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Argentina: La lucha continúa

440 trabajadores despedidos por Techint en San Nicolás

No importa si el grupo ganó en un solo trimestre, y apenas en una empresa, la mitad de la inversión programada en cuatro años para desarrollar las obras de ampliación de la estructura de la siderúrgica Siderar, de San Nicolás, la ex Somisa estatal. Así y todo, Techint –dueño de Siderar y de la empresa "contratada" para hacer esas obras- decidió despedir a 440 trabajadores de la construcción que tuvieron la osadía de reclamar el mismo plus salarial que se les paga a los empleados metalúrgicos de la planta. Y ahora, frente al paro decidido por los compañeros de los echados, Techint habría postergado el plan de obras por lo menos hasta el próximo año, lo que implica el peligro de desempleo para un total de 1700 trabajadores, entre los despedidos y sus compañeros.

Prensa de Frente

Los métodos de la "burguesía nacional" con la que soñó Kirchner

Techint no es sólo una multinacional originalmente argentina. También es, junto con Repsol, el grupo económico más próximo a Néstor Kirchner, un ejemplo de "burguesía nacional" y por lo tanto principal beneficiario de los subsidios que otorga el Gobierno al gran capital. Hasta el punto de que, en 2004, una ley que dispuso exenciones impositivas para la realización de obras de infraestructura era conocida en el Congreso como "ley Techint", porque para todos resultaba claro que estaba pensada a la medida de algunos de los negocios del grupo.
 
Sólo en Siderar –apenas una de las muchas empresas del grupo repartidas por el mundo-, en el primer trimestre de 2006 Techint obtuvo una ganancia de 324 millones de pesos, esto es una proyección de ganancias superior a los 1200 millones de pesos para todo el año.
 
A pesar de esta realidad, el 30 de marzo pasado la empresa había decidido el despido de 122 trabajadores de la construcción de los 1700 contratados por una empresa subsidiaria del mismo grupo para realizar las obras de ampliación de la planta de Siderar. La causa invocada se relacionaba con la exigencia de los trabajadores de recibir el plus pagado a los metalúrgicos de Siderar.
 
El conflicto motivó en esa etapa la declaración del período de conciliación obligatoria por parte de la delegación del ministerio de Trabajo. Ese período venció el miércoles pasado, y el mismo jueves la empresa reiteró los despidos, pero esta vez ampliados a 440 trabajadores.
 
Los compañeros de los despedidos, tras una asamblea, iniciaron inmediatamente un paro y pidieron una entrevista con la patronal. Les contestaron que la aceptaban, pero siempre que no fueran a la charla los integrantes de la comisión interna. A la delegación que concurrió a hablar con los ejecutivos, se les dijo que "el problema son los delegados que ustedes tienen".
 
La pretensión de la empresa, además del rechazo a resignar cualquier mínimo porcentaje de sus enormes tasas de ganancias, llegó hasta el punto de tratar de imponerles a los trabajadores quiénes deben ser la referencia de sus niveles de organización. Una nueva asamblea ratificó a los delegados cuestionados por la empresa.
 
Ahora, frente a la negativa empresaria a revisar los despidos y a la posibilidad de que paralice las obras hasta el año que viene, los trabajadores de la construcción intentan lograr la solidaridad de los metalúrgicos para iniciar medidas de lucha conjuntas.    

Fuente: lafogata.org