Argentina: La lucha continúa
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A casi tres meses de la desaparición del compañero Jorge Julio
López
El fracasado gobernador Solá
Daniel Cadabón
El gobernador Solá, a casi tres meses de la desaparición del compañero Jorge
Julio López ha declarado una verdad de Perogrullo. En un acto de hipócrita
constricción señaló: 'Mientras no tengamos datos concretos sentiremos el gusto
del fracaso y decirlo no significa otra cosa que asumir la realidad frente a un
caso que no podemos resolver', el mandatario expresó además: 'sentimos que lo
que tiene que averiguarse, no lo estamos pudiendo averiguar hasta ahora, me
refiero a toda la nación y a los que estamos golpeados y dolidos por esto' (Telam).
Solá al formular estas declaraciones no hace más que cerrar el caso López; un
caso que su gobierno 'no puede resolver'.
La impotencia de la que dan muestra las declaraciones del estanciero, frente al
accionar de las patotas terroristas, es una pauta de la desvergonzada y patética
política de DD.HH de los gobiernos Nacional y provincial. Que semejantes
declaraciones hayan sido hechas al presidir un acto en donde distinguió a
funcionarios judiciales que se destacaron por su trabajo en lo Juicios por la
Verdad, dan cuenta de la hipocresía electoral que rodea todos los actos de
gobierno, de un lado y otro del riachuelo.
El gobernador Solá utiliza mal las palabras.
No se trata del fracaso de una investigación, porque está jamás fue seria.
Se trata de conciliación con los grupos de tareas, negociación con los dueños de
los chupaderos.
Se trata de una connivencia manifiesta, que se expresa en la propia carátula del
caso resumida a una investigación 'de paradero'. Se trata de connivencia, al
ejecutar la orden que sirvió para descargar una feroz represión, el martes 28 de
noviembre, en contra de los manifestantes de diversas organizaciones populares
de La Plata, las que, en el marco de la campaña por la aparición con vida del
compañero Jorge López, fueron a escrachar al represor Rodolfo González Conti,
Director de Seguridad de la bonaerense en los años 1977 y 1978, estrecho
colaborador de Camps y de Etchecolatz.
La desaparición del compañero López se ha transformado, desde los primeros
momentos, en una fuente de crisis política, tanto para los ocupantes de la
Rosada, como para el estanciero bonaerense. No hay que olvidar que, aunque hoy
en día se encuentre cada vez más en desuso, la estrategia mediática del
kirchnerismo pasaba esencialmente por mostrarse diferente, en el campo de los
derechos humanos a sus antecesores radicales, menemistas y aliancistas (ya que
de conjunto en el resto de políticas es pura continuidad).
'No debe resultar una tarea difícil', pensó el avivado santacruceño, montarse en
la voluntad democrática surgida del Argentinazo y laborar con ella a favor de la
reconstrucción del estado.
La tarea estaba casi hecha, teniendo en cuenta las leyes de impunidad del
alfonsinismo; los indultos y asesinatos de luchadores bajo el menemismo; los
muertos que la Alianza regó por todo el país, a sólo cinco días de asumir (en
Corrientes) y a pocas horas antes de huir, luego del sitio al estado por parte
del pueblo.
La desaparición del compañero López demolió toda esta estrategia de tramoyista
profesional.
El compañero Jorge López fue desaparecido por segunda vez, el 18 de setiembre de
2006; contra esto no hay descuelgue de cuadros que valga, ni museos estériles.
El gobierno nacional y su socio provincial demostraron que sus objetivos en
torno a los derechos humanos no pasan de una farsa para tiempos electorales
normales. Porque, si la crisis descargada por el 'desaparecido en democracia'
demuestra algo con claridad: es que estos recién llegados, 'adalides de la
defensa de los derechos humanos', se congelan en la impotencia y la pasividad
cómplice con los grupos de tareas en momentos de apuro.
¿A quién se detuvo? ¿Qué líneas investigativas se destinaron a la patota
bonaerense? ¿Por qué se reprime a militantes populares, para defender a un
estrecho colaborador de Camps y de Etchecolatz? ¿Por qué la reaparición de las
patotas que, con o sin uniforme, son cada vez más ostensibles, cuentan con el
aval del ministro del interior?
Solá no puede declararse fracasado y hacer participe de su fracaso 'a la nación
toda'.
Tiene que aclarar porqué, después de más de dos meses sin ninguna pista sobre
Jorge Julio López, sorpresivamente aparecieron en el jardín de su casa el
llavero y la llave que utilizaba habitualmente el albañil desaparecido.
Tiene que aclarar porqué, la familia López que tiene custodia de la Bonaerense,
de la Federal y hasta de agentes de la SIDE halló accidentalmente un llavero que
debería marcar un cambio radical en el curso de la causa y no declaraciones de
fracaso.
El gobernador de la provincia de Bs. As. y el presidente Kirchner tratan de
posar como victimas en este caso. Pero, no hicieron nada en contra de los
secuestradores del compañero López. La precariedad de la investigación oficial
roza con la cobardía y la conciliación con los dueños de los chupaderos.
A casi tres meses de la segunda desaparición del compañero Jorge López, las
centrales sindicales siguen sumidas en el silencio más oprobioso. ¿Quien duda a
esta altura de los acontecimientos sobre la gravedad de esta desaparición? Es
necesario que el próximo 18 la jornada de lucha por la aparición con vida
encuentre a los trabajadores interviniendo con sus métodos en esta crisis y que
se repudie a los que se declaran fracasados. Con vida lo llevaron, con vida lo
que queremos.