Argentina: La lucha continúa
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Delicias del 30 aniversario del golpe
Correpi
En la línea de mostrarse al mundo como "el gobierno de los DDHH", como
mencionábamos en la nota anterior, el kirchnerismo apuesta a copar los actos de
repudio al golpe genocida. Es variada y -hay que reconocerlo-, muy creativa la
cantidad de iniciativas encaradas oficial u oficiosamente por el gobierno para
desplazar al pueblo como protagonista de los actos a 30 años del 24 de marzo de
1976.
Por una parte, desembarcaron en los diversos ámbitos en los que se vienen
organizando las marchas y demás actividades para el 24 las organizaciones que,
como Patria Libre/Barrios de Pie, se fueron sumando al gobierno, al que
defienden como "nacional y popular". Ya con anterioridad representantes de
unidades básicas peronistas habían intentado provocar y generar tensión en las
reuniones, por ejemplo, del espacio Memoria, Verdad y Justicia en la ciudad de
Buenos Aires, interpelando al conjunto respecto de si el acto del 24 de marzo
que estamos preparando sería "contra el gobierno". Mientras se escuchaba algún
tímido "no" otros señalábamos la hipocresía de pretender repudiar la dictadura
en una jornada de lucha por los DDHH silenciando la realidad actual de la
represión, el gatillo fácil, las torturas, y fundamentalmente la existencia de
presos políticos en la Argentina.
Por la otra, figuras de primera línea del gobierno nacional como Oscar Parrilli
o Alberto Fernández se pasaron la semana pasada tentando -y coaccionando- a los
referentes de históricos organismos de DDHH con ofrecimientos de todo tipo para
diluir en el acto del 24 toda denuncia a las políticas represivas actuales. Así,
Parrilli informó a referentes de Familiares de Detenidos Desaparecidos, del
Serpaj, de la LADH, del Medh, etc., que el 24 de marzo sería feriado, que
circularían gratis los trenes y colectivos para facilitar la afluencia de
público al acto; ofreció palco y equipo de sonido, y hasta puso a disposición el
balcón de la Casa de Gobierno, siempre y cuando se hiciera un acto unificado con
el gobierno, cuyas oradoras serían -vaya sorpresa- las gubernamentales Estela
Barnes de Carlotto y Hebe Pastor de Bonafini. A los Hermanos hasta les dijo que
sólo se correría la valla que divide en dos la Plaza e impide acceder al sector
más cercano a la Casa Rosada si el acto tenía esas características.
Afortunadamente el convite fue rechazado por los diferentes organismos, primero
mediante una carta suscripta por todos y remitida por Adolfo Pérez Esquivel, y
luego en las entrevistas personales. En la misma reunión que fueron informadas
las extorsivas gestiones del gobierno se aprobaron las seis consignas centrales
de la marcha de Congreso a Plaza de Mayo, que culminará con la lectura de un
documento conjunto en el que será insoslayable la denuncia del carácter
represivo y violador a los DDHH de este gobierno:
A 30 años del golpe genocida, 30.000 Detenidos-Desaparecidos: ¡PRESENTES!
Porque reivindicamos sus ideales y continuamos su lucha, seguimos exigiendo:
1) Juicio, castigo y cárcel común, efectiva y perpetua a todos los genocidas.
Anulación de los indultos.
2) Restitución de la identidad a los 500 jóvenes apropiados.
3) Basta de represión. Retiro de la gendarmería de Las Heras y de todos los
conflictos sociales. No a la impunidad de ayer y de hoy. Libertad a los presos
políticos. Amnistía o desprocesamiento a los luchadores populares.
4) Basta de políticas que generan hambre, desocupación y pobreza.
5) No al pago de la deuda externa. No al ALCA ni a los Tratados de Libre
Comercio.
6) Fuera yanquis de Irak y de América Latina. Retiro inmediato de las tropas
argentinas de Haití.