Argentina: La lucha continúa
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Calleja: "empresas privilegiadas"
Objeta la política de Kirchner pero también la de Sobisch
Rio Negro on line
Críticas del ex secretario de Combustibles nacional. Objeta la política de Kirchner pero también la de Sobisch. 'Desde 1989 no se hace un gasoducto interno'.
"En la Argentina de Perón los únicos privilegiados eran los niños y los ancianos, pero en la Argentina de los Kirchner y los Sobisch los privilegios son para Repsol y Petrobras".
El ex secretario de Combustibles de la Nación, Gustavo Calleja, cree que llegó el momento de que Argentina recupere el manejo de sus recursos hidrocarburíferos, elogió a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, y consideró que el Estado debe definir de una vez por todas "qué va a hacer con Enarsa".
En una entrevista con "Río Negro Energía", Calleja, que preside el Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (Moreno), disparó en redondo y sembró sospechas sobre los contratos de concesión para exploración ‘off shore’ que Enarsa selló con Repsol y Petrobras.
"Hago una crítica formal y profunda porque en todas las partes del mundo se conoce primero el contrato y el texto y se hacen públicos porque son bienes públicos muy ricos, son muchos millones de dólares y nadie sabe por qué el Estado adjudica el mar argentino por el término de 50 años. Como Menem entregó el subsuelo terrestre, acá lo que se entregó es el subsuelo marino", sostuvo.
- ¿No lo evalúa como una posibilidad de desarrollo?
- Nada está claro, por los datos que dan pareciera que son contratos de participación pero no sabemos realmente qué pasa con la libre disponibilidad del crudo extraído, que en un país que está por perder el autoabastecimiento esa libre disponibilidad no puede ser tan libre, puede ser como parte de pago pero tiene venderse primero acá. En caso contrario se lo vamos a dejar vender caro afuera y después te lo venden más caro adentro, tampoco no dicen por ejemplo del área del golfo San Jorge.
- ¿Qué es lo que no se dice?
- Se puede dar que se está licitando o se están haciendo contratos donde se va explorar lo que ya está explorado. Una cosa es en medio del Atlántico y una cosa diferente es San Jorge, allí no hay riesgo.
- Entonces en San Jorge les va a ir bien....
- Seguro (risas).
- ¿Qué opina de las desgravaciones a la exploración?
- Está el proyecto del Ejecutivo para desgravar las inversiones en exploración con beneficios similares a los que tiene la minería, que son impresionantes, no existe en el mundo una cosa como esta. Argentina pone los minerales y no le queda nada más allá de la contaminación y se va a premiar quince años de desinversión desde que desapareció la empresa estatal. En definitiva toda la inversión la va hacer el Estado.
- ¿Cómo evalúa la caída de reservas?
- Es grave, hoy hay mercado que nos permite comprar, si pagamos; en determinado momento si no aparecen nuevas reservas se va a cerrar porque a la palabra precio de mercado la van a reemplazar la palabra seguridad de las grandes economías. El concepto es soberanía y seguridad. El petróleo va a ser para los grandes no para los chicos y en ese contexto mundial argentina no existe y con grandes reservas en Latinoamérica sólo está Venezuela que por razones políticas y de soberanía no quiere venderle más a Estados Unidos, ha estado regalando petróleo durante más de veinte años y es el productor y el proveedor de más del 20% y ahora dijo basta.
- Por su planteo, ¿Chávez o Venezuela parecen ser la mejor alternativa para la Argentina?
- No es que uno quiera o no asociarse con Chávez, es lo único que tengo cuando permanentemente voy perdiendo reservas: en 1989 había 40 años de gas y 25 de petróleo con el modelo estatal centralizado de YPF. Ahora tengo apenas ocho años de gas y cuatro o cinco de petróleo y cada año voy a ir importando más y al importar voy a ir trayendo los precios internacionales que son mucho más altos porque son precios políticos.
- ¿El precio interno está distorsionado?
- Pagamos caro pero el costo interno está inflado por el cuento del precio internacional. Por ejemplo el precio del petróleo que estaba a 60 (dólares el barril) y ahora a 68 termina siendo regulado hace dos años más o menos por el tema de los derechos de exportación, con eso lo manejan. Entonces el Estado tiene una buena fuente de ingresos que le permite mantener parte del superávit, pero este petróleo entra en el mercado local en vez de a 60, como en precios internacionales, a 33 dólares; es decir que el margen de utilidades está dado en unos 33 dólares: el 600 y pico por ciento. Es decir que la renta y las utilidades del gas y del petróleo en la Argentina son 15.000 millones de dólares que se van para afuera, esa renta que se va es el significado de la venta de YPF.
- ¿Cuál es su análisis de la caída en las reservas de gas?
- Simple: desde 1989 no se exploró nada y no se construyó ningún gasoducto troncal para el mercado interno sino que se construyeron diez para vender afuera.
- ¿Qué impacto tendrá el aumento del gas boliviano?
- En Argentina a las pymes se les está pidiendo entre 6 y 7 dólares por millón de BTU, mucho más de lo que va a pedir Morales aunque hay que recordar que Bolivia nos provee el 4%. De 120 millones de metros cúbicos por día, Morales nos está aportando cinco o seis millones en el mejor de los casos, no mueve el amperímetro. Lo que tiene que tener en cuenta el gobierno argentino es que es el único país del mundo que no tiene empresa estatal en serio, porque Morales la está armando y era el que quedaba.
- ¿Cuál es su opinión en cuanto a los porcentajes de las regalías?
- Las provincias tienen que tener una regalía más grande, no del 12 o del 9%, que es lo que terminan cobrando, cosa que por el ejemplo Jorge Sobisch nunca defendió. Sobisch quiere que todos los argentinos paguemos regalías a precio internacional pero no que las empresas paguen más. En vez el 12 hay que pagar 40%; en Bolivia pagan el 50 y acá pagamos el 9. Sobisch no lo dice esto.
- Sobisch ha introducido el concepto de alianzas estratégicas con las empresas....
- Lo que hace Sobisch es hacerse un hombre de Repsol y consigue a través del
gobierno de De la Rúa una prórroga ilegítima del contrato de Loma de la Lata.
Legalmente la ley de federalización del subsuelo y de privatización YPF -hay un
neuquino llamado (Oscar) Parrilli que dice que él no la votó; donde hay un
santacruceño como Flores que votó dos veces y que tampoco estuvo- establece que
el subsuelo va a pasar a las provincias una vez que se sancione la nueva ley de
hidrocarburos. Esa norma no se sancionó, porque las provincias productoras se
querían apropiar de todo e incluso de dictarle a las provincias consumidoras
normas de comercialización.