
pueblos originarios en nuestras fronteras, sin dividir sus territorios
ancestrales, y que retomen las recomendaciones del III Informe sobre Cuestiones
Indígenas, para que los temas de los pueblos originarios sean transversalizados
en el Mercosur.
Repudiamos la abstención de la Argentina el 29 de junio en la votación sobre la
Declaración Universal de los Derechos Indígenas,
en la Asamblea del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.
Exigimos que se reconozca el principio de la autodeterminación política,
cultural, territorial e identitaria de los Pueblos Originarios y comunidades
urbanas y rurales. Exigimos la liberación de los presos políticos de los pueblos
originarios en Chile.
Exigimos la realización de auditorias integrales y participativas de las deudas
así como la suspensión de todo pago hasta tanto no se haya concluido con las
mismas. Así podemos establecer con fundamentos quiénes realmente deben a quienes
y avanzar en la
identificación y sanción de los responsables del endeudamiento y cobranza
ilegítimos y la restitución de lo saqueado. Reconocemos en esta lucha contra la
impunidad de los grandes capitales, mercados e instituciones financieras, una
base necesaria para la generación de alternativas de soberanía e independencia
financiera, incluyendo la implementación de sistemas tributarios progresivos y
la coordinación de acciones e iniciativas a nivel regional que permite
aprovechar y compartir solidariamente la riqueza generada por nuestros Pueblos.
Rechazamos la extranjerización de la tierra, el monocultivo y los transgénicos
que dañan la salud y la soberanía alimentaria de los
pueblos.
Rechazamos cualquier intento de privatización en el área educativa en todos los
niveles.
Exigimos la difusión, cumplimiento y aplicación -con un mayor presupuesto para
su eficacia- de las leyes de no violencia contra la mujer y de educación sexual
y reproductiva.
Exigimos que los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay suscriban la
Declaración de Agua de México, firmada por Bolivia, Venezuela, Cuba y Uruguay.
Reclamamos la sanción de códigos de agua nacionales que sean abarcativos de
todas las dimensiones del recurso, y de un código de agua de las Américas en el
que deben insertarse los códigos nacionales, prestando especial atención a las
reservas de agua dulce, y específicamente al Acuífero Guaraní.
Denunciamos que siendo esta región una de las más ricas del mundo en recursos
naturales, capaz de producir alimentos y condiciones de vida digna al conjunto
de su población, hoy posee más de la mitad de sus habitantes bajo la línea de
pobreza, en
especial las mujeres, los niños y los ancianos. Los Pueblos organizados exigimos
a los poderes de los Estados que se ataquen las causas de la pobreza
implementando políticas universales de redistribución de los bienes económicos,
sociales y culturales.
Denunciamos la inconstitucionalidad de la prórroga de jurisdicción a favor del
Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativa a Inversiones (CIADI),
dependiente del Banco Mundial. Postulamos la declaración de su nulidad, tanto
por vía legislativa como judicial, y. rechazamos enfáticamente las demandas allí
planteadas.
Exigimos la anulación inmediata de los Tratados Bilaterales de Inversión que los
estados nacionales renuevan periódicamente. Denunciamos las facilidades y
concesiones por parte de los gobiernos hacia empresas transnacionales,
responsables de la explotación y el saqueo de nuestros recursos naturales. No
queremos industrias sucias en nuestros países. Exigimos el cese de la
construcción de las plantas de celulosa sobre las márgenes del río Uruguay, así
como la prosecución de otros proyectos similares en la región.
Rechazamos toda reforma judicial que conlleve a la privatización de la Justicia.
Exigimos un aumento sustancial de los presupuestos educativos y la profunda
democratización de los sistemas educativos en todoslos órdenes sin dilaciones.
Exigimos la participación y el respeto de los plazos que ésta requiere para la
discusión de las leyes vinculadas a la educación.
Rechazamos los canjes de deuda por educación, exigiendo en este sentido una
actitud de escucha a los reiterados pedidos elevados a los gobiernos por parte
de organizaciones, personalidades y expertos del área de educación de intachable
trayectoria.
Denunciamos la continuidad de la ronda de negociaciones actual en la OMC y
reclamamos su cierre. Rechazamos en particular la
oferta de sectores esenciales como canje por promesas de cambios en las
políticas proteccionistas de los países del norte.
Reclamamos que el trabajo autogestionado sea reconocido como una relación
económica, social y cultural a partir de un régimen jurídico, económico,
laboral, social y fiscal adecuado a sus necesidades para crecer y cumplir un rol
fundamental en la construcción de un proyecto de Justicia Social y de
Independencia Económica de los Pueblos. En este espíritu, nos solidarizamos con
la lucha llevada adelante por los trabajadores gráficos uruguayos de Coprograf,
reclamando una rápida solución que haga efectiva la entrega de la planta a los
trabajadores a un año de su
ocupación.
Exigimos, sin desmedro para otros países, la salida al mar de Bolivia y la
construcción de un puerto operado libremente por ese
país hermano.
Exigir el cumplimiento de los acuerdos y convenios internacionales, como el
Convenio 143 de la OIT contra la discriminación y la explotación y por la
igualdad de oportunidades
MANIFESTAMOS nuestro compromiso por:
Avanzar en la construcción de instituciones y mecanismos de integración de los
Pueblos con la participación ciudadana democrática y solidaria, ejercitando
nuestro derecho a conocer y controlar los actos de gobierno.
Bregar por la libre circulación de los y las ciudadanas sudamericanas entre
todos los países de la región.
Unificar las acciones y articulaciones organizativas de las y los trabajadores
migrantes en la región, para defender los derechos sociales y laborales de los
mismos. Establecer un plan de lucha contra el tráfico de personas incluyendo el
tráfico infantil. Promover la propuesta de Carta de Ciudadanía Sudamericana.
