Marcelo García
Artículo publicado en el mensuario "El extremo sur de la Patagonia" de Junio de 2006

Comodoro Rivadavia y la provincia de Chubut están atravesando su período de máxima bonanza petrolera, pero al mismo tiempo el actual modelo económico muestra grandes falencias debido a que toda una porción de ciudadanos se encuentran inmersos en la desocupación, la pobreza y la inequidad en la distribución de la riqueza. Existen dos franjas sociales que se ven particularmente perjudicadas: un cuarto de los jóvenes menores de 14 años está inmerso en la pobreza y casi la tercera parte de las jóvenes mujeres de la ciudad no encuentran trabajo. Al mismo tiempo se ensanchó la brecha entre los sectores más ricos y los más pobres.

Mientras la extracción de petróleo crece de manera desmesurada, la circulación económica en la ciudad esconde una realidad que afecta a miles de comodorenses. Los niveles de explotación de crudo y gas han alcanzado, en los últimos años, volúmenes record, dejando atrás aquellas épocas en que Comodoro se había convertido en una tierra de desolación laboral e inigualables niveles de miseria.

Pero al mismo tiempo en que la economía crece y los hidrocarburos son arrancados de los yacimientos chubutenses, una cantidad cada vez mayor de personas se queda sin trabajo o tiene serias dificultades para alcanzar su inserción laboral en una ciudad a la que algunos han denominados "los emiratos" de Comodoro Rivadavia, en clara alusión a las naciones de Medio Oriente.

Luego de la crisis producida tras la caída del precio del petróleo acontecida en el año 1998, el aumento en la cotización internacional fue seguido con cierta disparidad por los incrementos en los niveles de extracción de crudo en el sur del Chubut. Lo cierto es que cada vez se extrae mas petróleo de la provincia y eso ha traído aparejado una recuperación en los puestos de trabajo, en los niveles de circulación económica y en la recaudación impositiva del Estado Provincial y también del Municipal.

Elaboración propia sobre datos de la Secretaría de Energía de la Nación

Comodoro Rivadavia atraviesa uno de sus mejores momentos históricos en lo que respecta a la explotación petrolera, acompañando dicho proceso la extracción de gas, quizás no exista otro momento igual en la historia de la región. Pero mientras estos datos se mantienen en constante crecimiento, existen algunos indicadores sociales que muestran una arista que preocupa y se convierte en la mala noticia del crecimiento.

Tras la crisis política, económica y social de finales del año 2001 y principios del 2002 Comodoro consiguió, por el impulso de la actividad hidrocarburífera, mantener el crecimiento sostenido del año 1999 pero a finales del 2005 se registraron indicaron preocupantes.

En la historia laboral reciente el primer gran golpe al trabajo se produjo tras la privatización de YPF cuando Comodoro, en 1992, sobresalió a nivel nacional con un 14,8% de la Población Económicamente Activa (PEA) fuera del mercado laboral de la ciudad. El segundo cachetazo al trabajo se lo dio también la actividad petrolera ya que en 1998 el crudo cotizó a 14 dólares por barril y en Comodoro mares de desocupados invadieron las calles de los barrios y el centro reclamando asistencia social y un lugar para trabajar.

Acompañando el proceso de recuperación económica del ámbito nacional, la explotación petrolera en Comodoro posibilitó reducciones importantes en los niveles de desocupación y en casi dos años los índices de "sin trabajo" se achicaron del 18% en el comienzo del 2002 al 8,9% en el primer semestre del 2004.

Elaboración propia en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.

Hasta la primera mitad del 2004 la desocupación se fue achicando a un ritmo de 3 puntos porcentuales por semestre, pero esa tendencia se fue diluyendo y para el segundo semestre del 2004 sólo hubo un reducción del 0,8%, para el semestre del 2005 fue de solamente el 0,5% y el dato preocupante es que para finales del año pasado la falta de empleo volvió a crecer (1,5%) en medio del boom petrolero provincial.

El 9,1% de personas sin trabajo es el más alto de los últimos dos años y debe generar importantes señales de alarma entre los gobernantes locales y provinciales porque la situación económica es de las más promisorias de los últimas décadas y dicho índice muestra a las claras que existe un sector social que no tiene capacidad de ingreso a un mercado laboral que parece haber llegado a su punto de saturación.

Al analizar el interior de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de Comodoro se puede apreciar que esencialmente las mujeres son las que mas están sufriendo las consecuencias de la desocupación. Entre el primer semestre del 2004 y el segundo semestre del 2005 las mujeres desocupadas crecieron en un 3%, pero si se las divide por franjas de edades las que tienen hasta 29 años son las que reciben la totalidad del golpe de la falta de trabajo. En ese apartado la desocupación creció un 10% llegando a posicionarse en el 28%.

