Argentina: La lucha continúa
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Caso AMIA ¡No a la prescripción!
Entrevista a Laura Ginsberg
Lo que somos
Dirigente de Apemia, Laura Ginsberg, es entrevistada por la revista "Propuesta",
se refiere al estado de la causa y sus consecuencias para la política argentina
y para el movimiento popular.
Asimismo, hace un llamado a debatir este tema y superar el bloqueo
informativo que mantiene oculto el hecho de la próxima prescripción y archivo de
la causa AMIA .
El gobierno Kirchner, que reconoció ante organismos internacionales que el
"encubridor agravado" de este atentado criminal es el mismo Estado nacional,
oculta su intención de hacer prescribir la causa en nombre de "la legalidad y
del derecho", para dar un duro golpe a los que luchamos contra la impunidad.
Para ello cuenta con la complicidad de otros Estados, de los grandes medios de
comunicación, de las direcciones de la colectividad judía y algunos organismos
de derechos humanos.
La entrevista es parte de la campaña unitaria que ponemos en marcha desde
APEMIA junto a organizaciones políticas, estudiantiles, sociales y de derechos
humanos, con la consigna "NO A LA PRESCRIPCIÓN", para que no quede impune el
mayor crimen político que hemos sufrido los argentinos desde el retorno de la
democracia.
Lo invitamos a impulsar esta campaña, difundir entre sus amigos el texto
adjunto (la entrevista) y sumarse al debate.
Cordialmente. APEMIA
Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA
"LA LUCHA CONTRA LA PRESCRIPCIÓN DE LA CAUSA AMIA ES CLAVE PARA COMBATIR LA
IMPUNIDAD"
- ¿Cómo se llega a la situación actual con la amenaza de que en julio de este
año prescriba la causa?
Se llega después de 12 años de impunidad en la masacre de nuestros familiares en
la AMIA; impunidad que se fue construyendo desde el mismo día del atentado.
Pocas horas después de la explosión, Carlos Ruckauf, por entonces Ministro del
Interior, hacía declaraciones en Estados Unidos después de haber mantenido
reuniones con el FBI, afirmando que la AMIA había sido volada por una camioneta
Traffic y que la responsabilidad era de Irán. Fue el antecedente de la
"semiplena prueba iraní" que 24 hs. después sostenía Menem. La directiva venía
directamente del FBI. Si a ésto le agregamos el hecho que el Estado argentino
sabía que el ataque iba a ocurrir pues había tenido advertencias previas del
espía brasileño Wilson Dos Santos y de otros países como, por ejemplo, Chile, y
no hizo nada para evitarlo, se puede empezar a comprender el por qué de 12 años
de encubrimiento, sin ningún culpable, y con una causa al borde de la
prescripción.
Desde APEMIA pensamos que el Estado argentino está implicado, no sólo en el
"encubrimiento agravado" del que participaron los tres poderes del Estado –y del
que se hicieron responsables ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) hace un año-, sino también en el acto criminal mismo.
El Poder Ejecutivo, puso sus fuerzas de seguridad e inteligencia al servicio de
la comisión y del posterior encubrimiento del ataque, mientras acusó
alternativamente a Irán y/o Siria, incluso hasta hoy en día, sin tener una sola
prueba en su contra. Sigue siendo el encargado de articular y perpetrar el
encubrimiento, que hoy se refleja en el ocultamiento tanto de los archivos
secretos como de la prescripción misma. Por eso decimos que el ataque a la AMIA
es un crimen de terrorismo de Estado perpetrado bajo un régimen constitucional.
El Poder Legislativo colaboró con la participación de diputados y senadores en
la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Investigaciones de los atentados,
con el único fin de preservar al ex juez Galeano en todas las irregularidades y
delitos que cometió.
Entretanto, el Poder Judicial cumplió y continúa cumpliendo con las
instrucciones del Ejecutivo. Negoció platas con los imputados, ocultó y destruyó
pruebas, las hizo aparecer y volver a "desaparecer", amenazó testigos, limitó
las declaraciones de los espías de la SIDE para (explícitamente) no inculpar a
servicios secretos extranjeros a lo largo de un juicio oral fraudulento, entre
otras cosas. Es más: el mismo fiscal del juicio oral, que también había
acompañado a Galeano durante la instrucción, es hoy el titular de la Fiscalía
Especial AMIA, Alberto Nisman. Trabaja para imponer la responsabilidad iraní en
el ataque. Lo hace a pedido de Kirchner, la DAIA/AMIA y el Comité Judío
Americano.
El resultado que explica esta interacción macabra está a la vista: no hay un
solo procesado o condenado por la voladura de la AMIA.
Facilitaron la libertad de Telleldín y la exculpación de la maldita policía. Y
después de reconocerse como "encubridor agravado", no hay un solo funcionario de
Estado responsable por tamaño encubrimiento, ni procesado ni preso.
En estas condiciones se llega a los 12 años, plazo en el cual prescriben las
denominadas "causas complejas". Y de manera deliberada, el gobierno de Kirchner,
la dirección judía local, algunos organismos de derechos humanos y los medios de
comunicación masivos hacen un silencio brutal para ocultar la prescripción que
se viene. Es la coronación de la "vergüenza nacional" que Kirchner, hace 3 años,
prometió combatir.
