Elena Luz González Bazán
Argenpress

Desde el MoNaReFA -Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos- seguimos el proceso de protesta que llevaron adelante los trabajadores tercerizados por lograr ser encuadrados en el Convenio Colectivo de la Unión Tranviaria Automotor UTA, situación que fue negada durante meses, luego del compromiso asumido por las partes: patronal, gremio en cuestión y los representantes estatales.

Los únicos que esperaron fueron los trabajadores, hasta que consideraron que los tiempos de espera eran suficientes y llevaron adelante con la solidaridad de sus compañeros del riel la paralización de los subterráneos durante más de dos jornadas, que dejó un ejemplo claro de fortaleza y decisión por los objetivos buscados.

Parte de la sociedad los acompañó, otra parte importante, la individualista, que repele la lucha y la organización de quienes deciden enfrentar las injusticias, obviamente los castigó de todas las formas.

Desde nuestro lugar hacia los compañeros del riel, este movimiento que se conforma por la lucha y la vuelta de los rieles al patrimonio nacional, decimos que la represión implementada por orden judicial, impulsada por el gobierno nacional y que no se empleó contra las huestes camioneras, ni se lleva adelante en el corte de las papeleras, resulta por los menos elocuente para analizar.

La defensa de todos los objetivos, las luchas, las conquistas buscadas conllevan, siempre, a aquellos que no estarán de acuerdo, muchos que enfrentarán las injusticias y otros tantos esperan sin luchar.

No hay patronal, gobierno, ni estado, sindicato, ni parlamento que regale ninguna conquista laboral sin luchar.

Los que pelean tienen un valor superior a aquellos que nada hacen, mientras, eso sí, reciben las conquistas obtenidas sin protestar.

Por eso creemos que la lucha de los 188 compañeros precarizados y de los dos mil trabajadores de subterráneos en búsqueda de dicho encuadramiento es esencial y debe ser acompañado por el Movimiento Obrero en su conjunto.

En cuanto a otros cortes sin represión cabe destacar que el empleo de las formas coercitivas, por parte del Estado, presuponen que dicha metodología debiera ser empleada o no. Aquí en este caso se demuestra que unos son tolerados y otros en cambio reprimidos, sin ningún tipo de miramiento. Violando inclusive la propia Constitución Nacional que legisla sobre el derecho de huelga.

Otra de las reflexiones que nos caben es que en medio de la lucha de los trabajadores de subterráneos de Buenos Aires, nada se dijo, en los medios, sobre la falta de responsabilidad por parte de la empresa concesionaria Metrovías cuyo accionista mayoritario es el polifuncional empresario 'nacional' Benito Roggio, algo que nosotros, desde el MoNaReFA estamos acostumbrados también. Y mientras desde La UTA y la empresa se tiraban la pelota, los obreros debían tensionar el conflicto para ser escuchados, mientras desde el gobierno nacional se utilizó la represión para liquidar la protesta.

Por otro lado el papel de los medios de prensa fue categorizar a los delegados como de izquierda, actitud maccartysta que vuelve a aparecer, sin conocer por dentro la realidad del movimiento obrero, sus códigos, realidades y estructuras sindicales. Ignoran que una vez que el delegado es elegido ya no es un delegado de izquierda, peronista o de derecha, socialista o comunista, anarquista o sin partido político, ya no es más él, es el delegado de todos sus compañeros, es la voz de todos ellos, es el portador de la palabra colectiva, por su boca hablan todos los compañeros.

Vale la aclaración, porque se habla con desconocimiento o bien se habla y se escribe para instalar un mensaje malicioso y prejuicioso, como ocurría antes y durante la última dictadura militar y que después se transformó en la consigna que 'Todos eran subversivos' y que se internalizó a raíz de esa propaganda en el inconciente colectivo de la población.

Estas aclaraciones y otras valen para refrendar que la lucha, el conflicto desatado y el periodo de espera debe ser para cumplir con los objetivos planteados: la incorporación al Convenio Colectivo de Trabajo de los casi 200 trabajadores de la empresa tercerizada en cuestión.

Desde el MoNaReFA decimos, mientras exista el trabajo en negro, la precarización y la flexibilización laboral, el trabajo, que ahora descubren los medios, esclavo, el trabajo de la niñez y adolescencia, la sobre explotación de la mano de obra femenina, la desocupación y la coerción por parte del clientelismo político partidario hacia aquellos que sufren la falta de trabajo, más la demonización a los que luchas, las injusticias que se deben soportar en cada lugar y rincón de la Argentina, mientras los dueños de la economía nacional, sus poderes de turno y la justicia injusta, avalados, manejados y que retramiten, como ninguna, el mensaje único a la sociedad sigan este curso infame: 'la lucha continúa' como decía Agustín el Gringo Tosco.

Desde el MoNaReFA decimos que estamos con los compañeros de subterráneos, nos unen los rieles y los objetivos de tener un movimiento obrero organizado, que responda a los ideales de justicia y democracia sindical y expulse por siempre a quienes se han vendido a las patronales y son parte de ellas.

El MoNaReFA les hace llegar el más fraternal de los saludos, y convencidos de que esta es una lucha justa y que vale la pena pelear…

Lo positivo y posible para el pueblo
Surgirá, solamente de la continuidad de la lucha
Agustín Tosco
Cárcel de Villa Devoto 1-6-1971