Profundizar la acción de lucha contra las causas que generan el hambre y la
pobreza de nuestros pueblos.
Asumirnos como Pueblos Acreedores, puesto que la deuda reclamada a nuestros
países es ilegítima fraudulenta, devastadora y genocida, violadora de todos los
derechos humanos y ambientales. No necesitamos de los créditos de las
instituciones financieras internacionales y los mercados internacionales de
capitales para desarrollarnos.
Convocarnos como Pueblos Americanos a unirnos y articular acciones continentales
para confrontar y derrotar al militarismo, además de generar políticas populares
y mecanismos regionales de defensa común para impedir la agresión militar del
imperialismo.
Reivindicar la Seguridad Social como un derecho humano fundamental de los y las
trabajadores, quienes deben participar en la administración de los sistemas de
previsión social sobre bases solidarias, universales y redistributivas. Los
sistemas de capitalización individual obligatorios, caracterizados por el lucro
e impulsados desde los organismos financieros multilaterales, no
forman parte de la seguridad social.
Promover la organización de los trabajadores de la salud con las comunidades,
barrios y organizaciones de pacientes, transgrediendo los límites de la función
asistencial y articulando con otras áreas como educación, cuidado y preservación
del medio ambiente, fortaleciendo el cambio de modelo hacia la promoción y
prevención de la salud. Promover el uso racional de medicamentos y vacunas, y
garantizar por parte de los países de la región, la cobertura de todos los
tratamientos integrales de enfermedades como el VIH-SIDA, oncológicas y
endémicas a los y las habitantes de la región.
Construir una toma de conciencia del sistema patriarcal imperante, desde lo
individual hacia lo social, así como a transformar el lenguaje desde la
perspectiva de género y luchar por la despenalización y legalización el aborto.
Reconocer que la violencia no es un problema personal sino social y que juntos,
organizadamente lo podemos superar.
Luchar por la distribución equitativa del agua y tierra, priorizando su función
social, y la Soberanía Alimentaria como derecho de los Pueblos a decidir qué y
cómo producir y alimentarse.
Garantizar los derechos humanos y sociales a la salud, la vivienda, el acceso a
la justicia y a una educación que respete la identidadcultural para permitir una
vida digna en el campo y la permanencia
y desarrollo de las y los jóvenes campesinos.
Considerar el acceso a la tierra urbana como derecho y no como mercancía.
Asegurar la gestión democrática de la ciudad, promoviendo la participación de la
sociedad en la formulación, implementación y fiscalización de las políticas
públicas.
Ratificar que el agua es un derecho humano esencial, tal la declaración de las
Naciones Unidas. Acompañamos, en particular, la lucha del pueblo cordobés por
lograr la estatización inmediata de Aguas Cordobesas, convirtiéndola en una
empresa de saneamiento estatal, de gestión pública, con participación directa y
democrática de usuarios y trabajadores. Denunciamos la persistente actitud del
gobernador de la provincia de mantener el modelo privatizador que ha fracasado
de la mano del grupo Suez y su socio Benito Roggio, y denunciamos ante la
comunidad internacional que continúa vigente la ley 9279 (diciembre de 2005) que
intenta dar continuidad a la privatización, esta vez con el pulpo de Benito
Roggio.
Construir poder desde las y los trabajadores y el Pueblo para empujar a los
gobiernos nacionales a diseñar políticas de recuperación de nuestros recursos
energéticos y naturales. Apoyar las distintas iniciativas tendientes a ese fin,
incluyendo la campaña en Argentina para recoger un millón de firmas para la
recuperación del petróleo. Potestad soberana de las naciones sobre el subsuelo.
Por una integración energética latinoamericana a partir de empresas estatales en
beneficio de los pueblos para avanzar en la independencia económica y política.
Bregar por la democratización de la sociedad en su conjunto, por la libertad y
democracia sindical, la incorporación de mecanismos de participación popular en
la designación de los magistrados y por la democratización de las relaciones
laborales en la justicia. Ratificamos una vez más nuestro objetivo de construir
una Justicia para todas y todos, y no una Justicia para el mercado.
Defender el derecho a una educación pública, laica, gratuita y de calidad para
todos los y las habitantes y en todos los niveles, que contemple la diversidad
cultural y los saberes ancestrales de todos los pueblos. La educación permanente
debe ser considerada como eje para la formación de ciudadanos críticos,
participativos en una lógica emancipadora. Reapropiarnos del conocimiento y de
su producción, de la investigación científica y tecnológica, revirtiendo el
proceso dependiente de transnacionalización de los mismos.
Impulsar la estrategia del Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y de
los Tratados Comerciales de los Pueblos (TCP), ya en marcha por los acuerdos
entre Venezuela, Cuba y Bolivia.
Trabajar por la unidad de nuestros pueblos, que lejos de generar climas
belicosos tienden a unirnos, siguiendo el camino de la segunda independencia que
hemos recogido de Artigas, San Martín, Simón Bolívar y el Che.
Asumir como propios las declaraciones, propuestas y acciones reflejadas en los
documentos finales del conjunto de los foros, encuentros, talleres y asambleas
que formaron parte de esta Cumbre de los Pueblos.
Con estos compromisos nos convocamos a continuar fortaleciendo nuestras luchas
de resistencia y la construcción popular de alternativas desde y para los
Pueblos, en un nuevo encuentro en la Cumbre Social por la Integración en Santa
Cruz de la Sierra, Bolivia, en ocasión de la reunión de los Presidentes de la
Comunidad Sudamericana de Naciones.