Argentina: La lucha continúa
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A casi treinta años del golpe cívico militar
Pan, propaganda y represión
"Hay una tranquila resignación en el Congreso frente a lo inevitable de los acontecimientos que se avecinan", afirmaba La Razón en una de sus crónicas del 21 de marzo de 1976.
Horas después el otrora intransigente Oscar Alende sintetizaría los años por venir: "Los gobiernos militares son aliados de las multinacionales". Su experiencia y la historia le dieron la razón. Militares y civiles, fusiles y propaganda, represión y consentimiento.
"...Las ideas tienen la misma importancia que el pan y los cañones", sostenía el legislador norteamericano Fascell a fines de los ’40. Pan, represión y propaganda: una añeja y sobresaliente fórmula para el disciplinamiento social.
"Nuevo Gobierno". Así recibió Clarín el 24 de marzo de 1976 al golpe cívico militar. La portada de La Nación – en cambio- fue fiel a su estilo: "Las Fuerzas Armadas asumen el poder; detúvose a la Presidente". (1)
Andrés Sarlengo*
"En esta nueva etapa hay un puesto de lucha para cada ciudadano. La tarea es
ardua y urgente. No estará exenta de sacrificios, pero se la emprende con el
absoluto convencimiento de que el ejemplo se predicará de arriba hacia abajo y
con fe en el futuro argentino. Por ello, a la par que se continuará combatiendo
sin tregua a la delincuencia subversiva, abierta o encubierta, y se desterrará
toda demagogia, no se tolerará la corrupción o la venalidad bajo ninguna forma o
circunstancia, ni tampoco cualquier trasgresión a la ley u oposición al proceso
de reparación que se inicia", aseveraba parte del texto de la proclama militar
difundida por la Red Oficial de Radiodifusión.
De "arriba hacia abajo" e incuestionablemente.
La Nación reproducía el jueves 25 de marzo de 1976 un comunicado de la
Secretaría de Prensa y Difusión. El título es evidente: "Habrá pena de muerte
por delitos de orden público".
Si bien ciertos análisis de académicos e investigadores subrayan que el rol de
la prensa escrita durante la dictadura cívico militar debe ser mirado
exhaustivamente y no esquemáticamente; no pueden sin embargo dejarse de lado los
enfoques ideológicos. ¿Qué condujo a Clarín a propagar su idea de Nuevo
Gobierno? ¿En que se diferencia del Argentina finalista. 6-0? ¿Por qué coloca en
la bajada de la tapa (tras el triunfo electoral de la Alianza UCR-Frepaso) "De
la Rúa encarnó la voluntad de cambio que reclamó la gente"? ¿Qué derechos
defendían Clarín y La Nación durante el terrorismo de Estado? ¿El
derecho a la vida o el derecho a la propiedad privada? ¿Qué se le facilitó a
Clarín el 18 de junio de 2003 (gobierno de Kirchner) con la aprobación de la
Ley de Bienes Culturales?
La ideología como expresión orgánica de intereses no puede ningunearse cuando se
pretende un examen exhaustivo o cualquier otro. Siempre se informa y se opina
con una dirección social determinada.
Rogelio García Lupo argumenta que en "los primeros tres años y medio, entonces,
la gran empresa periodística muestra tolerancia con el proceso militar. A partir
de ahí, o porque el modelo económico fracasó, o por el aventurerismo diplomático
internacional o por la percepción de que la política de derechos humanos se
había convertido en una bomba de tiempo, los medios se desentienden de la suerte
del proceso militar".
Con todo- y aunque parezca descontextualizado- bien cabe recordar lo escrito por
Upton Sinclair. "Déjeseme explicar que comprendo perfectamente la diferencia
entre los diarios capitalistas. Algunos son deshonestos y otros son más
deshonestos; algunos son capitalistas y otros más capitalistas. Pero por grandes
que sean las diferencias entre ellos, y por hábilmente que se pretenda hacerlas
aparecer, no hay uno solo que no sirva a intereses creados, que no tenga como
objetivo final la protección de los privilegios económicos. Un diario
capitalista podrá denunciar tal o cual cosa, podrá fingir ser esto o aquello,
pero tarde o temprano se comprende que un diario capitalista vive del sistema
capitalista, lucha por ese sistema y por naturaleza no puede hacer otra cosa...
yo diría que esperar justicia y acatamiento a la verdad de un diario capitalista
es esperar ascetismo en un festín de caníbales", destacó el periodista
norteamericano. (2)
Clarín en su portada del 13 de agosto de 1976 fue concluyente y
explícito: "Videla: hay total respeto por los derechos humanos". El 8 de
setiembre La Nación alejó dudas acerca de que lado se recostaba y con
quiénes lo hacía. Intituló "El presidente habló de la subversión". Su bajada era
inequívoca: "Dijo que no se agota en el campo militar. Tiene también una
dimensión política, económica, social y cultural".
