Argentina: La lucha continúa
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¡Patria sí Colonia no!
Editorial del sabado 18 de marzo de 2006
Jorge Eduardo Rulli*
En los encuentros previos en la Cancillería a la reunión del Protocolo de
Bioseguridad y luego en los diálogos con la delegación argentina en Curitiba,
surge por primera vez de una manera explícita, al menos para nosotros, la
existencia en la Argentina de una política de Estado. Sí, nuestro país que casi
no tiene Estado, parece tener en cambio una política de Estado... ¿Qué es una
política de Estado? Es una política estratégica que trasciende al Gobierno que
la inicia y que es continuada como un mandato por los otros gobiernos que lo
suceden. Es lo que puede llamarse, asimismo: un proyecto de país. Alguien lo
pensó y dio los primeros pasos, luego cambió el gobierno y ocuparon los puestos
decisorios tal vez sus opositores que, van a modificar todas las políticas,
menos aquella política estratégica que corresponde a la política de Estado y que
son entonces continuadas más allá de toda bandería política. Esa es una política
de Estado. No sabíamos que las teníamos… Mejor dicho, lo habíamos denunciado
muchas veces y aún nuestros amigos nos acusaron de ver fantasmas, y terminamos
sintiéndonos casi paranoicos… Pero resulta que los fantasmas existen, y resulta
que tenemos una política de Estado… y ¿cuál es esa política de Estado? Pues,
como ya se habrán imaginado, es la de la soja…Esa es nuestra política de Estado,
que todo el mundo se informe: ¡nuestra política de Estado es la de seguir siendo
una Republiqueta Sojera…!
Esa política fue diseñada en los noventa por Jorge Castro y Héctor Huergo, ambos
hombres que fueron de la izquierda y luego se convirtieron al menemismo, a ellos
se sumaron luego Trucco y Grobocopatel, el Destino de la Argentina será el de
producir forrajes transgénicos y ser un paladín de la Biotecnología en el mundo
globalizado. Ellos dibujaron nuestro destino. De los sobrantes del forraje con
que se alimentan los rumiantes y las aves de corral de Europa y de China,
fabricaremos biodisel y con los subproductos que resten se alimentarán los
pobres, una especie menor en la escala de valores de una élite parasitaria que
entregó la patria por unos cuantos containeres de soja transgénica.
Cuando interpelamos a la Delegación en Curitiba durante la MOP3, se defienden
diciéndonos: este no es el ámbito donde discutir las políticas de Estado. Esas
políticas implican en Curitiba: resistir y posponer el cumplimiento del
Protocolo, hacer propio el discurso de las empresas e incidir sobre los países
pequeños a través de la llamada "capacity building" o sea el crear
capacidades en otros países, dando por sentado nuestra solvencia auto
referencial en Biotecnología y en formar cuadros capaces de controlar los
procesos de manipulación y traslado de OVM o sea de Organismos vivos modificados
genéticamente.
Una política de Estado significa determinar un objetivo trascendente y en la
medida que ese objetivo se oculta y a la vez se respeta y se cumple por encima
de partidismos e ideologías, podemos hablar con propiedad de "gatopardismo",
cuando se modifica lo accesorio para que lo importante permanezca igual.
Una política de Estado, en la medida que trasciende a los partidos y a las
ideologías debería ser producto del consenso o de un gran acuerdo nacional que
ponga por delante el interés del conjunto de la Nación. Pero el producir Soja
transgénica como política de Estado y fantasear con una supuesta Biotecnología
nacional, fue decidido como política de Estado a espaldas de los argentinos y
con el voto exclusivo de los agronegocios, de los grandes sojeros y de las
empresas agro exportadoras.
Tiene razón la Delegación argentina en el sentido que no es con ellos, aquí en
Curitiba, donde puede modificarse una política de Estado, pero también es verdad
que cada vez que hemos hablado con quienes deciden las políticas no solo no
reconocen que haya política de Estado alguna y menos heredada del menemismo,
sino lo que es peor, ignoran por completo todo lo concerniente a la Soja, a la
Biotecnología e incluso a nuestra obscena relación con la OMC, o sea la
Organización Mundial de Comercio. Entonces ¿Con quién hablar acerca de estas
políticas de Estado? ¿Tendrán razón acaso algunas ONG internacionales que ya no
hablan más con los gobiernos y negocian en cambio directamente con las
corporaciones? ¿O será ese también un modo de legitimar a este nuestro nuevo
estado de transcolonialismo?
Alguna vez hace muchos años, los argentinos nos sentíamos expresados por una
consigna que nos movilizaba desde las entrañas: ¡Patria sí Colonia no!
Ese grito era un parte aguas en cualquier discusión y ponía a unos de un lado y
a los otros del otro, porque en ese entonces estaba claro que había un campo
nacional y otro antinacional. Y ahora qué, ¿no será acaso igual pero no sabemos
verlo? Dejémoslo aquí… presiento que se acerca la hora de volver a tomar caminos
con corazón…
*Programa Horizonte Sur.
Producido por el GRR Grupo de Reflexión Rural
Sábados de 12 a 13.
En Bs.As.Radio Nacional AM 870 y filiales del país. En Tucumán
Canal 10 de CCC
Por Internet en: http://www.radionacional.gov.ar/vivo.asp 12:00 a
13:00 (hora argentina GMT -03:00)
A PARTIR DEL MES DE ABRIL, EL PROGRAMA SE EMITIRÁ LOS DOMINGOS DE 8 A 9.