Organizaciones ambientalistas no gubernamentales y numerosos pobladores del norte salteño, entre ellos el obispo de Orán, coinciden en señalar al desmonte en la selva de las Yungas como una de las principales causas del descauce del río Seco en la localidad de Tartagal. Organizaciones como Greenpeace, Vida Silvestre o la Red Yaguareté han denunciado años atrás los graves problemas ambientales que el desmonte produciría, entre ellos el aumento de las inundaciones en la zona.
 
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Organizaciones ambientalistas no gubernamentales y numerosos pobladores del norte salteño, entre ellos el obispo de Orán, coinciden en señalar al desmonte en la selva de las Yungas como una de las principales causas del descauce del río Seco en la localidad de Tartagal. Allí, en el norte provincial, más de dos mil personas residentes en Tartagal, Aguaray y Yacui fueron evacuadas por el desborde de los ríos y el peligro de derrumbes originados en el alto nivel de erosión que sufren las tierras.
Organizaciones como Greenpeace, Vida Silvestre o la Red Yaguareté han denunciado años atrás los graves problemas ambientales que el desmonte produciría, entre ellos el aumento de las inundaciones en la zona.
El director general de la Fundación Vida Silvestre, Javier Corcuera, señaló que "la lluvia está aumentando mucho en la región y eso debería tener influencia en la planificación a futuro, porque los bosques pueden servir como esponjas absorbentes".
Corcuera consideró que "como parte de la solución de largo plazo se debería incluir la protección de bosques en la cuenca de río Seco y del río Tartagal".
A su vez, Greenpeace sostuvo que: "Cuando se deforesta la selva el suelo queda muy frágil y es proclive a deslizamientos provocados por la lluvia y la crecida del río".
Sin embargo, desde la secretaría de Medio Ambiente de Salta negaron la acusación y señalaron que la deforestación no está relacionada con la crecida de los ríos.
Más de dos mil personas, 600 de Tartagal, debieron ser evacuadas en el norte de Salta por el desborde de los ríos y el peligro de derrumbes, en un marco poco alentador, ya que se prevén para las próximas horas más precipitaciones que complicarían la situación en esa castigada zona de la Argentina.
Se informó que habría nuevas precipitaciones, lo cual podría agravar la ya de por sí dramática situación que se vive en ese lugar, afectada por la crecida del río Tartagal.
La situación grave ya se vive en Tartagal donde debieron abandonar sus hogares 600 personas a raíz de las crecidas y el peligro de desmoronamiento de viviendas ubicadas a orillas del río.

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