Argentina: La lucha continúa
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ANRed entrevistó a trabajadores de la línea E de Metrovías. "Si el gobierno no puede frenar el aumento de carnes decidido por los poderosos ganaderos, no habla de rehenes y nos pide que comamos soja, pollo o tortas fritas. En cambio, a quienes pueden optar por muchos otros medios de transporte, los llama rehenes", afirmaron. Asimismo, hablaron de los medios masivos y alternativos, de las fuerzas represivas y de los puntos fuertes y débiles en la lucha de los subtes.
Por ANRed - L
Fotos: Luciano para ANRed
-ANRed
¿Cómo perciben el papel de los medios masivos en relación a los reclamos de los
trabajadores del Subte?
Los grandes
medios nunca están con el que lucha, siempre están con el poder.
-Además, buscan victimizar al usuario. Cuando hay un paro, se pone el eje en
los damnificados, pero ¿qué pasa con los damnificados que trabajan en
condiciones de tercera y solo quieren ser trabajadores de primera? Esta debería
ser la premisa de los compañeros periodistas. Sin embargo, durante el resto del
año se olvidan del usuario. No les importa que viaje como ganado, que padezca el
mal olor y la falta de limpieza de los trenes y que éstos no tengan en el 2006
ni aire acondicionado ni estén en condiciones técnicas. ¿Por
qué? Porque eso pondría en duda la efectividad del servicio dado por la
privatizada. La política de la empresa es invertir cero para maximizar sus
márgenes de ganancia. Metrovías recibe diversos subsidios que rondan los 100
millones de pesos. En esa suma, hallamos un subsidio por gas oil de 5 millones y
el subte no usa gas oil.
-ANRed ¿Los medios y el gobierno tienen una alianza?
Los medios
responden a quien los banca económicamente. Los movileros agarran gente en la
calle y le preguntan: ¿está usted podrido, repodrido o recontrapodrido de esta
medida? Con lo cual, generan un respuesta tendenciosa. Sí al día siguiente o el
anterior, la gente -libre de esa presión- se le hace esa pregunta, dice "Está
bien que peleen por mejoras en su trabajo".
Por eso, también el papel del gobierno es importante. Me resulta curioso lo
siguiente: si el gobierno no puede frenar el aumento de carnes decidido por los
poderosos ganaderos, no habla de 'rehenes' y nos pide que comamos soja, pollo o
tortas fritas. En cambio, a quienes pueden optar por muchos otros medios de
transporte, los llama 'rehenes'.
-ANRed:
Ante este escenario, ¿cuál es la respuesta?
La respuesta
de los trabajadores se plasma en los volantes y afiches: esa la única manera que
tenemos. Algunos ni tienen
idea del conflicto. Quizás se sabe a través de los medios alternativos, pero
aún falta mucho para que exista una interacción entre los medios alternativos y
los trabajadores. Para cubrir ese vacío, existe el periódico y debería existir
también una radio o programa radial que dé cuenta de la problemática de los
sectores involucrados en el subte. Esta claro, al menos para mí, que los
trabajadores deberían tomar los medios de comunicación como una herramienta para
expresar sus reclamos y necesidades. Nuestro medio, que es la pagina web, de
donde muchos otros toman información, como ustedes, Indymedia, Télam y otras
organizaciones sindicales y políticas, debe ser el resultado del trabajo de
muchos.
-ANRed: El uso de las fuerzas de seguridad para reprimir o amedrentar a los
trabajadores va en aumento, ¿es parte de una estrategia que impone el Estado?
Ya se tornó
algo típico de este gobierno 'seudo zurdo' el uso del "ejército privado",
llámese policía, gendarmería, etc, en la lucha obrera, porque los sindicatos no
existen o están con el gobierno de turno.
El Estado
juega en el límite de la ambigüedad y la demagogia. Durante la campaña
electoral, Cristina Kichner, ante los empresarios, decía que los trabajadores
debían estar mejor. Sin embargo, es el mismo gobierno el que envía a la
gendarmería a Las Heras para reprimir a los petroleros. En Neuquén, el gobierno
provincial, amenaza la experiencia obrera de Zanón. Los judicializa y los
mantiene en una amenaza constante. Aquí, en Buenos Aires, envían a la policía
para reprimir, esta experiencia lejos de debilitarnos nos fortaleció.
Sabemos
que las fuerzas represivas no deciden por sí mismas. Hay una fuerte tendencia
del gobierno de moverse a la derecha, olvidando por un rato su progresismo y su
historia de "Estúpidos imberbes", para aliarse con Moyano, Barrionuevo, y demás
personajes siniestros.
-ANRed: ¿Cómo es la organización interna, los puntos fuertes? ¿Cuáles
deberían mejorar?
El punto
fuerte es la unión que surge frente a un conflicto, pero falta organización y
participación activa.
-ANRed: ¿Qué balance hacen del último conflicto?
Esta claro
que tuvimos inconvenientes que deberían haberse puesto en el tamiz de las bases.
Pero, también, es responsabilidad de las bases definir e inferir que
políticas se deben seguir.
Por otro lado, vemos la necedad y miopía de ciertas organizaciones de izquierda
que pretendían que nos inmoláramos a lo bonsái. Es probable que las
organizaciones de izquierda hayan puesto demasiadas expectativas, expectativas
sobrevaloradas en cuanto a qué papel debe jugar el subte como vanguardia.
Suponemos que las conquistas recuperadas por el subte los puso a considerar una
expectativa demasiado ajena, demasiado grandiosa a la real sensación que pulsa
entre los trabajadores del subte de quienes, por cierto, han dependido estos
triunfos, pero que no han sabido o no han podido retroalimentarse de una lectura
que debería acompañar la conciencia de los mismos.
-Tenemos una experiencia de lucha gremial que llevó 9 años construir. Esto
nos permitió conseguir la insalubridad, la reducción de la jornada y otras
aspiraciones caras a nuestra historia. Es una torpeza enorme que sectores que
han jugado en contra, minoritarios, pretendan imponernos perspectivas de lucha
que no nos son ajenas pero que deben transitar por los carriles necesarios del
debate, del consenso y de la capacidad de instrumentar la política como
herramienta superadora de los prejuicios y mezquindades de las cuales no somos
ajenos.
Ha sido responsabilidad de los compañeros delegados y de las bases permitir que
se produzcan expectativas extremas y no generar herramientas y una acción
política tal que no deje ni espacios ni dudas. Espacio que no se ocupa queda
vacante para que otros lo hagan.
Es decir, no hay aburguesamiento ni supra conciencia revolucionaria. Existe
lo que deben construir los trabajadores del subte colectivamente. Necesariamente
ésta es una expectativa probable y concreta.