El supuesto "combate a la subversión" tuvo asimismo varios anticipos verbales y
ejecutores despiadados. La gramática militar invadió la sociedad y naturalizó el
orden del secuestro y la muerte. Libre mercado y terrorismo de Estado.
El 8 de marzo de 1976 el Teniente Juan Carlos Moreno (Jefe de la Guarnición
Militar de San Luis) sentenciaba que los "enemigos de la patria no son sólo los
guerrilleros de Tucumán, sino también los ideólogos, que envenenen el alma de
los jóvenes en las universidades; los malos funcionarios, los aprendices de
políticos, los seudosindicalistas y los gobernantes que no son guía, ni
maestros...". (3)
Casi "Un año después..." la Asociación de Bancos Argentinos se mostró atenta y
taxativa. "El pronunciamiento militar del 24 de marzo de 1976 significó, ante
todo, la inevitable asunción del poder por un gobierno con autoridad. Además,
implicó una convocatoria a las fuerzas sanas del país para rescatarlo del caos
en que se encontraba. ADEBA, Asociación de Bancos de capital y dirección
argentinos, reitera hoy su adhesión a los principios de moralización,
reconstrucción y recuperación de nuestros valores nacionales que inspiraron
aquel movimiento", sostenía el párrafo inicial de la solicitada del 24 de marzo
de 1977 en El Cronista Comercial. (4)
Empero, la farándula y las chicas bonitas también gozaban de la permisividad
procesista. La humorada trivial y lo anodino (otro trama de la propaganda) se
reiteraba. El tres de abril de 1977 Susana Gimenéz decretaba la fecha de su
jubilación: "Sí, hace mucho me prometí a mí misma retirarme a los 37 o 38 años.
Pienso que todo se termina. Tanto la fama como el amor. Prefiero dejar las cosas
antes que las cosas me dejen a mí".
Días después, Roberto Viola, entonces Jefe del Estado Mayor del ejército,
impartía clases de Filosofía (del terror). "Si deseamos preservar nuestra escala
de valores, nuestra forma y estilo de vida, en paz, en familia, cristianamente,
en libertad, gozando de la propiedad privada lograda con el trabajo honesto, no
caben transacciones: o triunfa la democracia o la delincuencia subversiva nos
impone el estado totalitario marxista", consignaba el General en Clarín.
Y sí ADEBA se sumaba "con energía histórica" al Proceso de Reorganización
Nacional; el Comercio y la Industria también se esforzaban con tal fin. "Ante
las circunstancias que son de dominio público, UCIM (Unión Comercial e
Industrial de Mendoza) exhorta a sus afiliados y empresarios en general de los
sectores de la producción, comercio, industrias y servicios, a cumplir fielmente
las disposiciones impartidas en los comunicados dados a conocer por la Junta de
Comandantes de las FFAA, que han asumido todos los poderes de la Nación",
manifestaba el documento emitido pasado unas horas del golpe cívico militar. En
Mendoza desde fines de 1974 funcionaba el Comando Anticomunista Mendoza (CAM)
bajo las órdenes del Vicecomodoro Julio César Santuccione. El ex Jefe de la
Policía mendocina fue el creador del Comando Moralidad Pío XII. Prostitutas,
"rateros" y militantes políticos eran las víctimas del "escuadrón de las buenas
costumbres". (5)
La revista Extra Nº 139 de enero de 1977 publicó su seleccionado de
"héroes de 1976". Allí compartieron la distinción Monseñor Zazpe y Santiago de
Estrada, entre otros. Como si la ética no existiese, para Bernardo Neustadt,
Zazpe (Obispo que recorría las penitenciarias santafesinas en defensa de los
detenidos) se asemeja al enviado por Videla al Vaticano y hoy conspicuo
legislador porteño por el macrismo. Neustadt además de sus pro-dictatoriales
programas radiotelevisivos dirigió Extra. Santiago de Estrada –Opus Dei
mediante- ejerció otros cargos durante el menemismo.
