Argentina: La lucha continúa
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Bolivia, Nacionalización de los Hidrocarburos
DECLARACIÓN
La revolución de la Ley y la nacionalización de sus Hidrocarburos
por Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora
Con motivo de la nacionalización de los hidrocarburos dispuesta por el
Gobierno de la hermana República de Bolivia, el MORENO manifiesta su más
profunda satisfacción por la medida adoptada y estima necesario dar a conocer su
opinión al respecto.
Cumpliendo con sus promesas electorales, el Presidente de Bolivia Evo Morales ha
firmado un Decreto Supremo mediante el cual nacionaliza los hidrocarburos y
permite al Estado a través de YPFB ejercer el control absoluto sobre todas las
etapas del ciclo económico de sus riquezas hidrocarburíferas. De esta forma,
sigue avanzando el proceso de recuperación de los bienes comunes del pueblo
boliviano, de los que fuera despojado por gobiernos apátridas que aplicaron las
recetas del neoliberalismo energético. Queda ahora la conversión de los actuales
contratos a las nuevas formas jurídicas que establecerán las autoridades
bolivianas.
A causa de las movilizaciones populares que condujeron a la concreción del
proceso electoral y a modificaciones en la Ley de Hidrocarburos que permitieron:
incrementar significativamente la participación gubernamental en la renta
petrolera, la refundación de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) y la reafirmación de la propiedad imprescriptible,
inembargable e inalienable del subsuelo por parte de la Nación, las cosas ha
comenzado a cambiar positivamente, a pesar de las enormes dificultades que
surgen de partir de un panorama de "tierra arrasada" y de las resistencias
externas e internas, cuyos orígenes debemos buscar en las multinacionales
petroleras, en los sectores internos económicamente dominantes y en las
exigencias imperativas de un progresismo al que debemos denominar como
irresponsable.
El nuevo Gobierno se encuentra abocado a la auditoría de sus reservas, a la
elaboración de un plan de desarrollo del gas natural en el mercado interno, al
que actualmente se destina sólo el 2 % de su producción, y a la posterior
determinación de los precios y volúmenes exportables. Al mismo tiempo bastó una
enérgica declaración ministerial, ratificando la soberanía boliviana sobre las
riquezas del subsuelo, para que una de las más importantes petroleras actuantes
-Repsol YPF SA- se viera obligada a modificar hacia la baja sus declaraciones
juradas de reservas ante los organismos de control de EEUU, España y Argentina y
reconocer su calidad de titular de un contrato de concesión finito en el tiempo,
y no de propietario soberano como anteriormente alegaba.
El reciente Decreto Supremo recupera para Bolivia el ejercicio de su derecho
soberano de propiedad sobre los hidrocarburos extraídos. Son sus autoridades,
libremente elegidas quienes decidirán sobre las cantidades a extraer, sus
precios y sus destinos. Las petroleras, si aceptan las condiciones fijadas por
el Estado Boliviano -similares a las vigentes en todo el mundo menos en
Argentina- prestarán servicios como contratistas de YPFB, figura esencialmente
distinta a la de concesionario, en sociedades cuyas condiciones determinará el
Gobierno de Bolivia. Resultaría lógico que respondieran por los beneficios
obtenidos como resultado del acceso ilegítimo a las áreas que explotan. En lo
que respecta a las importaciones argentinas, las mismas deberán negociarse con
YPFB; lamentablemente, de nuestro lado los actores no cambian pues seguirán
actuado las multinacionales petroleras.
Las veladas amenazas surgidas del reino de España, deben ser duramente
rechazadas por pretender interferir sobre las decisiones soberanas de una nación
independiente; además, resulta risible la afirmación de que se podrán llegar a
suspender las inversiones internacionales, que en este proceso nunca existieron.
Como en los años anteriores a la Revolución de Mayo, los bolivianos nos vuelven
a mostrar el camino de la recuperación de la soberanía. Por el contrario, el
Gobierno Argentino, continúa consolidando y mejorando el modelo energético
neoliberal implantado en la década de los 90': renovación de contratos
ilegítimos con ampliación de beneficios, desgravaciones fiscales para construir
obras de infraestructura que deben ser responsabilidad de los concesionarios,
licenciatarios y permisionarios, al igual que las previstas para incrementar las
inversiones en exploración, liberación del precio de gas en boca de pozo a favor
del oligopolio productor, contratos secretos que significan la entrega del mar
argentino a las principales multinacionales actuantes, extraños cargos
tarifarios destinados a logias financieras llamadas fideicomisos, con el objeto
de financiar obras que tenían la obligación de afrontar las empresas
privatizadas, continuidad de exportaciones que violan la Constitución y las
Leyes de Hidrocarburos y de la Industria del Gas, son algunas de las medidas que
muestran que el camino que se sigue es totalmente inverso al boliviano.
Buenos Aires, 2 de mayo de 2006