Argentina: La lucha continúa
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Hija de represor y ex detenida desaparecida piden que el Pozo de Banfield sea entregado a las organizaciones populares
Ana Rita Pretti, hija del ex comisario Milton Pretti, quien participó junto a Camps y Etchecolatz de la represión en el Pozo de Banfield durante la dictadura, y Adriana Calvo, ex detenida desaparecida que estuvo secuestrada en esa dependencia, se suman al reclamo de las organizaciones sociales para cerrar definitivamente el ex Centro Clandestino de Detención.
Por ANRed - A
redaccion@anred.org
Adriana Calvo y Ana Rita Pretti
Hoy a las 17, la Multisectorial Chau Pozo se concentrará en la Estación de
Banfield para marchar al Pozo de Banfield, que en estos días estaría siendo
trasladado por orden del Ministerio de Justicia de la provincia, exigiendo su
cierre definitivo y con la intención de "que quede en manos de los que luchan".
El ministro León Arslanián tuvo que anunciar su cierre dos meses atrás luego de
varias protestas masivas por parte de la Multisectorial, a propósito de los 30
años del Golpe.
Ana Rita Pretti, hija del represor Valentín Milton Pretti (alias Saracho),
concurrirá a la Marcha por el cierre definitivo del Pozo de Banfield organizada
por la Multisectorial Chau Pozo. Su caso fue conocido en todo el mundo porque se
atrevió a denunciar las atrocidades que le contaba su padre e inició los
trámites judiciales para cambiar su apellido por el de su madre Juana Vagliati.
Pretti, fallecido en abril, era director del centro clandestino Coti Martinez y
tuvo participación activa en el Pozo de Banfield, en conjunto con los represores
Camps y Etchecolatz.
Ana Rita contó a ANRed que "el Pozo de Banfield es uno de los centros donde mi
papá operó. Si bien no estaba a cargo absoluto de este Centro de Detención, él
junto con su grupo eran conocidos como la "patota volante" de Camps. Cuando,
hace muchos años, le pregunté por los chicos de La Noche de los Lápices, él
nombró al Pozo de Bánfield y me comentó que "los tuvieron" que matar… Pero,
además, el Pozo de Bánfield tiene mucho que ver con mi historia familiar. Ahí
estuvo detenido Gabriel, el joven amigo de mi familia que convivió unos meses
con nosotros después que mi viejo lo encontró ahí. A Gabriel lo sigo buscando. Y
también tiene que ver con mis primeras experiencias como militante estudiantil.
Cada 16 de septiembre, desde hace más de 10 años, marchábamos al Pozo pidiendo
que lo cierren".
También participará de la marcha Adriana Calvo, integrante de la
Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, quien estuvo secuestrada durante unos
meses de 1977 en el Pozo de Banfield. En ese entonces era docente de la
Universidad de La Plata y militante de la Asociación Gremial Docente.
Adriana fue víctima del accionar de la policía bonaerense, dirigida por el mismo
grupo en el que participó Milton Pretti, integrado por Camps y Etchecolatz,
directores de seguridad e inteligencia de la Policía Bonaerense. Sobre el
reclamo puntual del cierre del Pozo, resaltó "la importancia de esta marcha
unitaria de las organizaciones de la zona, para hacer más fuerte el reclamo por
el cierre definitivo y que los organismos tengan injerencia. Esto se da en el
marco del 1er. Juicio Oral a Etchecolatz después de la nulidad de las leyes de
Punto Final, que fue amo y señor del Pozo de Banfield. También hay que rescatar
la gran oportunidad de este momento, y el hecho de que la lucha popular puede
conseguir lo que nos corresponde. Hace dos años era impensable conseguir esto y
el juicio. Lo más importante es que la lucha incansable, con tenacidad, puede
lograr justicia".
En su testimonio ante la justicia, Adriana contó que la llevaron al Pozo de
Banfield el 16 de abril: "Yo identifico al Pozo de Banfield como un depósito ya
de segundo nivel, era como bajar escalones. A veces uno estaba más cerca del
infierno y cada vez daba la sensación de estar más perdido de la vida, porque
allí ya no pasaban lista, a nadie le interesaba quiénes éramos, estábamos a cara
descubierta, no les preocupaba que les viéramos las caras, como que nos íbamos
perdiendo, esa era la sensación que yo tenía, daba la sensación que me había
perdido de mi circuito y que nunca más nadie iba a poder encontrarme ahí aunque
quisieran buscarme porque no había casi ningún control sobre la gente que estaba
ahí. Realmente era como ir metiéndose cada vez más profundo en el aparato
represivo, en esta cosa terrible"
"De las condiciones de vida del Pozo de Banfield creo que puedo decir que... era
impresionantemente peor que todo lo que había visto hasta ese momento. Éramos
muchísimos, habías tres o cuatro personas por calabozo, la comida era
prácticamente nula, los piojos nos inundaban... en cada calabozo había una
botella de lavandina cortada arriba y eso era el inodoro y ese recipiente usado
por todas las personas que estábamos ahí a veces estaba tres y cuatro días sin
que pudiéramos tirarlo... Yo tenía el privilegio de que me abrían una vez por
día para lavarla a mi hija Teresa… No había ya golpes pero había algo muchísimo
peor que los golpes que es la indiferencia, la indiferencia de los guardias que
no importaba absolutamente nada quien era uno... y por otro lado casi la certeza
ya de que la cosa se iba poniendo mal… Y a pesar de todo esto que cuento del
Pozo de Banfield y de lo terrible que era sin duda, lo que más recuerdo fue la
infinita ayuda, apoyo y solidaridad que recibí de mis compañeras..."
El reclamo de Chau Pozo
En el Pozo de Bánfield, ubicado en la intersección de las calles Siciliano y
Vernet, a dos cuadras de "Camino Negro", en Lomas de Zamora, funcionaba la
Brigada de Seguridad, Investigaciones e Inteligencia de la Policía Bonaerense.
En la planta baja del edificio se encontraba la oficina del Jefe, la sala de
torturas y otras dependencias. En el primer piso los calabozos, oficinas,
comedor y casino de personal, cocinas y baños. En el segundo piso calabozos y
baño. Ya en democracia, el centro clandestino de detención se transformó en la
Brigada de Homicidios de la bonaerense.
Las organizaciones solicitaron una audiencia al Ministerio de Seguridad de la
Provincia a los fines de discutir el destino del Pozo de Banfield, y le
manifestaron ser "los interlocutores válidos para establecer los pasos que se
deben concretar para poner lo que hasta hoy es un símbolo de la tortura,
desaparición y muerte, al servicio de la lucha de los Derechos Humanos, con el
fin de su preservación como testimonio de lo que fue, un Centro Clandestino de
Detención y Extermino de Personas y a su vez como prueba para los juicios que
están actualmente en proceso y para los que puedan abrirse en el futuro".
Si bien ya se ha trasladado a parte del personal policial que trabajaba en el
lugar, en estos días el Pozo sigue aún siendo ocupado por personal de la Policía
de la Provincia de Buenos Aires.
Al día de la fecha, el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires,
aún no ha fijado fecha de audiencia con la Multisectorial "Chau Pozo" a los
fines de concretar el cierre total y definitivo del edificio y la entrega del
mismo.
Para mayor información:
Multisectorial Chau Pozo: 15-5-706-7707 // 15-5-737-2256
Ana Rita Pretti: 15-5951-4149