- ¿Cuál es la actitud de la DAIA y la AMIA? Y qué plantea APEMIA?
Nada de todo ésto hubiera sido posible sin el apoyo internacional de otros
Estados, como Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, y sin la complicidad
nacional de la dirección judía local de DAIA/AMIA
Las políticas de las direcciones de DAIA/AMIA y de la Embajada de Israel siempre
han acompañado las políticas oficiales, buscando orientarlas en una proyección
internacional "antiterrorista" que salvara la participación del Estado nacional
en este crimen. Vale decir que son, al menos, co-responsables en el
encubrimiento del papel del Estado argentino en el ataque. Su papel no fue
menor: negaron que el Estado fuera la conexión local del atentado y facilitaron
las maniobras de los tres poderes con Telleldín. O sea, militaron en contra de
los reclamos de los familiares. Ahora siguen agitando contra el régimen iraní,
esta vez de la mano de Cristina Kirchner.
Después de 12 años de fracasos sistemáticos de aquellos que debían esclarecer el
atentado… Kirchner promueve la prescripción de la causa AMIA y estas
organizaciones mantienen la boca cerrada. Es la coronación de la impunidad como
política de Estado… Y después nos hablan de "vergüenza nacional".
Desde APEMIA nos ocupamos en lanzar una campaña unitaria con las organizaciones
políticas, estudiantiles y sociales, con la consigna "NO A LA PRESCRIPCIÓN",
para que no quede impune el mayor crimen político que hemos sufrido los
argentinos desde el retorno de la democracia. Creemos que es necesario exigir la
apertura de los archivos secretos y su entrega a una Comisión Independiente para
que investigue la responsabilidad del Estado en este crimen.
- Con respecto a esta situación, ¿cuál es el mensaje de APEMIA para la
sociedad y en primer lugar el movimiento popular, político, de derechos humanos,
obrero y estudiantil?
La masacre de la AMIA es un hito de la impunidad nacional y es una causa testigo
de la criminalidad política del Estado. El "encubrimiento agravado" no significa
otra cosa que el encubrimiento del aparato criminal del Estado, el mismo que
secuestró, torturó y desapareció 30.000 estudiantes y trabajadores, que arrebató
niños, que reprimió y asesinó luchadores sociales e instauró la era de la
criminalidad policíaca.
No es sólo un tema de los judíos, como los distintos gobiernos y la dirección de
la comunidad judía quisieron presentarlo. A inicios de la década del '90, la
Argentina se convirtió en un laboratorio de preparación de las políticas de
lucha contra el terrorismo internacional implementadas durante todos estos años.
Por eso la complicidad de los Estados amigos y la participación directa del
Estado argentino en estos crímenes de terrorismo de Estado.
Después de la Embajada y la AMIA, hubieron otros crímenes de terrorismo de
Estado: la voladura de la Fábrica Militar de Río III y, a su manera, los muertos
del 19 y 20 de diciembre y los asesinatos de Kosteki y Santillán.
La lucha contra la prescripción de la causa AMIA y por el
esclarecimiento y el castigo a todos los culpables es clave en la lucha contra
la impunidad en la Argentina. Esperamos que las organizaciones sociales,
políticas, estudiantiles y de derechos humanos debatan este tema y se sumen a
esta campaña por el "No a la prescripción". Instalemos el debate sobre este tema
y organicemos una Comisión contra la prescripción
CONTINUIDAD Y ENCUBRIMIENTO
- Desde el atentado han pasado varios gobiernos: ¿hubo cambios de uno al otro
en cuanto a la causa, sobre todo respecto de Kirchner, que cultiva una imagen de
defensor de los derechos humanos?
Pasaron varios gobiernos…. Pese a ello, ha habido una continuidad política y de
encubrimiento de las responsabilidades criminales del Estado.
Primero –con Menem- le pagaron a Telleldín. Y con la Alianza sancionaron una ley
del arrepentido a la medida de los acusados, para facilitarles la libertad.
Hasta los diputados la llamaron "Ley Telleldín". Llegaron al colmo de firmar un
decreto, que luego se transformó en ley, para convertir a los imputados en
testigos de "identidad reservada". A pesar de una orden judicial, Duhalde
prohibió a los espías declarar en el juicio oral. Kirchner lo permitió, pero
antes negoció con los jueces los límites de esas declaraciones. Entre los dos,
firmaron una veintena de decretos que mantienen cerrados los archivos y
limitaron a los jueces en sus facultades para interrogar a los espías de la SIDE
durante el juicio.
Este es el resultado del "compromiso K" con el tema AMIA.
Kirchner fue el encargado de liquidar el juicio oral liberando a todos (2004),
de acordar una "solución amistosa" ante la CIDH para que el Estado no fuera
condenado ni siquiera por "encubrimiento agravado" (2005), y ahora impulsa la
reforma de la Ley de Inteligencia Nacional para ocultar aún más los secretos de
Estado, con la excusa de la causa AMIA (2006). Este gobierno terminó de preparar
el terreno sembrado por los gobiernos anteriores buscando, con la prescripción,
poner un punto final en la causa AMIA.
A diferencia de los gobiernos anteriores, cuenta con un mayor compromiso de
algunos organismos de derechos humanos que, como el CELS, reivindican la
"legalidad vigente" de este repodrido estado de derecho, aún cuando con ella
facilitan la prescripción.