Argentina: La lucha continúa
|
Más allá de Fray bentos, que pasa con las papeleras argentinas
Y por casa cómo andamos
Pedro Lipcovich
Página 12
La polémica por la instalación de las fábricas de pasta de celulosa en
Uruguay tiene un costado hasta ahora oculto: lo que sucede de este lado del río.
Aquí, una investigación de la industria local de papel. Son diez empresas que en
su mayoría usan tecnología contaminante. Dónde están y cuáles son las denuncias
en su contra. Los casos que lleva la Justicia.
Hay otras papeleras, que es como decir: hay otra historia. Las otras papeleras
son las que, silenciosamente hasta ahora, vienen produciendo y en muchos casos,
según denuncias, contaminando en la Argentina. Las más conflictivas son Alto
Paraná y Celulosa Puerto Piray, en Misiones; Celulosa Argentina, en Capitán
Bermúdez; Ledesma, en Jujuy; y Papelera del Tucumán.
Este último caso es el único donde cabe anotar una victoria en la lucha por
preservar el medio ambiente, ya que la Cámara Federal de Tucumán dispuso el
procesamiento de los directivos de esa empresa. En la otra historia que enseñan
estas papeleras, el problema de la contaminación no se reduce a la tecnología
empleada (el debate central en torno de las plantas de Uruguay) sino que, aun
antes de que haya empezado a funcionar la primera máquina, empieza en el
desastre ambiental que pueden causar las plantaciones de pinos foráneos -como se
denuncia en Misiones- o en las enfermedades causadas por el bagazo usado como
materia prima -como se denuncia en Jujuy-. Las denuncias sobre Misiones
ejemplifican la "piedra libre" que las empresas estarían en condiciones de
lograr, no sólo por la inacción de las autoridades reguladoras sino por la
extorsión de hecho a la que pueden ser sometidas las poblaciones cuando sus
fuentes tradicionales de subsistencia -por caso, el cultivo de yerba mate- les
han sido sustraídas.
Hay que empezar por aclarar que las denominadas papeleras, tanto las que son
tema de esta nota como las que se construyen en Fray Bentos, en rigor son
fabricantes de pasta de celulosa, que pueden a su vez utilizar este producto
para producir papel -es el caso de Ledesma, o el de Papel Prensa- o bien
venderlo como materia prima a otras empresas, éstas sí fabricantes de papel.
En la Argentina, las fábricas de pasta de celulosa son: Alto Paraná (Puerto
Esperanza, provincia de Misiones); Papel Misionero (Capioví, Misiones); Celulosa
Puerto Piray, en esa localidad misionera; Papelera del Tucumán (Lules); Ledesma
(Libertador General San Martín, Jujuy); Papelera del NOA (Palpalá, Jujuy);
Celulosa Argentina (Capitán Bermúdez, provincia de Santa Fe); Papel Prensa (San
Pedro, provincia de Buenos Aires); Massuh (Quilmes, Buenos Aires); y Productos
Pulpa Moldeada (Cipolletti, Río Negro).
Varias de ellas no registran objeciones destacables desde el punto de vista
ambiental. En todos los casos esto puede explicarse por las particularidades
técnicas de su producción. Massuh, Papel Prensa, Productos Pulpa Moldeada y
Papelera del NOA fabrican pasta para papel de inferior calidad (embalajes,
impresión de diarios, etcétera), lo cual les permite usar procedimientos de
blanqueo menos rigurosos, que no requieren el uso de cloro, factor tóxico
fundamental. De las demás, todas menos Alto Paraná utilizan cloro elemental, la
tecnología de blanqueo más contaminante.
En 2005, la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán dispuso procesar por
contaminación ambiental a los directivos de Papelera del Tucumán (ver aparte).
Distinta fue la actitud de los jueces de la Cámara de Apelaciones de San Pedro,
provincia de Jujuy, que en diciembre pasado rechazaron el recurso de amparo
presentado por el Comité para la Defensa de la Salud, la Etica Profesional y los
Derechos Humanos (Codesedh), inicialmente a favor de Olga Márquez de Aredez,
quien falleció durante el proceso. Alberto Palacio, representante del Codesedh,
explicó que "la acción de amparo contra la empresa Ledesma se originó en la
contaminación ambiental producida por el bagazo de la caña de azúcar, destinado
a la producción de pasta de papel, que ellos almacenan a la intemperie: en el
bagazo se desarrolla un hongo cuyas esporas, diseminadas por la localidad de
Libertador General San Martín, causan en sus habitantes la enfermedad llamada 'bagazosis',
de la cual falleció Olga Aredez". Codesedh apeló la resolución de la Cámara y
deberá intervenir la Suprema Corte de la provincia de Jujuy.
"Piedra libre" Ricardo Carrere forma parte de la ONG Guayubira, que viene
sosteniendo una oposición militante a la instalación de las plantas de celulosa
de Botnia y Ence en Fray Bentos -que incluyó la presentación de una carta
abierta al gobierno uruguayo firmada por decenas de investigadores
universitarios-.
Este ambientalista efectuó una investigación en la provincia de Misiones, donde
observó que "en Papel Misionero hay una contaminación tremenda del río; apenas
han puesto una redecita para que no se note la espuma". Pero la planta que más
interesaba a Carrere era Alto Paraná, que utiliza una tecnología de blanqueo
(parcialmente libre de cloro) similar a la que emplearán las fábricas de Fray
Bentos. Empezó por advertir el "lamentable estado del río, donde los peces han
desaparecido, las aves brillan por su ausencia y el aire huele a huevo podrido".
