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Argentina: La lucha continúa
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Neuquén: La forma en que gobierna Sobisch, uno que tiene aspiraciones de ser Presidente
Así se mueve la policía "diez" neuquina. Denuncia realizada por el Sub Comisario Mario Zambrano, Jefe del Comando radioeléctrico.
"Chinito no te metas, la orden es no intervenir". Es lo que le dijeron a
Mario Zambrano, el policía que acusó al subjefe de "liberar la zona" en Huincul.
Incluso cuando volaban piedras la orden de la Jefatura era no actuar, denunció.
El subcomisario Mario Zambrano sostuvo que el escenario de los incidentes del
jueves pasado entre obreros de la UOCRA y docentes "fue preparado" y que "se
procuró liberar una zona de la intervención policial". En la denuncia que
presentó ante la justicia, afirmó: "el subjefe (Moisés Soto) me dijo que no nos
metiéramos, que era una cuestión entre gremios". Pero Zambrano desobedeció esas
directivas, y le informó a uno de sus superiores: "jefe, es una locura, no
podemos salir de acá porque la gente se va a matar". Pero otro alto oficial le
remarcó: "Chinito no te metas, la orden es no intervenir".
Además, Zambrano confirmó que entre los supuestos afiliados a la UOCRA que se
enfrentaron con los docentes, había funcionarios del gobierno provincial,
policías que trabajan en el Servicio de Informaciones del Estado, y hasta
delincuentes con antecedentes penales.
La denuncia de Zambrano ante la justicia, anticipada ayer por "Río Negro", es
una cruda radiografía de los momentos previos y del instante mismo del violento
desalojo que el jueves 30 de marzo sufrieron los docentes, a manos de
manifestantes que llevaban cascos amarillos típicos del gremio de la
construcción.
Desde el primer momento circularon versiones de que existió una "zona liberada",
que ahora se confirma con la denuncia del alto oficial. Ayer se tuvo acceso a la
declaración que Zambrano prestó el domingo ante el fiscal Raúl Aufranc, en la
cual denunció al subjefe de la Policía, Moisés Soto (es el mismo que fue acusado
de acoso sexual por una agente policial).
En las varias horas que le demandó formular sus dichos, que quedaron plasmados
en siete carillas, Zambrano dijo que la Plana Mayor de la Policía estuvo
enterada en todo momento de la crítica situación que se vivía frente a la
destilería, y en repetidas ocasiones recibió la misma orden: "no te metas". Uno
de los argumentos del subjef Soto fue: "no queremos otra Teresa Rodríguez y
pagar el pato nosotros". Teresa cayó bajo las balas policiales en la pueblada de
1997.
Al declarar ante el fiscal, Zambrano aclaró que "no me anima ningún interés ni
político, ni gremial" pero "es una cuestión de dignidad y honor personal que se
lo debo a mi familia y a mis hijos, a la misma policía y también a la
comunidad".
El jefe del Comando Radioeléctrico mencionó el primer encontronazo entre los
maestros y un grupo de personas que venía en un colectivo el martes 28 por la
tarde. Por eso dispuso mantener un control para "evitar incidentes violentos".
Sin embargo esa misma noche, relató, el subjefe lo llamó al celular y le ordenó
que "retire todo el personal del Comando y los móviles de las inmediaciones".
Zambrano entendió que el panorama era "riesgoso" y como respuesta recibió de su
superior que "no nos metiéramos, que era un cuestión entre gremios, que se
arreglen entre ellos".
Estas directivas impartidas por teléfono y por radio desde Neuquén capital
dividieron a la oficialidad asentada en la comarca petrolera. Algunos, como
Zambrano, las desobedecieron. Pero otros las acataron. El subcomisario citó a un
jefe alineado con Soto, que le dijo: "Chinito no te metas, la orden es no
intervenir". El diálogo se produjo cuando ya volaban piedras entre manifestantes
y había heridos.
Zambrano tiene su propia hipótesis de lo que pasó, y se lo dijo al fiscal: "esto
fue preparado y efectivamente se procuró liberar una zona de la intervención
policial. Y esto no fue ese día, sino al menos tres días antes, y nosotros les
arruinamos las expectativas de que se hubieran podido precipitar los sucesos en
horario nocturno, por lo que tuvieron que hacerlo a plena luz del día y salir
con la cara descubierta".
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