Argentina: La lucha continúa
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El consenso es puesto en duda
"No hubo acuerdo"
Martín Pique
"No hubo acuerdo. Acá no se firmó nada." En el diagnóstico coinciden un policía de Santa Cruz y un representante de la línea jerárquica de la empresa Repsol. Ambos no quieren dar sus nombres. Pero contradicen la forma en que fue comunicado el acuerdo entre los petroleros, el Gobierno y las compañías petroleras. Sugestivamente, también el cura Juan Carlos Molina salió a quitarle algo de fuerza a la solución que los obreros negociaron con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. "Es sólo una tregua", afirmó ayer (ver aparte). Algo similar dijo el emisario de la empresa española. "Repsol no firmó nada. Lo único que existe es lo que dijo el cura."
El tono de esas declaraciones alentó el clima de preocupación. Aquí siguen pensando que en abril, cuando venza el supuesto plazo en el que se elevará el mínimo no imponible de Ganancias, el enfrentamiento con los petroleros volverá a estallar. Pero la incertidumbre parecen extenderse a la negociación por el cambio de encuadramiento sindical. En ese punto, la Iglesia se asumió como garante de que los trabajadores incluidos en el convenio de la Uocra pasarán al de petroleros. Según el acta de compromiso que envió Tomada por fax, eso se concretaría durante un trámite en la sede del ministerio de Trabajo de Caleta Olivia.
El problema es que las empresas no se muestran muy dispuestas a aceptar el cambio. "Hay un trabajo de construcción y un trabajo de mantenimiento petrolero. Son dos cosas distintas. Y por eso cobran sueldos distintos", dijo el representante de Repsol. Eso revela que la empresa –de la que depende la actividad económica de la zona– no está muy dispuesta a aceptar el pase de 300 trabajadores de un convenio colectivo más costoso, por los salarios y beneficios que prevé. Aunque todos los obreros en cuestión pertenecen a otras empresas y no a Repsol, la opinión de la más grande de las tres operadoras de la zona –las otras son Vintage Oil y Pan American Energy– podría perjudicar el acuerdo.
El discurso de las empresas demuestra que no están demasiado contentas con aparecer aceptando una concesión. Su endurecimiento ante las protestas quedó a la vista en una reciente reunión que tuvieron 17 gerentes de empresas con el secretario de Seguridad Interior, Luis Tibiletti; el jefe de Policía de Santa Cruz y el ministro de Gobierno de la provincia. Las compañías reclamaron una mayor presencia de Gendarmería, incluso dentro de los pozos y yacimientos. El Gobierno lo aceptó y lo irá concretando en forma gradual. No hubo acuerdo en el pedido para que se terminara con el clima de turbulencia. "Ni con cien mil hombres podría hacerlo. Eso llevará su tiempo", replicó Tibiletti. Lo más sorprendente fue la respuesta que se escuchó entonces del representante de Vintage Oil, de capitales ingleses:
–Entonces tendremos que hacer como en Colombia –dijo.
Estaba comparando la protesta social de los petroleros con una situación de
guerra civil, con guerrilla y paramilitares.