Además, el ambientalista se detuvo en un problema que no depende de la
tecnología de blanqueo: el reemplazo de la biodiversidad propia de la selva
misionera por uniformes plantaciones de pinos: "El sector forestal insiste en
llamar 'bosques' a los monocultivos de árboles: intentan convencer de que están
llevando una 'reforestación' pero estas plantaciones no tienen nada en común con
un bosque y menos aún con la enormemente diversa selva misionera", comentó
Carrere. Un ejemplo serían los efectos causados por "el polen de los pinos:
tratándose de grandes masas de árboles de una o dos especies, todos florecen en
la misma época y desprenden enormes cantidades de polen, generando problemas
respiratorios y alérgicos". Otro efecto ecológico impensado es "la invasión de
mosquitos": porque "el alto consumo de agua por las plantaciones de pinos hace
desaparecer a las ranas, que controlaban la población de mosquitos", explicó
Carrere.
Esto se articula con las manifestaciones de vecinos del triángulo formado por
las localidades de Puerto Esperanza, Puerto Libertad y Wanda, donde viven unas
40.000 personas, en las proximidades de la planta Alto Paraná.
Todos ellos pidieron a Página/12 reserva de sus nombres. Es que, según uno de
ellos, a quien llamaremos Vecino A, "al principio yo denunciaba mucho pero tuve
que dejar de hacerlo cuando empecé a recibir amenazas y la familia me puso un
freno". Este vecino advirtió que "Alto Paraná desmonta hasta la orilla de los
cursos de agua y así las aguas se contaminan con agrotóxicos y algunos arroyos,
sin la protección del bosque, se secan". El vecino que llamaremos B afirmó que
"cuando se corrió la bola de que compraban tierras, hubo una estampida de
colonos queriendo venderles la chacra: por la yerba, que fue hace unos años el
oro verde, ahora no pagan más que 18 centavos el kilo; y lo mismo pasa con el
té, con los citrus".
Vecino C contó que "en los cítricos se forman pintitas negras, las mandarinas se
secan. Tengo tres árboles de mandarina y ninguno está dando fruta; los vecinos
más viejos dicen que, antes de la fábrica, no era así".
Este vecino vive al sur de la planta, adonde "cuando hay viento norte, el olor
se siente muchísimo más fuerte. Es nauseabundo". Y "en los lugares del Paraná
donde arrojan el desecho, el río cambia de color, toma un color amarillento, hay
peces muertos, qué sé yo qué echan ahí".
Y, en cuanto a las personas, "aumentaron mucho las enfermedades respiratorias y
también las de la piel, y hay mucha gente con distintos tipos de cáncer", según
el Vecino A. "Hay mucha gente con asma, todos los problemas respiratorios se
agudizan", afirmó el Vecino C. Pero "ni los médicos ni nadie quiere hablar
-sostuvo el Vecino C-; los efectos ambientales no se pueden demostrar porque el
Ministerio de Ecología jamás hizo un estudio, y, si lo hizo, nunca conocimos los
resultados".
La empresa Alto Paraná, por su parte, sostiene que "desde junio de 2002, las
operaciones forestales de esta empresa cuentan con la certificación ambiental
ISO 14.001, lo que garantiza a nivel internacional que se realizan de acuerdo
con la legislación vigente y compromete a la empresa a mantener un programa de
mejoramiento ambiental continuo. ISO 14000 es el nombre del conjunto de normas
ambientales de la International Organization for Standarization". Según la
firma, "muestra de nuestro compromiso hacia el cuidado del ambiente es la
conservación de una reserva forestal de más de 16.000 hectáreas de selva
paranaense y 11.000 hectáreas de bosques naturales".
En contrapartida, según el Vecino C, "las empresas tienen piedra libre: en
Celulosa Puerto Piray, hace seis años, el Ministerio de Ecología llegó a labrar
un acta por falta de tratamiento de efluentes, pero la empresa amenazó con
cerrar la planta y, como todo el pueblo depende directa o indirectamente de
ella, la gente misma pidió levantar la medida".
1) Alto Paraná (Misiones). Cuestionada por ambientalistas y vecinos por
contaminación de agua, aire y destrucción de bosques nativos. La empresa afirma
cumplir el estándar internacional. Tecnología: ECF.
2)Celulosa Puerto Piray (Misiones). Cuestionada por vecinos por falta de
tratamiento de efluentes. Tecnología: utiliza cloro elemental.
3)Papel Misionero (Misiones). Cuestionada por ambientalistas por falta de
tratamiento de efluentes. Tecnología: TCF.
4)Celulosa Argentina (Santa Fe). La tecnología que usa es una incógnita. Los
ambientalistas dicen que el proceso es con cloro elemental, la empresa lo niega.
Es denunciada por contaminar el aire y el río Paraná. Provoca mal olor.
5)Papel Prensa (Provincia de Buenos Aires). No se registraron cuestionamientos
ambientales. Tecnología: TCF.
6)Massuh (Provincia de Buenos Aires). No se registraron cuestionamientos
ambientales. Tecnología: TCF.
7) Productos Pulpa Moldeada (Río Negro). No se registraron cuestionamientos
ambientales. Tecnología: TCF.
8) Papelera del Tucumán (Tucumán). Sus directivos están procesados penalmente
por la Cámara Federal de Tucumán por contaminación de aguas y destrucción de
especies autóctonas con efectos perjudiciales para la agricultura y la salud.
Tecnología: utiliza cloro elemental.
9) Papelera del NOA (Jujuy). No se registraron cuestionamientos ambientales.
Tecnología: TCF.
10) Ledesma (Jujuy). Cuestionada por ambientalistas por contaminación del aire
causada por la materia prima. Tecnología: utiliza cloro elemental.
Nota: Respecto de las empresas no cuestionadas, no puede excluirse la
posibilidad de objeciones ambientales que no hayan llegado a ser registradas.