Pan, cañones (contrainsurgentes) y propaganda. O... interprétese mejor...
represión, consenso e inequidad social planificada.
Con todo, la TV y la radio –obviamente- también contribuyeron a resguardar los
intereses de la propiedad privada concentrada. Además de la Ley de Radiodifusión
22.285 los "protagonistas" (privados y estatales) se desplazaron eficazmente y
sin rasguño alguno sobre el escenario del horror.
El dos de abril de 1976 Jorge Videla se reunió con directores y gerentes de
diarios y radios. El 31 de agosto de 1976 el Presidente de la Asociación
Radiodifusora Privadas Argentinas (ARPA), Evaristo Alonso, elogió al gobierno
dictatorial. Lo hizo en Quito (Ecuador) en un encuentro de la Asociación
Interamericana de Radiodifusión (AIR). Se agradeció así la rebaja impositiva al
sector radioempresarial (6)
En Buenas Noches, Argentina se difundían los boletines noticiosos de la
cadena SIN (Spanish International News). La SIN era entonces financiada por la
Fundación Ford y desde 1984 trasladó sus estudios a Miami. Durante muchos años
la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA) proveyó material informativo
a varias compañías argentinas. Entre ellas sobresalen la Universidad de
Belgrano, Editorial Atlántida, la revista Armas y geoestrategias y
el viejo Canal 13. Asimismo, conductores y gerentes de la TV procesista
continuaron como "empleados mediáticos" de la administración radical de Raúl
Alfonsin. Pérez Loizeau, Daniel Mendoza, Mario Gavilán y Nicolás Kasanzew
recayeron incluso en el restituido Canal 9. El 24 de mayo de 1984 Alejandro
Romay retoma el dominio de Canal 9. Marcelo Araujo y Fernando Niembro
(comentaristas deportivos del ATC de facto) fueron los que lograron contratar a
Lou Ferrigno para que los niños argentinos disfrutasen del Increíble Hulk.
En resumen, todo estos breves trazos de la prensa y la radiotelevisión
dictatorial parecieran ratificar las reflexiones de Upton Sinclair. "Deshonesto
o... más deshonesto..." el objetivo es el mismo: consolidar y reproducir el
status quo. El actual mapa mediático argentino así lo corrobora. Ya casi nadie
recuerda que se ovacionó seis veces al General Videla durante el Mundial 78.
Peor aún, el olvido arrasó con la conciencia y los 63 desaparecidos durante la
"Fiesta de Todos" perecieron con el trasfondo de la alegría colectiva. (7)
"Nuestro principal error fue no haber llamado a elecciones en 1978. De haberlo
hecho, hoy seguirían aplaudiéndonos...", aseguró al último dictador militar
Reynaldo B. Bignone en diciembre de 2002. (8)
Aunque, en verdad, bien vale preguntarse si no son miles los que aun siguen
aplaudiendo. Relea los Empresarios del Terror y verá que el pan y la propaganda
le han dado un recreo (licencioso y silencioso) a la represión desembozada. El
status quo – por momento- no requiere de sus servicios. El libre mercado ha
reemplazo al terrorismo de Estado.
(1)
Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el proceso. Eduardo Blaustein. Martín
Zubieta. 1998.
(2)
Citado por Camilo Taufic en Periodismo y lucha de clases. Reedición de 1986.
(3)
El terrorismo de Estado en Mendoza. Ramón Abalo. Liga Argentina por los Derechos
del Hombre. Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Mendoza. 2000.
(4)
Decíamos Ayer. La prensa argentina bajo el proceso.
(5)
El terrorismo de Estado en Mendoza.
(6)
La trama secreta de la radiodifusión argentina. Ricardo Horvath. Ediciones
Unidad.
(7)
La vergüenza de todos. El dedo en la llaga del Mundial 78. Pablo Llonto.
Ediciones Madres de Plaza de Mayo. 2005.
(8)
La vergüenza de todos. El dedo en la llaga del mundial 78.
*Programa Contrapuntos
FM Serena 102.1 Mhz. Venado Tuerto. Santa Fe.