Argentina: La lucha continúa
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LOS
CONFLICTOS Y LAS LUCHAS NO SON, NO DEBEN SER, ESPACIOS ESTANCOS Y
AISLADOS
Por Carlos Iaquinandi Castro,
Redacción de SERPAL
No se puede serparar este reclamo de los aborígenes chaqueños de la interminable
sucesión de conflictos a lo largo y a lo ancho del país.
Como no vincular este peregrinar de reclamos y esperanzas con otras luchas, como
las de los mapuches en Neuquén contra los daños y los atropellos provocados por
la petrolera Repsol, amparada por el gobierno provincial; o la de los campesinos
de Santiago del Estero, que
resisten la presión de los terratenientes y se organizan para enfrentar la
histórica convivencia entre el poder político y el poder económico en la
provincia; o las de las comunidades wichis en el norte....
Como no tener presentes las denuncias sobre los desmontes masivos provocados por
la constante extensión de monocultivos como el de la soja transgénica. Hace ya
mucho tiempo que se anticipó que estas políticas criminales terminarían por
destruír el ecosistema. Así ocurrió primero con las graves inundaciones y luego
con la prolongada sequía. Esa destrucción ambiental representó negocio para unos
pocos, pero expulsó del campo y la agricultura a miles de familias campesinas
que ahora residen en forma miserable en la periferia de la capital chaqueña.
En Salta vastas regiones de la provincia terminan de sufrir lluvias e
inundaciones que provocaron daños gravísimos. Esta vez la tierra herida, a la
que le arrebataron sus montes y sus bosques, cedió al paso de las correntadas.
Enormes masas de tierra fueron arrastradas, se produjeron derrumbes en zonas
ribereñas llevándose viviendas, galpones, enseres, cultivos. El gobernador
Romero y sus funcionarios atribuyen la devastación a que ahora "llueve más que
antes", ignorando las reiteradas advertencias sobre los desmontes que ellos
permitieron para que unos pocos hicieran su negocio.
En Catamarca, los vecinos de Andalgalá están denunciando un nuevo derrame tóxico
de la Minera Bajo La Alumbrera. Un concentrado de desechos de oro, cobre y
numerosas sustancias tóxicas se ha derramado en el tramo del conducto que
recorre 290 kms entre Catamarca y Tucumán. La contaminación afecta las fuentes
de agua de los pobladores, que no pueden siquiera acercarse a la zona del
desastre
cutodiada por la policía privada de la empresa. Se suman los reclamos por el
deterioro sanitario y el número elevado de enfermedades en Andalgalá, Belén y
Santa María, que muchos interpretan como derivaciones de la contaminación
minera.
En San Juan, el proyecto Pascua-Lama de la minera canadiense Barrick implicará
otra grave alteración medioambiental, que incluye la voladura de un glaciar.
Científicos, ecologistas y pobladores denuncian el riesgo para el sistema
hídrico en una región crítica afectada ya por los efectos del cambio climático
global.
Pascua-Lama afectará zonas del límite cordillerano entre Argentina y Chile. En
el país trasandino habrá mañana sábado una marcha de protesta en Santiago. Las
organizaciones populares que convocan, afirman que "la Concertación ha entregado
más del 90% de nuestras aguas superficiales a las empresas que contaminan y
destruyen todos nuestros recursos. Las transnacionales prometen desarrollo
local, pero ya no nos engañamos, hemos visto como después de que explotan los
recursos, se marchan dejando una ola de contaminación, de abandono, y de
descomposición social".
Y así podríamos seguir enumerando. Y nos preguntamos ¿ Es lógico que cada una de
estas luchas se libre aisladamente, por comunidades ya condenadas por el olvido,
por el levantamiento de ramales ferroviarios, por las dificultades para cultivar
la tierra y por la desidia de muchos gobernantes feudales?
Todo lo contrario. Las causas del retroceso en la situación de las poblaciones,
la complicidad de los gobernantes con los grupos económicos, el control de gran
parte de los medios de comunicación, el uso de la mentira y de la violencia por
el poder,
son circunstancias comunes y coincidentes. Y por supuesto, ni siquiera las
fronteras tornan distinta la realidad. ¿ O es que la denuncia que formulan las
organizaciones sociales chilenas no se corresponden con las que se levantan en
distintos lugares de Argentina, o de Uruguay,
o de Bolivia, Perú….?
¿Porqué entonces no comenzar a reflexionar y a considerar estas cuestiones en
conjunto, como lo que realmente son ? ¿ Porqué no recuperar la visión política
que facilite afrontar unidos la destrucción, el olvido, la corrupción , el
desamparo?
Estos eslabones que componen la vieja cadena de injusticias, no son eternos.
Pueden ser destruidos por la acción colectiva. Para ello es necesario sumar
voluntades, organización y claridad en los objetivos.
No habrá otro país, sino hay un proyecto de país, que integre y considere a
todos sus habitantes, a todas sus regiones. Que deje de lado mezquindades y
piense "en grande" . Que atienda las urgencias sociales, pero también planifique
a medio y largo plazo. Que sea audaz pero realista. Que cuente de antemano que
los países vecinos y sus pueblos son los aliados naturales de cualquier proceso
liberador, a pesar de que en la historia y desgraciadamente en el presente,
encontremos gobernantes que parecen empeñados en separarnos con alegatos
sectarios, o demagógicos. Por eso hay dibujar entre todos otra realidad posible,
proclamarla y defenderla. El proceso de cambio es tan urgente y necesario en el
continente que sería irresponsable delegarlo en una persona o en un partido,
requiere la implicación de todos.
Carlos Iaquinandi Castro,
Redacción de SERPAL
Fuente: lafogata.org