Elaboración propia en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.

Otro de los elementos que muestra que el tan mentado "derrame" de la próspera economía no cae justamente sobre los sectores de clase baja esta dado por los niveles de pobreza e indigencia que se registran en la ciudad.

Entre el año 2001 y el 2005 la incidencia de la pobreza tuvo variaciones de importancia, aunque en el último año se mostró una meseta en los porcentajes de los comodorenses que aún permanecen sin poder obtener los ingresos suficientes como para conquistar una vida digna.

A mayo del 2001 se llegó con un 23,5% de comodorenses bajo la línea de la pobreza, situación que fue empeorando a medida que la economía nacional se desplazaba en caída libre. Lo peor se vivió en octubre del 2002, ya que en ese momento el 42,2% de la población total estaba sumergida en la pobreza. En el primer semestre del 2003 no se produjeron grandes cambios y recién en la segunda mitad de ese año la cantidad de pobres descendió al 30,5%. Otro salto de reducción en 10 puntos porcentuales pegó la pobreza comodorense entre el primer y el segundo semestre del 2004, pero luego se estancó en porcentajes que rondan los 20 puntos.

He aquí uno de los indicadores que acompañan el proceso de alarma ya que un 20% de pobreza en una ciudad donde los indicadores económicos son de los más altos del país, donde la producción de hidrocarburos es insospechadamente elevada y donde las exportaciones de petróleo son las mas altas de toda la Argentina, hacen pensar que el "derrame" no llegó ni está por llegar y muy probablemente esos sectores sociales que aún persisten sumergidos en la miseria lo seguirán estando mas allá de lo que suceda con la actividad económica y muy posiblemente se conviertan en pobres estructurales.

Elaboración propia en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.

Uno de los aspectos poco revelados y que genera mayor intranquilidad está dado por los altísimos niveles de pobreza que se registran entre los jóvenes comodorenses. En la actualidad el 25% de los chicos menores de 14 años se encuentran atrapados por la imposibilidad de cubrir todas las facetas de una vida dignificante, pero dentro de ese grupo hay casi un 10% de los niños que es indigente, es decir que no cuenta en sus hogares con la cantidad de alimentos suficientes para desarrollarse como corresponde.

La pobreza entre los pibes descendió a casi la mitad entre el principio del 2004 y el final del 2005, pero no obstante sus niveles siguen siendo muy altos.

Elaboración propia en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.

Todas las demás variables sociales mencionadas anteriormente indefectiblemente nos llevan a la conclusión de que Comodoro Rivadavia se sigue desarrollando un modelo económico de inequidad y la desigual distribución de la riqueza hace que se mantengan elevados los niveles de pobreza e indigencia, que sigan registrándose importantes porciones de obreros que buscan trabajo y no encuentran y en definitiva que los pobres sean más pobres y que los ricos sean más ricos.

En los primeros semestres de 2004 y 2005 se produjeron los mayores ensanchamientos de las brechas entre los que más tienen y los que menos tienen. En el 2004 esa diferencia llegó a ser de 45 veces, mientras que en el 2005 se redujo –a consecuencia de la acumulación de aumentos salariales de los sectores menos favorecidos- y se posicionó en 32,5 veces.

La EPH del Indec divide a la población de Comodoro en diez deciles, en los cuales se van a acomodando los diferentes sectores sociales según su escala de ingresos. Si se toma como punto de partida el año de la privatización de YPF (1992) la diferencia entre ricos y pobres comodorenses se vio incrementada en el 2005 en 20 veces, habiendo tenido su pico más alto en el primer semestre del 2004 cuando creció en 32 veces.

Elaboración propia en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.

Justamente en el peor momento de la crisis socioeconómica del 2002, los ricos aventajaron a los pobres acumulando de promedio 33 veces más de ingresos, pero tras una reducción a finales del 2003 y el crecimiento pronunciadísimo del 2004, en el 2005 esa diferencia volvió a establecerse en niveles similares. Es decir que a principios del año pasado los sectores más favorecidos económicamente de la sociedad lograron acumular 32,5 veces más de ingresos que los sectores más bajos.

El "derrame" y la "justicia social" lejos están de hacerse realidad en una sociedad donde amplias franjas de comodorenses y chubutenses ven alejarse todos los días la meta de la dignidad humana. Los defasajes salariales, el trabajo en negro, las magras ayudas sociales del gobierno, las bajas jubilaciones y pensiones, los altos precios de la canasta familiar y la concentración de ganancias en pocas manos han hecho de la capital nacional del petróleo una tierra de inequidad en uno de sus momentos de máximo apogeo económico.

La gran pregunta es qué nos deparará el futuro si hoy, con tanta actividad petrolera, esta es la realidad que nos atraviesa de lado a lado de la sociedad.